Iker Caperochipi

La encarnizada pelea por Europa

La lucha por entrar en las posiciones europeas está más caliente que nunca. Con 29 jornadas disputadas, seis puntos separan a siete equipos, desde el quinto, el Manchester United, hasta el undécimo, el Crystal Palace.

Desde la llegada de la nueva época hegemónica del Big Six, la pelea por los puestos europeos se ha transformado por completo. La Premier League establece que los cuatro primeros (el cuarto va al play-off) se clasifican a la Champions League. El quinto clasificado pasa a Europa League acompañado por los ganadores de la FA Cup y la EFL Cup. Desde 2013 ningún equipo fuera del Big Six ha sido capaz de levantar ninguna de las dos copas, y desde 1988 solamente el Wigan Athletic, el Everton y el Blackburn lo han hecho. Por ello, se ha vuelto tradición que el sexto y el séptimo ocupen esta plaza europea.

 

Esto desemboca en una encarnizada guerra que ha adquirido emoción extra este año. Así lo refleja la clasificación, donde 6 puntos separan a 7 equipos, desde el quinto (Manchester United), hasta el undécimo (Crystal Palace). El punto diferencial de esta situación ha sido la caída de nivel del Big Six. La estadística nos ayuda a entender la dimensión de los malos resultados de esta élite nacional que ha perdido gran parte de su hegemonía. En los últimos diez años, a estas alturas de temporada el cuarto clasificado jamás había tenido menos de 52 puntos. No obstante, en el momento actual el Chelsea marca la zona Champions con 48 puntos en las 29 jornadas disputadas. 

 

Trasladando esta comparativa al resto de las grandes ligas, la situación se muestra aún peor. En Italia, el Atalanta ocupa la cuarta posición con los mismos puntos pero con 4 partidos menos. En la Bundesliga el Bayer Leverkusen tiene un punto menos y también cuenta con 4 encuentros menos. En Francia el Lille lleva un punto más que el Chelsea con un encuentro de diferencia y en LaLiga Santander el Getafe marca la zona Champions con 46 puntos y 27 jornadas. La comparativa muestra el hecho de que esta atípica situación es un fenómeno nacional que tiene que ver con conjuntos como el Chelsea, Arsenal, Tottenham o Manchester United, que acostumbran a elevar el listón a níveles muy superiores a lo de este año.

El Chelsea es el espejo de esta caída de nivel, ya que después de una racha horrible de resultados, sigue conservando la privilegiada posición de Champions. El colchón de hasta 10 puntos que han tenido los Blues frente al quinto clasificado se ha desvanecido por completo, después de obtener 22 escasos puntos de los últimos 51 posibles. El bajón del conjunto londinense ha sido un golpe de realidad a una plantilla en la que poco a poco las carencias se van imponiendo a las fortalezas.

Pese a ello, la más que meritoria victoria frente al Everton supuso un amplio abanico de buenas noticias. Por un lado, el conjunto Blue rompió con una larga acha de 8 partidos sin dejar la puerta a cero. Además, Kepa volvió a ser titular y Mount volvió a marcar y a exhibirse. La clasificación para la Champions League pasa por recuperar el olfato goleador de Abraham y por el retorno de los lesionados Pulisic, Kanté y Hudson Odoi. La vuelta a la rotación y a las buenas sensaciones de Giroud podría ser el arma secreta de Lampard.

En el caso del Leicester, la otra gran sorpresa del inicio de temporada, el golpe de realidad ha sido igual de severo. Los pupilos de Brendan Rodgers mantuvieron el pulso al Manchester City por la segunda plaza durante mucho tiempo. Incluso tuvieron una ventaja de 15 puntos respecto al quinto clasificado. No obstante, los 8 últimos puntos cosechados de los 27 posibles les han hecho retroceder. Esta mala racha coincide con la sequía goleadora de Jamie Vardy, estrella y emblema del club. El goleador inglés anotó 11 goles en las 8 victorias consecutivas del club, y, sin embargo, hasta su doblete de este lunes en la victoria ante el Aston Villa había estado diez encuentros sin marcar. El mal desempeño de los aspirantes a las zonas europeas hace que pese a todo ello se mantengan terceros con una ventaja de 5 puntos. Una renta que debería ser más que suficiente al estar liberados de la mochila de jugar competición europea.

En la despiadada lucha que se acontece, el Manchester United tendrá un cartel protagonista. Entre todas las competiciones, el conjunto de Solksjaer lleva 9 partidos sin conocer la derrota y ya está quinto a tres puntos del Chelsea. Sin Rashford ni Pogba, los Red Devils han encontrado su nuevo talismán en la figura de Bruno Fernandes. Desde las navidades, en estos 9 partidos sin perder, el equipo ha encajado 2 goles en total frente a los 21 anotados. La tarea pendiente del técnico noruego es trasladar la regularidad competitiva a la Premier League. El retorno inminente de Pogba y la vuelta de Rashford a finales de abril pueden ser decisivos en la lucha por entrar en Champions. La excelsa actuación en el derbi de Manchester da alas a un equipo rejuvenecido donde la ilusión ha regresado con más fuerza que nunca.

Otro gran aspirante que se mantiene expectante a la sombra del Manchester United es el Wolverhampton, uno de los equipos de moda en Europa. El gran estado de forma del tridente ofensivo es el principal argumento de un club que practica un juego muy atractivo. La imprevisibilidad de Adama Traoré, Diogo Jota y Raúl Jiménez es una sólida baza que pocos equipos han sabido controlar. El principal problema parecen ser la plantilla y las rotaciones. Pese a que el club haya salido reforzado del mercado de fichajes, la plantilla sigue siendo corta, y Nuno Espíritu Santo deberá gestionar los esfuerzos entre la liga doméstica y la Europa League. Observando la competencia y la dinámica de algunos de sus rivales como el Manchester United, todo apunta a que el Wolves peleará por mantenerse en esas plazas que le aseguren otro año en Europa League.

Al igual que el Manchester United durante este año, otro grande de la Premier League que no está cumpliendo las altas expectativas es el Tottenham. Los primeros partidos de la etapa Mourinho transmitieron sensaciones muy positivas, pero las lesiones de Kane y Son, la marcha de Eriksen y la irregularidad mostrada han impedido que el equipo alce el vuelo. Pese a fichar a Bergwijn, la plantilla carece de un ‘9’ que sustituya al ausente Kane, y a estas alturas de la temporada eso puede volverse muy en contra. El equipo ya está acusando estos problemas de confección de plantilla, y la actual dinámica no invita al optimismo. Los cinco últimos partidos se han traducido en 4 derrotas y un empate que han dejado al equipo a 7 puntos del Chelsea y con medio pie fuera de la Champions League. La probable eliminación sería una gran decepción para la entidad londinense, pero podría ayudar en aligerar la carga de partidos y en afianzar su candidatura para un cuarto puesto cada vez más improbable.

Por otro lado, con un contexto y unas expectativas totalmente opuestas, nos encontramos con el Sheffield United. El conjunto de Chris Wilder es una de las revelaciones y sorpresas más gratas de la temporada, y no sería descabellado verles el año que viene recorriendo los grandes campos de Europa. Ahora mismo se encuentran a 5 puntos del Chelsea, pero con un partido por disputar. Los Blades caminan sobre los grandes de Inglaterra sin presión alguna, totalmente liberado de expectativas y exigencias. Esto les hace aún más peligrosos. Wilder ha construido un engranaje que es una garantía en la parcela defensiva y la regularidad del equipo puede ser clave para evitar debacles de última hora en el tramo final de la temporada. Por todo ello, todo apunta a que el Sheffield United será uno de los candidatos a arruinar los objetivos de los grandes clubes nacionales.

Entre ellos el Arsenal, navegando otro año más en los mares de la mediocridad. El desastroso inicio de campaña ha lastrado al conjunto dirigido por Mikel Arteta, que ha necesitado mucho tiempo para poder acercarse a dar con la tecla correcta. En el momento actual la dinámica del equipo es positiva. En los últimos 13 encuentros, el Olympiacos ha sido el único equipo capaz de doblegar a los londinenses. En esa buena racha, el equipo ha encajado 9 goles y ha anotado 21. Incluso durante las buenas dinámicas, la poca superioridad que muestra el equipo sobre sus rivales se traduce en numerosos empates y en tropiezos dolorosos. Entre ellos la derrota frente al Olympiacos, que ha arruinado el sueño Gunner de hacerse con la Europa League después de haberla perdido en la final el año pasado. No obstante, esta desafortunada caída puede convertirse en un punto diferencial de cara a competir por entrar en las primeras 6-7 posiciones. A falta de jugar contra el Manchester City, los 8 puntos de diferencia con el Chelsea se antojan como una distancia demasiada larga para pelear por entrar en Champions.

Más lejos en la tabla nos encontramos con una tierra de nadie formada por el Burnley, Crystal Palace, Everton o Newcastle, exentos de preocupaciones de cara a la permanencia, pero lejos de las aspiraciones europeas. Aspiraciones que se están vendiendo a precios muy baratos. Todo ello por el actual bajón de la mayoría de los componentes del Big Six. Una mala noticia para el nivel de élite del fútbol nacional, pero una excelente novedad para la igualdad de la liga y para los ojos del espectador neutral. Un espectador que podrá disfrutar de 11 jornadas de auténticas finales. Pies en tierra y emociones en las nubes. Muchas aspiraciones y todo por decidir.

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Iker Caperochipi