Ilie Oleart

La Copa de la Liga resurge de sus cenizas

Tras los malos augurios del verano, la Copa de la Liga ha salido reforzada deportivamente durante el transcurso de la temporada. En buena medida, gracias al Bristol City.

Si las competiciones futbolísticas fueran una familia bien avenida, la Premier League sería el padre de familia, la Copa sería el abuelo venerable y la Champions League sería el tío rico que se fue a hacer las Américas y volvió con un pan debajo del brazo. La Copa de la Liga vendría a ser el hermano contrahecho de la FA Cup.

Una competición moribunda como esta, lo último que necesitaba era una bebida energética tailandesa como patrocinador y un par de sorteos fallidos a través de Internet. En el primero, los escasos espectadores del sorteo jamás lograron escuchar nada y se limitaron a observar cómo iban apareciendo emparejamientos imposibles. Aunque parezca imposible, los organizadores lograron superar su propio despropósito en el siguiente sorteo. En ese caso ya ni siquiera llegamos a ver imágenes tras más de una hora de retraso y la competición se limitó a compartir los emparejamientos sin mayor suspense.

Y, sin embargo, deportivamente la competición ha salido reforzada de esta temporada. Para empezar, ha servido como banco de pruebas del VAR. El partido de ida de semifinales entre Chelsea y Arsenal en Stamford Bridge fue el segundo partido en que se probó la nueva tecnología de vídeoarbitraje tras el Brighton-Crystal Palace de la Copa. La prueba resultó más o menos exitosa (dependiendo si le preguntas a Antonio Conte o no).

La Copa de la Liga de esta temporada nos ha deparado varios partidos apasionantes. El Arsenal parecía destinado a quedar eliminado en octavos ante el Norwich de segunda división hasta que irrumpió el joven Eddie Nketiah para empatar el partido en el minuto 85 y culminar la remontada en la prórroga. El Manchester City tuvo que recurrir a la tanda de penaltis en octavos ante los Wolves de segunda división y de nuevo en cuartos de final en Leicester. Pero el gran animador de la Copa de la Liga de este año ha sido el Bristol City.

El equipo de moda de la temporada en las redes sociales gracias a sus gifs de celebración de los goles ha batido un nuevo récord: estando en segunda división ha logrado eliminar a cuatro equipos de la primera. Comenzó echando al Watford en Vicarage Road tras derrotarle por 2-3. Luego venció al Stoke en casa con un plácido 2-0 y goleó al Crystal Palace de nuevo en casa por 4-1. Pero el momento álgido de la Copa de la Liga de esta temporada llegaría en su partido ante el Manchester United de cuartos de final.

El equipo de Lee Johnson protagonizó uno de los partidos más inolvidables de su historia tras vencer al todopoderoso United por 2-1. Joe Bryan adelantó al City en la segunda parte pero Zlatan Ibrahimovic igualó pocos minutos después. Korey Smith decantó el duelo en el tiempo de descuento para llevar la euforia a Ashton Gate. Una noche inolvidable para el club local y una excelente propaganda para la Copa de la Liga.

En semifinales, el Bristol City tratará de hacer historia eliminando a su quinto rival de Premier League, aunque en esta ocasión será un hueso duro de roer, nada menos que el intratable líder de la máxima categoría, el Manchester City. Sin embargo, en el partido de ida, el Bristol City logró contener las acometidas del equipo de Pep Guardiola gracias a un planteamiento valiente. Donde muchos equipos de la Premier League recularon y se limitaron a achicar agua dentro de su área, el Bristol City optó por adelantar la línea defensiva, presionar a su rival en campo contrario y tratar de robar el balón cuanto más arriba posible. «No nos contentaremos con ser unos dignos perdedores», afirmó su entrenador Lee Johnson.

En el Etihad, Bobby Reid adelantó al Bristol City al borde del descanso y, aunque Kevin De Bruyne empató a los diez minutos de la segunda parte, el Bristol City mantuvo la compostura durante casi todo el encuentro, hasta que el cansancio y la asfixiante presión del Manchester City desembocaron en el gol de Sergio Agüero en el tiempo de descuento. A pesar de todo, las espadas siguen en todo lo alto para el partido de vuelta de este martes. Ashton Gate se llenará para protagonizar la sorpresa última.

El miércoles, Arsenal y Chelsea se enfrentarán en el Emirates tras el empate a cero de la ida con el posible debut de Henrikh Mkhitaryan en el horizonte. Arsène Wenger parece tenerle tomada la medida al equipo de Antonio Conte tras el triunfo contra pronóstico en la final de la pasada FA Cup y los síntomas con los que llegan ambos equipos parecen contrapuestos a pesar de sus respectivas posiciones en liga. El Arsenal llega casi al completo mientras que el Chelsea comparecerá con las bajas sensibles de Cesc Fàbregas y Álvaro Morata. Unas semifinales apasionantes que seguirán reactivando una competición que arrancó en agosto bajo los peores augurios.

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