Antes del partido de Inglaterra, la primera jornada de la Euro había dejado resultados muy ajustados. La favorita Alemania no pasó del empate ante Suecia, mientras que Francia solo pudo romper la resistencia islandesa merced a un penalti en los últimos minutos del partido. España fue la primera en vencer por más de dos goles de diferencia. En esta tesitura, las Lionesses se enfrentaban a una selección escocesa muy mermada por las bajas, especialmente de Jeniffer Beattie y Kim Little. Las escocesas confiaban su suerte a la pareja atacante adiestrada en la WSL, Caroline Weir del Liverpool y Jane Ross del Manchester City.
El once de Mark Sampson presentó algunas novedades. La principal fue la presencia de Milly Bright en el centro de la zaga, sustituyendo a las más habituales en esa posición Laura Bassett o Jo Potter. En ataque, el amplio abanico de posibilidades de Sampson puede ser una de las grandes bazas de Inglaterra en esta Euro. Ellen White, Fran Kirby y Jodie Taylor formaron el trio atacante de inicio y completaron un gran partido, mientras que Karen Carney, Nikita Parish y Toni Duggan fueron las que terminaron el encuentro. En el centro del campo, con Jade Moore en tareas de destrucción, Jordan Nobbs y Jill Scott manejaron el juego con solvencia.
El suspense del duelo se diluyó pronto. Tras los dos primeros minutos de juego, con un ataque para cada equipo, Inglaterra tomó la posesión del balón. A los diez minutos, Jodie Taylor culminó un espléndido pase al hueco que Kirby dejó pasar entre sus botas. A las 26 minutos, la propia Taylor empujó el balón a la red tras un barullo en el área al más puro estilo norteño. Cinco minutos más tarde, fue Ellen White quien terminó de definir el destino del partido cazando un rechace tras disparo al larguero de Jill Scott. Tres cero al descanso con pocas posibilidades para las escocesas.
En la segunda mitad, Taylor completo el hat-trick tras un cesión celestial con la cabeza de White, un movimiento que describe las cualidades de White como futbolista y reafirma mi filiación a su club de fans. Las pocas opciones escocesas terminaron de desaparecer en el minuto 63, cuando Jane Ross fue sustituida tras un golpe en el hombro, se marchaba la única jugadoras que llevó peligro real y constante a la meta de Karen Beardsley. El 6-0 final fue alcanzado gracias a una volea de Jordan Nobbs y a un remate de cabeza de Toni Duggan a la salida de un córner.
La superioridad de las Lionesses fue indiscutible. El medio del campo, con Moore, Scott y Nobbs manejó el partido a su antojo y en ataque la movilidad de Fran Kirby aporta muchas opciones de peligro. La pequeña delantera del Chelsea vuelve a ser clave como ocurrió en el mundial de Canadá de 2015. Jodie Taylor consiguió el primer triplete de la historia para la selección femenina de Inglaterra en la fase final de una gran competición y escribe su nombre junto al de leyendas como Geoff Hurts o Gary Lineker. Pero sobre todo, Inglaterra continuó con la imagen sólida que ya mostró en la fase de clasificación y en los amistosos previos al torneo.
Un golpe de confianza para las Lionesses de cara al enfrentamiento contra España del próximo domingo. Un partido vital en la lucha por el primer puesto del grupo y por evitar un posible enfrentamiento con la potente Francia en cuartos de final.