Simón Escudero

Granit Xhaka, el último refuerzo del Arsenal

El Arsenal se refuerza con la llegada del jugador de veintitrés años procedente del Borussia Mönchegladbach, Granit Xhaka. Su precio ronda los 35 millones de euros y el suizo se convierte en el segundo jugador más caro de la entidad londinense, tras Mesut Özil. El jugador llega para fortalecer una posición muy perjudicada por las lesiones.

Arsène Wenger es un entrenador paciente que no le importa esperar el tiempo que haga falta para conseguir sus objetivos. Un claro ejemplo es la contracción de Granit Xhaka. El Arsenal llevaba dos años intentando reforzar su centro del campo y en menos de seis meses lo ha conseguido. Primero Mohamed Elneny, en el mercado invernal, y ahora Xhaka. El técnico alsaciano es consciente de que si su equipo quiere ganar la Premier League necesita armar un buen centro del campo. Solo hay que mirar al Leicester con N’Golo Kanté, Danny Drinkwater y compañía. Ya el verano pasado se intentó traer a Grzegorz Krychowiaky y Morgan Schneiderlin, entre otros. Pero no se consiguió. Wenger ha realizado una transición dulce, ha cambiado a Mathieu Flamini y Mikel Arteta por Elneny y Xhaka.

Granit Xhaka se formó en las categorías inferiores del Basilea, enseguida mostró tener un gran potencial y con tan solo diecisiete años ganó la Copa del Mundo sub-17 con Suiza en 2009 y fue subcampeón del Europeo sub-21 en 2011. Se convirtió en internacional con tan solo 18 años. Pese a ser de origen albanés siempre confesó su intención de jugar con Suiza. Debutó con el primer equipo en 2010 y solo disputó dos temporadas antes de que media Europa se fijara en él. Uno de sus mejores momentos fueron las conquistas de dos Superligas Suizas y una Copa, además de conseguir pasar a octavos de la Champions League. Finalmente, en la temporada 2012-2013, el Borussia Mönchengladbach y el Basilea alcanzaron un acuerdo de 8,5 millones de euros por la adquisición del jugador.

En la Bundesliga se ha caracterizado por ser un centrocampista total o como se conoce popularmente en Inglaterra, un jugador box-to-box. En el Gladbach, Xhaka ha hecho pareja con Mahmoud Dahoud, pero era el sueco el que se ponía entre los centrales para organizar la salida del balón desde atrás. Su fuerte es más defensivo que ofensivo. Tiene una buena visión de juego y sabe cómo organizar al equipo. Su fuerte es el pase en largo ya que dispone de una buena calidad en el manejo del balón con su pierna izquierda. Además, cuenta con un gran físico y eso se ha visto en cada partido que ha disputado, ya que es capaz de empezar la jugada y llegar segundos después para finalizarla él mismo. No es un jugador que suela perder la marca y contribuye a la hora de presionar al rival. Puede que el Arsenal haya fichado al N´Golo Kantè blanco. Sin olvidarse de su pierna izquierda, es como un cañón Gunner, sus disparos se caracterizan por su potencia y siempre que está cerca del área no se lo piensa dos veces. Su gran déficit es que no es un centrocampista goleador y en ocasiones rifa el esférico sin pensar en comenzar una segunda jugada. Desde que llegó a Alemania ha disputado 140 partidos oficiales y solo ha anotado nueve goles y ha repartido ocho asistencias.

Xhaka es un jugador con mucho temperamento, ha sido expulsado ocho veces en su carrera. André Schubert, técnico del Gladbach, le dio protagonismo y mucho peso dentro del vestuario, y no tardó en erigirse en unos de los líderes del equipo a pesar de su corta edad.


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El papel que puede desempeñar en el Arsenal

Arsène Wenger ya tiene al jugador que buscaba, a su todocampista. Ahora solo tiene que encajar las piezas. Junto al suizo estarán Elneny, Santi Cazorla, Aaron Ramsey, Jack Wilshere y Francis Coquelin. Las posibles combinaciones son múltiples.

La primera opción sería juntar a Xhaka con Cazorla para potenciar el control del balón. El suizo asumiría un rol más posicional y cedería al español las tareas ofensiva. Los dos formarían una gran dupla, ya que son jugadores con mucha calidad y brillante manejo del esférico. Esto permitiría colocar a Ramsey en la banda derecha, junto a Mesut Özil y Alexís Sánchez, y le daría más libertad de juego al galés.

Otro posible acompañante de Xhaka sería Ramsey. Sin embargo, pocas veces veremos a Ramsey tan atrás. Donde realmente ha brillado en las dos últimas temporadas ha sido cuando ha estado más cerca del área rival. Su mejor versión es en banda con total libertad y sin necesidad de crear juego, ya que tiene más llegada.

Dependiendo de las lesiones de Jack Wilshere, podría formar dupla con Xhaka. En la temporada que acaba de finalizar, Wilshere no ha jugado ni 150 minutos en total. A pesar de eso, Wenger mantiene una confianza granítica en el centrocampista inglés y no sería descabellado verlos juntos.

La única opción de ver a Xhaka junto con Elneny o Coquelin sería en partidos de máxima exigencia en los cuales Wenger opte por ceder la iniciativa al rival, una estrategia que adopta cada vez con mayor frecuencia. No sería descartable pensar en un tándem formado por Xhaka y Elneny o Coquelin contra los grandes europeos en Champions League o ante los grandes ingleses fuera del Emirates Stadium. 

Estas son algunas de las variantes que se podrán ver a partir de la próxima temporada. Apenas ha dado comienzo el mercado veraniego y aún se desconoce si el Arsenal fichará algún jugador más. Lo que está claro es que Wenger ya tiene la pieza que le faltaba. Xhaka ya es un Gunner. 

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Simón Escudero