Ilie Oleart

Inglaterra se deja la victoria en el descuento

A pesar de ser superior durante amplias fases del partido, Inglaterra no supo capitalizar su dominio ante Rusia y lo acabó pagando en el tiempo de descuento.

Los ingleses son gente apegada a las tradiciones. Como ir al fútbol en Boxing Day, tomar el té de la tarde o comer un fish and chips. O dejar escapar el triunfo en el primer partido de una Eurocopa. Con este, ya son cinco ediciones consecutivas de la Euro en que Inglaterra se adelanta en su primer partido pero no logra acabar llevándose la victoria.

Por una vez, no se puede decir que el equipo de Roy Hodgson no hiciera méritos para hacerlo. El veterano técnico inglés optó por un 4-3-3 con Wayne Rooney como interior pero sin Jamie Vardy, que se quedó sin debutar en el torneo. Raheem Sterling y Adam Lallana dieron amplitud al equipo y Eric Dier se encargó de aportar solidez en el vértice inferior del triángulo del centro del campo.

Rusia se ha presentado en Francia muy diezmada. Las bajas por lesión de Alan Dzagoev e Igor Denisov ha privado a Leonid Slutski de sus dos pilares del centro del campo. A ellos cabe sumar la ausencia de Yuri Zhirkov en el lateral izquierdo también por lesión y la baja forma del capitán Roman Shirokov, suplente en Marsella.

Los ingleses fueron dueños y señores del encuentro en la primera parte pero fueron incapaces de perforar la portería de Igor Akinfeev. La velocidad de Sterling generó problemas a la veterana defensa rusa en los primeros compases pero Kane y Alli no estuvieron acertados en la finalización.


rooney_euro
Wayne Rooney (Michael Steele/Getty Images)


Rooney en la posición de medio centro y Lallana en la banda derecha fueron los mejores jugadores ingleses. También Dier cumplió con creces su labor defensiva. En cambio, Dele Alli y Harry Kane, la joven pareja del Tottenham, pasaron desapercibidos. Y los Three Lions lo notaron.

Wayne Rooney tuvo la ocasión más clara del partido cuando llegó desde segunda línea para rematar un balón suelto en la frontal del área pero Akinfeev protagonizó una parada con reminiscencias de la de Gordon Banks ante Brasil en la Copa del Mundo de 1970. Los minutos pasaban y el partido parecía abocado al empate. Hasta que la pizarra de Hodgson dio resultados.

El técnico, criticado por decisiones extrañas como la designación de Harry Kane como lanzador de saques de esquina, dio libertad a sus jugadores para distribuirse las faltas directas. Rooney lanzó la primera por encima del larguero. Así que la responsabilidad de la siguiente recayó, sorprendentemente, en Eric Dier. El excapitán de la selección sub-21 disparó con fuerza al palo del portero una falta provocada por Dele Alli sobre la frontal y Akinfeev no atinó en esta ocasión a repeler el disparo. Inglaterra había hecho lo más difícil.

Hodgson quiso cerrar el partido con sus cambios. Jack Wilshere entró por un agotado Wayne Rooney y, al borde de la bocina, James Milner por Raheem Sterling. Pero sus cambios no surtieron efecto. En uno de los pocos despistes defensivos de la zaga inglesa, el capitán Berezutski remató de cabeza para colocar el empate en el tiempo de descuento.

El empate in extremis coronó un par de días infames para Inglaterra. Los graves incidentes en el viejo puerto de Marsella que han dejado varios aficionados ingleses heridos se replicaron en las gradas del Velodrome marsellés, donde los aficionados rusos intentaron agredir a los ingleses.

El jueves, el equipo de Hodgson se enfrenta a Gales con la necesidad de sacar un buen resultado para no poner en peligro sus opciones de clasificarse para octavos de final. Una vez más.

Sobre el autor

Ilie Oleart