Simón Escudero

Inglaterra, Islandia y el Brexit

La semana acabó con la salida del Reino Unido de Europa, el Brexit se ha impuesto en las Islas Británicas, por lo que en los próximos meses veremos numerosos cambios en la política anglosajona. Antes de que se produzcan esos acontecimientos, tenemos un partido por disputar entre dos selecciones que luchan por conseguir llegar a los cuartos de la Eurocopa.

Inglaterra dejará Europa y quizás la Eurocopa, donde la selección dirigida por Roy Hogdson se enfrenta al equipo revelación del torneo. Islandia tiene una población de algo más de 300.000 habitantes y solo 23 afortunados están escribiendo unas líneas para hacer historia. Mejor dicho, ya han hecho historia. Islandia ha logrado clasificarse como segunda en un grupo formado por Portugal, Hungría y Austria. Los islandeses consiguieron ganar en el último minuto a Austria provocando la locura en el país por la clasificación a los octavos de final. Enfrente, tendrá a una campeona del mundo, a un conjunto con mayor recorrido profesional y, sobre todo, con mayor calidad. Pero esto es fútbol y en los noventa minutos puede pasar de todo.

Islandia saldrá al terreno de juego sin presión y con la ilusión de vivir ese acontecimiento, el que provoca jugar unos octavos de Eurocopa ante Inglaterra. A la cabeza me viene la fábula de David contra Goliat, del pequeño contra el grande. Los islandeses van a jugar este partido sabiendo que es un premio, sin importar lo que pueda ocurrir, sin pensar que puede ser su último partido en Francia y sin la presión por dar buena imagen o la necesidad de ir por la victoria. Cuando el capitán Aron Gunnarsson hable con sus jugadores antes de que empiece a rodar el balón, uno de los mensajes que podría mandar podría será algo así: “Salid al campo y disfrutad de este partido, no penséis en el mañana sino en el presente. Delante tendréis al país que inventó el fútbol así que enseñadles lo que sois capaces de hacer como equipo”.


gunnarson_aron
Aron Gunnarsson tras la victoria ante Austria (Shaun Botterill/Getty Images).


Con el Brexit o sin él, Inglaterra se juega el pase a los cuartos de final. Sobre el papel, es el equipo favorito para conseguir la victoria. Los ingleses llegan como segundos de grupo, tras quedar por detrás de Gales, ya clasificada para cuartos una vez superado el obstáculo de Irlanda del Norte en octavos. Desde el comienzo de la Eurocopa, Hogdson no ha logrado encontrar su once ideal y los Three Lions han dejado muchas dudas en cada partido. Antes de comenzar el torneo era de una de las favoritas por su excelente clasificación, durante la cual lograron diez victorias en otros tantos partidos.

Hodgson optó por sentar a Jamie Vardy, y solo recurrió al delantero del Leicester y a Daniel Sturridge una vez que se vio ante las cuerdas frente a Gales. Vardy y Sturridge han sido de lo mejor de la selección tras su aparición desde el banquillo en ese segundo partido cuando Inglaterra caía por 1-0. En las antípodas se encuentra Harry Kane, la principal decepción de la selección hasta ahora. El delantero del Tottenham no está fino de cara a puerta y probablemente sea suplente ante Islandia.

Pero las dudas no solo se encuentran en la delantera. En el lateral derecho, Nathaniel Clyne es el favorito para ocupar esa demarcación desde el inicio, dejando a Kyle Walker en el banco. Algo similar ocurre con Jordan Henderson, que podría acompañar a Eric Dier en el centro del campo. El resto de posiciones parecen estar claras, Hodgson recurrirá a sus habituales.

El mayor enemigo de los ingleses es su característico juego de luces y sombras visto en la fase de grupos. Siguen sin encontrar su estilo y por momentos tienden a desconectarse del partido. Además, hay que añadir su problema con el gol. Los ingleses solo han marcado tres goles en 270 minutos. A pesar de tener a Islandia como rival, no pueden subestimarla ya que un error puede dejarles fuera de la Eurocopa y de Europa. Pero si Inglaterra consigue pasar, en cuartos se vería las caras con Francia. Sin mirar los resultados electorales y sin fijarnos en el Brexit, los Three Lions quieren levantar esta Eurocopa.

Sobre el autor

Simón Escudero