Iker Caperochipi

Historia de un divorcio anunciado

Christian Eriksen tenía las horas contadas en el Tottenham. Después de un verano lleno de rumores y un comienzo de temporada algo complicado, se confirma su fichaje por el Inter de Milán.

Un jugador que creció con su ídolo Bergkamp, que fue siempre comparado con Michael Laudrup y que tenía un talento a la altura de pocos, solo podía progresar por un camino, por la senda del éxito. Desde muy pequeño, Christian Eriksen comenzó a dar grandes pasos, obteniendo 3 ligas con el Ajax y postulándose como uno de los mayores talentos de la escena europea.

Poco tardaron los depredadores europeos en enfocar la mira hacia aquella joven presa que deslumbraba en la Eredivisie. Sin embargo, Daniel Levy fue el más astuto de todos. La anticipada venta de Bale aceleró los trámites y el 30 de agosto del 2013 Christian Eriksen firmaba por los Spurs por 13,5 millones de euros. El danés llegaba a un club que poco a poco estaba remontando una dura crisis a nivel institucional. Los 23 años de sequía de trofeos y las dos únicas clasificaciones a la Champions League desde la creación de la Premier delataban la época negra de un club necesitado de esperanza.

Desde el primer momento en el que pisó White Hart Lane enamoró a todos los aficionados del club. A sus 22 años se alzó con la titularidad y cerró su año de estreno con 10 goles y 12 asistencias entre liga y Europa League. El punto de inflexión llegó en el siguiente año. Una transición hacia el éxito que no se hubiera entendido sin la figura de Mauricio Pochettino. Desde su llegada, el danés se volvió en una pieza indispensable en el nuevo engranaje que articuló el técnico argentino. En la primera temporada de la nueva etapa, participó en los 38 partidos disputados en la Premier League, anotando 10 goles.

En la siguiente temporada, en el año del «Leicester Campeón», Eriksen desarrolló por completo su gran habilidad para asistir a sus compañeros. Sus 13 asistencias y 6 goles fueron claves para obtener un más que meritorio tercer puesto. Los focos acaparados por la hazaña del Leicester provocaron que el progreso exponencial del Tottenham de Pochettino fuera más discreto que nunca. El proceso transitorio hacia la gloria estaba en pleno proceso de combustión, y en la siguiente temporada los Spurs batieron todos los récord a nivel de club. 86 puntos en liga, 26 goles encajados y 86 anotados, un equipo solamente frenado por un Chelsea imparable. Entre todas las competiciones, el crack danés completó unas cifras de ensueño. 12 goles y 23 asistencias.


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Eriksen creció en el Tottenham de la mano de Mauricio Pochettino. / Getty Images


Las siguientes temporadas consagraron al jugador de los Spurs como uno de los mejores mediapuntas-interiores del mundo. En la 2017/18, en las 4 competiciones sumó 14 goles y 13 asistencias, y en el siguiente año 10 goles y 17 asistencias. Cifras al alcance de pocos centrocampistas que fueron claves para que el club londinense completara una racha de 4 años clasificándose a la Champions League. Aún así, el destino fue especialmente egoísta con el equipo dirigido por Pochettino, y su etapa terminó sin ningún título. Las temporadas ligueras de la 2015/16 y 2016/17, y la gran final de la Champions League del 2018-2019 fueron las espinas clavadas que debilitaron el proyecto de los Spurs.

El barco creado por Pochettino fue hundiéndose por pequeñas brechas acumuladas que formaron una avería inarreglable. El proyecto desprendía graves sensaciones de cansancio y agotamiento, y muchos jugadores no estaban seguros de su continuidad en el club. Síntoma de ello han sido los eternos culebrones con Alderweireld (al final renovó), Verthonghen (acaba contrato) o Danny Rose. Lo mismo ocurrió con Pochettino, que al final acabó siendo despedido después de un inicio de liga muy por debajo de las expectativas.

Las razones pueden ser varias. Por un lado, la frustración que debe significar el sempiterno «casi, pero no». En un contexto futbolístico que vive de pragmatismos y de cifras, resulta difícil valorar lo conseguido por el Tottenham. El presidente del club, Daniel Levy, y su política de fichajes tampoco convence a los aficionados del club, pese a la construcción del nuevo gran estadio. La destitución del tan querido Pochettino fue la punta del iceberg de una gran crisis institucional.

Este tóxico ecosistema salpicó en la figura de Eriksen. Su salida se transformó en una de las principales incertidumbres en el mercado de fichajes de verano, al ser un jugador tan cotizado y al terminar contrato en 2021. El Real Madrid fue el gran pretendiente del danés, en un más que sonado rumor en el que se manejaban cifras cercanas a los 70-80 millones. La negativa del club londinense y el fichaje de Zidane y su insistencia en Pogba provocaron el fin de las negociaciones. El Manchester United, el Bayern de Munich, el Atlético de Madrid e incluso el PSG fueron otros pretendientes del crack danés.


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El danés ha recalado en el Inter después de haber sido pretendido por el Real Madrid este verano. / Getty Images


Finalmente, la salida oficial se ha producido en este mercado de invierno, acelerado por Mourinho, el propio jugador y el club, ante el miedo de que en verano se fuera gratis. Pero la realidad es que lo pagado por el Inter de Milán ha resultado una completa ganga en relación a su valor de mercado. Los escasos 20 millones pagados y su salida por la puerta de atrás, dejan unas injustas manchas negras en una etapa digna de máster en el Tottenham.

Las cifras nunca mienten y sus registros hablan por sí solos. En su etapa en Londres disputó 305 partidos, convirtiéndose en leyenda viva del club. 69 goles y 89 asistencias respaldan su gran rendimiento. Ha completado 4 temporadas seguidas registrando más de 10 asistencias en Premier League, sumando un total de 62, lo que le hace ser el máximo asistente de la historia del club en la máxima competición nacional. En goles ocupa la quinta plaza histórica con 51 goles.

Ha recibido el premio del mejor jugador del equipo en dos ocasiones, en 2014 y 2017. En su país, Dinamarca, ha sido mejor jugador danés en 4 ocasiones, y en cifras goleadoras está a punto de superar a Michael Laudrup (sexto máximo goleador) y sus 31 goles.

Registros antológicos que refuerzan la carrera de uno de los mejores centrocampistas que ha jugado en la etapa moderna del Tottenham. Toda la polémica de su salida es el claro reflejo de la situación del club, que reclama a gritos cambios drásticos en su infraestructura. Por ahora, la contratación de Mourinho y los recientes fichajes de Gedson Fernández (cesión mas opción de compra), Lo Celso (ejecución de la opción de compra) y Bergwijn confirman la pequeña revolución reformista que pretende protagonizar Levy.

Ahora los focos cambian de dirección rumbo a Milán, donde Eriksen será una pieza clave en el esquema de Conte. Un comodín que puede volverse en una baza esencial para romper la hegemonía juventina. Sin embargo, no será nada fácil vivir sin sus socios incondicionales, Harry Kane, Dele Alli o Heung Min Son. El tiempo coloca todo en su lugar y se encargará de concluir si la decisión tomada por el danés fue la correcta o no. Lo único cierto es que la Premier League pierde a uno de los grandes centrocampistas de todo el Siglo XXI.

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