La temporada pasada, el Chelsea quedaba eliminado en semifinales de Champions, después de poner contra las cuerdas al Lyon –que fue campeón–, y veía cómo en liga Arsenal y City le arrebataban la posibilidad de volver a competir en Europa este curso. Un año antes, además, había perdido bastantes jugadoras importantes tras lograr el doblete (liga y FA Cup) y la reconstrucción de un equipo ganador se antojaba, como poco, larga.
El domingo, el equipo de Emma Hayes asombró a todos y asestó un duro golpe al conjunto Gunner, cuyas consecuencias, al margen de perder el liderato, pueden aún tardar en contemplarse. No obstante, más allá de hablar del cansancio o de la falta de fondo de armario del equipo de Joe Montemurro, el hecho es que el Chelsea, a diferencia del Arsenal y del resto de equipos de la liga, ha entendido –antes y mejor que nadie– la evolución del fútbol femenino inglés y ha sabido adelantarse al momento y sorprender a sus rivales en las ventanas de mercado. Sam Kerr es la guinda de un pastel que, además de verse bien, sabe bien. La australiana es la última preocupación de un equipo que ha sabido resarcirse de sus heridas y hacerse más fuerte tras el fiasco del año pasado porque, como dice el refrán, lo que no te mata, te hace más fuerte.
Más de uno que vio el partido en Borehamwood –hasta ahora, feudo inexpugnable donde las Gunners se sentían tranquilas– creyó estar viendo la repetición de la pelea entre McGregor y Cowboy. El Chelsea se reenganchó en la pelea por el título y lo hizo con un espectacular KO sobre un Arsenal que aguantó algo más que los 40 segundos que estuvo en pie Donald ‘Cowboy’ Cerrone en el T-Mobile Arena de Nevada el sábado. Aunque no mucho más.
Diez minutos tardó Beth England en dar el primer golpe y perforar la portería de Manuela Zinsberger. Tras un quiebro sobre Louise Quinn, consiguió cruzar un disparo arqueado desde el costado izquierdo del lateral del área. Poco o nada pudo hacer la meta austríaca. Dos minutos más tarde, Sam Kerr se estrenaría con el Chelsea con un soberbio cabezazo, de nuevo asistida por la noruega Guro Reiten.
Las Gunners intentaron reaccionar con alguna llegada de peligro. Sin embargo, en el minuto 19 las Blues asestaban el golpe definitivo: tras un despeje de la zaga Gunner, Sophie Ingle conectaba una preciosa volea con su pierna izquierda que se colaba por la escuadra de la portería. El Arsenal besaba la lona y, por primera vez en mucho tiempo, saboreaba la sangre. Cara de frustración de Zinsberger mientras Daniëlle van de Donk, en shock, miraba al banquillo buscando respuestas. Tras la reanudación, el Chelsea bajó la intensidad y con algún cambio el Arsenal logró encontrar un poco de aire ante el dominio visitante. Un gol de Beth Mead maquilló un resultado abultado, más aún tras el cuarto gol con el que Reiten redondeó su actuación.
Final del partido y una lectura clara: euforia en el sur de Londres y frustración en el norte, como evidenciaba la cara de su estrella Vivianne Miedema tras un partido en el que Emma Hayes supo cortar cualquier conexión que el equipo tuviera con su prolífica delantera. Y es que a la neerlandesa, que aún no se ha estrenado en 2020, no se la vio.

Más allá del buen hacer del equipo de Hayes, la rapidez con la que el equipo del norte de Londres sucumbió deja claro que Montemurro se equivocó con su enfoque. Con la disposición elegida, las bandas quedaban totalmente limpias para las entradas de los extremos rivales Guro Reiten y Erin Cuthbert. Además, el desgaste de Lia Wälti, corriendo a tapar fuegos, era descomunal. Sin embargo, el problema se agravó en ataque. Colocar a mediocampistas en los laterales que se prodigan en ataque ha sido uno de los signos de personalidad de este equipo y un acierto táctico del australiano desde que llegó. Contra el Chelsea, Katie McCabe quedó completamente anulada en el lateral izquierdo con esta disposición y, en el otro flanco, Viktoria Schanderberck ofreció muchos menos apoyos a van de Donk en ataque, como acostumbra a hacer Lisa Evans. En la segunda mitad, con la entrada de Mead y Evans, el Arsenal parecía mucho más peligroso pero el partido ya estaba sentenciado.
Montemurro fue tajante y entonó el mea culpa al ser cuestionado por el cambio táctico tras su mayor derrota al frente de las Gunners: «No funcionó. Asumo la responsabilidad. Decidimos no jugar con mucha amplitud. Decidimos jugar con mucho movimiento de adentro hacia afuera. No funcionó […]. Ni siquiera podíamos bajar el balón y juntar pases, que es algo que no he visto en mis dos años y poco que he estado aquí. Asumo la responsabilidad de la configuración.»
El australiano, sin embargo, lanzó un mensaje de optimismo recordando que aún queda temporada y que «este equipo es resistente, no se dará por vencido. Ha tenido un revés. Probablemente el mayor revés que he tenido en mis dos años y medio aquí. Pero si miras históricamente a este equipo, siempre es uno que regresa y estará allí. Solo tenemos que mantenernos juntos y seguir adelante desde aquí».
En cuanto al Manchester City, Ellen White y Kiera Walsh dieron la victoria al equipo por 0-2 frente al Birmingham City y recuperan el liderato a costa de sus rivales. La delantera inglesa tardó solo 34 segundos en poner por delante a las Citizens gracias a un centro de Jill Scott, que también asistió a Walsh para que aumentara distancias con un espectacular disparo. Dominio total de las –todavía– chicas de Nick Cushing, que tan solo se vieron sorprendidas por dos disparos de Lucy Staniforth en los que Ellie Roebuck, como siempre, estuvo atenta.
Cómodas victorias de M.United y Everton y sufrida del West Ham
El United goleó 3-0 al Tottenham en Leigh Sports Village en un partido que tuvo como protagonista la densa niebla que acompañó al encuentro y que dificultó el juego, sobre todo en la primera mitad. Finalmente, tras el descanso, las locales lograron ver portería con goles de Jess Sigsworth y Katie Zelem, por partida doble. En el lado londinense, Rianna Dean se desesperaba mientras lo intentaba con más pena que fortuna. Dos tiros al palo fueron los momentos de mayor peligro visitante en un partido bastante cómodo para las pupilas de Casey Stoney.
En Southport fue el turno para el show de Chloe Kelly. La inglesa ha dejado de ser una promesa y es ya una realidad para las Toffees –y tendría que serlo también para la selección–. Hat-trick de Kelly en la victoria del Everton sobre el Reading, y se afianzan en la quinta posición con dos partidos en juego aún. Las locales empezaron marcando temprano. Sin embargo, el empate llegó en el minuto 31 con un penalti lanzado por Fara Williams (la internacional inglesa con más títulos) después de que Megan Finnigan cometiera una falta sobre Angharad James.
En la segunda mitad, las Toffees se recuperaron y, con una actuación magistral de Chloe Kelly, buscaron llevarse un partido que, pese al gol en contra, dominaron en todo momento. Primer hat-trick de la recientemente internacional absoluta que empieza, con su desparpajo y entrega, a despertar simpatías más allá de en su propia hinchada.
El West Ham sufrió para remontar el gol de Danique Kerkdijk en la primera mitad. Las de Matt Beard tardaron en reaccionar y, a falta de diez minutos, finalmente Alisha Lehmann logró anotar un doblete.
Por fin ganó el Liverpool
«Hasta en la caída de un gorrión interviene la Providencia. Si esta es la hora, no ha de venir; si no está por venir, esta será la hora; y si no es esta la hora, vendrá de todos modos. El estar prevenido lo es todo», escribió Shakespeare en una de sus obras más célebres.
Pues de igual modo, que las chicas de Vicky Jepson ganasen estaba por llegar, más tarde que temprano, por un acto de suerte. Tras 11 partidos en los que habían anotado solo 3 goles, las Reds lograron el domingo su ansiada primera victoria, que, además, las saca del desfiladero. Una victoria que, como reconocían incluso sus propios adversarios, merecía llegar, pues era ilógica esta situación viendo cómo competían. En un equipo que ha estado anímicamente hundido y cuyo mayor enemigo ha sido él mismo, habrá que ver de qué manera influye este triunfo en próximos partidos.

En lo referente al partido, no hubo mucho más allá del gol de Rachel Furness –su flamante nuevo fichaje–. El Liverpool buscó dominar el juego, de igual modo que ya hiciera contra otros rivales, e incluso pudo engordar el marcador. Si bien es cierto que controló –a su manera– el partido, se notaba por momentos que la tensión y ansiedad regresaban, sobre todo tras los intentos de unas Vixens que centraban cualquier aspiración atacante en Ebony Salmon y Olivia Chance. No obstante, esta vez la moneda cayó de cara y sus esfuerzos se vieron recompensados. Por fin ganó el Liverpool.
La jugadora de la semana ha sido Chloe Kelly. La joven de 22 años, la menor de siete hermanos, empezó jugando en el club infantil Queens Park Rangers y posteriormente ingresó en el Centro de Excelencia del Arsenal, donde formó parte de una de las hornadas de futbolistas más prometedoras de la cantera Gunner, compartiendo vestuario con jugadoras como Rianna Dean o Leah Williamson, hoy referentes en Tottenham y Arsenal.
Sin embargo, donde realmente se crió fue en los campos de fútbol de Ealing, al oeste de Londres, donde, siendo la única chica, practicó junto a sus hermanos mayores un fútbol callejero sin reglas. Algo que, según ella, le ha ayudado en su carrera. «Fue realmente competitivo. Siempre me trataron como a uno de ellos y no de manera diferente», dijo Kelly a BBC Sport. «Incluso los amigos de mis hermanos serían los mismos. Cuando nos vemos ahora tenemos ese respeto mutuo porque me ayudaron a llegar a donde estoy hoy. Realmente aprecio todo lo que han hecho por mí. Creo que soy una jugadora bastante hábil y eso lo aprendí jugando fútbol callejero».
La delantera tuvo que hacer grandes sacrificios cuando ingresó en la academia del Arsenal, aunque con ello tuvo la oportunidad de compartir vestuario con su ídolo, Kelly Smith. «Cuando subí al primer equipo, ella todavía estaba allí», dijo Kelly. «Fue una gran experiencia, pero fue un poco extraño. Al principio no quieres entrarles porque son tus ídolos y estás como ‘¡woah!’ Pero fue genial jugar con ella y aprender de ella”.
Kelly, que hoy deslumbra con el Everton en cada partido, confía en seguir creciendo para asentarse en la selección: «Mi tiempo llegará cuando esté lista. Puede que no sea ahora, pero dentro de un año o unos años más. No es fácil llegar allí, de lo contrario todas estarían allí. Phil viene a algunos de los partidos, así que tengo contacto con él entonces», reconoció en declaraciones a BBC Sports. Llegue cuando llegue, estamos ante una jugadora diferente que seguro que dejará una huella enorme en la WSL.