Hay elásticas que pesan. Y no por el material que las componen. Algunas tienen en su haber un valor añadido favorecido por el escudo que portan en la parte de alante. Otras, por el dorsal que alojan en la parte de atrás.
Cristiano Ronaldo abandonó el Manchester United en el verano de 2009, dejando vacío un dorsal ‘7’ con el que firmó nada menos que 118 goles en 292 partidos. Tres Premier Leagues, dos Carling Cups, una FA Cup, tres Community Shield, una Champions League y un Mundial de Clubes dejó el portugués en las vitrinas de Old Trafford. Durante su etapa de Red Devil, también ganó el Balón de Oro y fue nombrado dos veces consecutivas Mejor Jugador del Año en Inglaterra. Todo ello después de que Ferguson le asignara el ‘7’ aquel 16 de agosto de 2003 ante el Bolton.
Rocketman ha sido la última gran leyenda de la entidad en marcar una época con el mítico number seven. Pero, desde luego, no la única. La magia de Best, el carácter de Cantona o la clase de Beckham también tienen escrita con letras de oro una página en la historia del club mancuniano. Y es que los jugadores van y vienen, pero las leyendas siempre permanecen. Quizás por eso, llevar el ‘7’ desde la marcha del luso ha sido una carga que los demás herederos no han sabido soportar.
La desaprobación de Owen
El maleficio se estrenó con Michael Owen. El inglés aterrizó como agente libre en Manchester aquel mismo mercado con un aceptado rol de suplente. Pero para los aficionados no era suficiente. Old Trafford exigía un nuevo gran ídolo tras la marcha de Cristiano. Y The Golden Boy nunca lo fue. Sus agentes habían intentado colocarlo en varios equipos de la Premier, llegando incluso a difundir un tríptico con sus cualidades a modo de currículum. Las burlas no cesaron aquel verano de 2009, pero al final acabó recalando en el vigente campeón de la competición.
El ariete disfrutó de tres temporadas en el United, haciendo un total de 17 dianas en 52 encuentros. Pero si de él hubiese dependido, antes de firmar con los de Ferguson, habría regresado a la que un día fue su casa, el Liverpool: “Cuando Benítez dejó claro que no quería ficharme, volví a hablar con Ferguson. Él fue muy positivo conmigo. Tenía 29 años. ¿Debería haberme retirado allí?”, explica el jugador en el libro Ring of fire de Simon Hughes.
Aun así, tuvo tiempo de dejar su sello vestido de red devil. Seguro que los aficionados no olvidarán aquel gol en el descuento en el derbi de Manchester. Ahora, tras colgar las botas en el Stoke City en el año 2013, es comentarista de televisión e incluso se ha dedicado a la cría y competición de caballos de carreras.
Valencia: si funciona, no lo toques
El dorsal ‘25’ del United le vino a Luis Antonio Valencia como anillo al dedo. En una primera etapa con él a la espalda, el lateral —que por aquel entonces se las gastaba de extremo— se convirtió en uno de los ídolos de Old Trafford. En 2012, fue elegido por sus aficionados el mejor jugador de la temporada. Su golazo en Ewood Park frente al Blackburn Rovers aquel año todavía está en la memoria de los hinchas. Pero, aunque ha sido con facilidad el futbolista que más ha dignificado el ‘7’ desde la salida de Cristiano, el ecuatoriano más caro de la historia tampoco conseguiría librarse de la oscura maldición.
La permuta de dorsal solo le duró una temporada. Y parecía traer buenos presagios. El sudamericano dio un salto en popularidad portando una camiseta mágica. Y eso se tradujo en un gran rendimiento. Valencia comenzó la campaña como un tiro, sobre todo en el plano asistidor: tres pases de gol en los primeros nueve partidos.
Pero le pudo la superstición. Casualidad o no, el jugador sufrió unas molestias en la espalda que le privaron de minutos durante gran parte de la campaña. “No quiero que la gente piense que no estaba haciendo bien mi trabajo por la presión de usar el ‘7’. Supongo que puse el listón demasiado alto en 2012. Y luego tuve molestias en mi espalda, lo que no me permitió entrenar de manera adecuada”, reconoció el sudamericano a Mirror.
Valencia volvió a su añorado dorsal ‘25’ para disfrutar de una fructífera etapa en la banda derecha de Old Trafford. En sus 10 años como red devil, fue el primer capitán del equipo a partir de la marcha de Wayne Rooney, en 2017. “Te queremos, capitán”, rezaba un tweet de la cuenta oficial del club en su despedida.
El ‘annus horribilis’ de Di María
Van Gaal rompió el récord de transferencia británico para poner a Ángel Di María el ‘7’ del United. El club desembolsó una cantidad cercana a los 60 millones de libras en el verano de 2014. Tres goles y tres asistencias en el mes de septiembre le convirtieron en el Jugador del Mes en Old Trafford. Pero el hype por El Fideo pronto desaparecería de un plumazo.
El rosarino perdió la confianza del técnico, y la mala suerte con las lesiones supusieron para él un auténtico hándicap. El extremo se perdería 11 partidos aquella temporada por molestias y parecía tener la mente más fuera que dentro: “Cuando te peleas, las cosas ya no salen de la misma manera. No es la misma la relación y el técnico decide si juegas o no. Y al no jugar, te mata también”, declaró Di María a ESPN. Aunque la difícil estancia del jugador en Manchester no fue solo consecuencia directa de su rendimiento deportivo. Su mujer no quería vivir más en su casa de Cheshire después de sufrir un intento de robo a la fuerza mientras transcurría el encuentro de la segunda vuelta ante el Leicester.
Tras una temporada horrible, aterrizó en el París Saint-Germain, equipo con el que volvería a Old Trafford la temporada pasada. El Fideo, como era de esperar, fue recibido en un ambiente muy hostil que contagió incluso a sus excompañeros. Ashley Young lo empujó violentamente contra las vallas en una de las jugadas del partido. La acción del inglés fue el fiel reflejo de una afición enfervorizada, que llegó a lanzarle objetos durante el encuentro. El argentino completó una gran actuación con dos asistencias. Y dejó una icónica imagen simulando un sorbo a uno de los botellines de cerveza que le arrojaron.
Memphis quiso triunfar demasiado rápido
Memphis Depay volvió loca a media Europa con su gran temporada en Eindhoven en 2015. Arsenal, PSG y Liverpool pujaron por él. Pero los 31 millones de libras que ofreció el Manchester United fueron suficientes para el PSV. Extremo, Red Devil y con el dorsal ‘7’. Las comparaciones con Cristiano Ronaldo entre la afición eran inevitables. Y las expectativas para el jugador, aunque se mostró confiado en un principio, inasumibles.
Su rendimiento a las órdenes de Van Gaal fue de más a menos. Pero es que con Mourinho, llegó a niveles residuales. El United perdió dinero con Memphis. En enero de 2017, el club mancuniano lo traspasó al Olympique de Lyon por tan solo 18 millones de libras. Una auténtica catástrofe para la entidad.
“Todo el mundo sabe que mi etapa en el United no fue tranquila ni exitosa. No quise salir, como le habría pasado a cualquiera. Pero ahora miro atrás y me doy cuenta de que, gracias a ello, soy mejor futbolista”, declaró el tulipán cuando volvió a Manchester la temporada pasada para medirse al City en la Champions. Por su gran rendimiento en Francia, los aficionados llegaron a pedir su regreso, pues en su contrato existe una cláusula que otorga prioridad a los Diablos Rojos.
Demasiada presión para Alexis
El Manchester United hizo de oro a Alexis Sánchez en enero de 2018. El chileno dejaría su puesto a Mkhitaryan en el Arsenal, donde convirtió 80 tantos en un total de 166 partidos, para cobrar 400.000 libras semanales. El Niño Maravilla se convertía así en el jugador mejor pagado de la Premier League. Pero esa presión, sumada a la carga que supone llevar el ‘7’ en Old Trafford, acabaría por convertirle en una auténtica decepción.
El tocopillano se unió a los Diablos Rojos alcanzando un valor de mercado de 61 millones de libras, según Transfermarkt. Después de temporada y media en su segundo equipo en Inglaterra, disputó 45 choques, en los que firmó la triste cifra de cinco dianas. Su valor se vio reducido a la mitad y los medios cargaron muy duro contra él.
El contrato de Alexis sigue en vigor hoy día. Solo expirará en el año 2022, a no ser que ambas partes llegasen a un acuerdo. El internacional chileno se fue cedido al Inter de Milán en el mercado de verano, dejando desierto el dorsal ‘7’ en la plantilla del club de Manchester. Aunque Solskjær ha manifestado su intención de recuperar al delantero la próxima campaña: “Alexis volverá en verano y demostrará que estáis equivocados”. Parece ser que el último tren para Sánchez como red devil todavía no ha pasado.