El fútbol es de las cosas más cíclicas que existen en el mundo, y no por repetitivo, sino por dificultoso. Es muy complicado cerrar una etapa gloriosa en un club, y mucho más difícil que ésta venga seguida por más gloria. A día de hoy un claro caso es el del Manchester United, que todavía no se ha conseguido reponer de la marcha de Sir Alex Ferguson, pero no por ser el más llamativo, es el único caso.
Estos días en que el Sunderland está tan de moda por ser incapaz de volver a Championship tras dos descensos consecutivos, esta triste historia evoca a rememorar otros casos de clubes históricos que ya pasaron por la tercera categoría del fútbol inglés y a los que les costó salir. Aunque hay distintos casos especialmente duros, como el del Leeds United o el Sheffield United, hoy nos atañe el Nottingham Forest y una de sus noches más tristes.
Corría el final de la campaña 2006/2007, la segunda consecutiva del Forest en League One tras un descenso traumático y una primera temporada en la que no consiguieron meterse en Play Off a causa de un mal inicio. Colin Calderwood, entrenador que venía de hacer un buen papel en el Northampton Town, era el encargado de reenganchar a la afición y a la entidad a la lucha por volver a Championship. No era fácil la tarea, y la paciencia escaseaba por entonces en City Ground, pues en trece temporadas desde la marcha de Brian Clough, era el duodécimo entrenador que tenía el club.
La temporada no fue mala del todo, con una plantilla llena de jugadores de mucho talento y también de veteranía. Futbolistas de mucho nivel, como David Prutton, Paul Smith, Kris Commons, Scott Dobbie, Grant Holt, Wes Morgan, Lewis McGugan o Lucke Chambers, todos ellos con una fructífera carrera más adelante en Championship, e incluso en Premier League.
La mala suerte del Forest, que por aquel entonces parecía mirado por un equipo de tuertos, fue que la zona que unía Play Off con promoción automática estaba tremendamente igualada, y se mantuvo una pelea intensa hasta los últimos partidos con el Bristol City y el Blackpool. Subieron los primeros, los Seasiders quedaron terceros, y el Forest cuarto, con una diferencia entre ellos de tres puntos. El Yeovil esperaba a los de City Ground en la semifinal del Play Off de ascenso.
Tras una plácida velada de ida, en la que el Nottingham Forest ganó por 0-2 en Huish Park, todo hacía indicar que los visitantes lo tenían hecho para pasar a la final por la promoción en Wembley.
El miércoles 16 de mayo de 2007 se disputaba la vuelta en un abarrotado City Ground. El Forest por fin reenganchaba a su afición, ilusionaba, y hacía creer a los incrédulos. La campaña no había sido mala del todo, y los hinchas se volcaron para demostrar que todavía quedaba orgullo en esas almas.
Pero cuando no parecía haber peligro, se torcieron irremediablemente las cosas. El Yeovil planteó un partido repleto de jugadores con vocación ofensiva y un fútbol rudimentario que buscaba generar ocasiones de cualquier manera. Futbolistas veteranos con pasado en el primer nivel como Marcus Stewart, otros veteranos que venían de ascender con el Yeovil como Forbes, Lindegaard, Guyett o Nathan Jones, el cual jugó en España y es un buen entrenador en la actualidad, y jóvenes que empezaban a asomar la cabeza en el fútbol profesional como Chris Cohen o Aaron Davies.
La primera parte se saldó con un preocupante 0-1 con gol de Davies en el 22, y las caras de angustia en las gradas reflejaban que podía ser una mala noche. Pero Dobbie en el 47 se encargó de apaciguar los ánimos poniendo el 1-1. Todo parecía controlado, hasta que en el minuto 82, se empezaron a desencadenar acontecimientos de una obra dramática.
Tras un disparo desesperado desde fuera del área de Jean-Paul Kamudimba-Kalala que dio en el larguero, el defensa Alan Wright tocó sin querer el balón, y se lo introdujo desde la frontal del área en propia puerta. El 1-2 llegó y las piernas de los Reds empezaron a temblar. Tanto temblaron que cinco minutos después, en el 87, Marcus Stewart ponía el 1-3 y enviaba la eliminatoria a la prórroga, no sin antes ver cómo David Prutton era expulsado en el cuadro local al finalizar el tiempo reglamentario.
El miedo asomaba, y al Nottingham Forest no le salía nada bien. Al minuto de comenzar el tiempo extra, un balón largo del Yeovil llegó a Morgan, sí, Wes Morgan, y le dio un paso flojo y sin tensión a Paul Smith, el portero, el cual no llegó. Lee Morris se adelantó, y tras sortear a Wright y alejarse un poco de Smith, ponía el 1-4. Gary Holt ponía un minuto después el 2-4 y el 4-4- en la eliminatoria, la cual encaminaba la tanda de penaltis.
Corría el minuto 109, y las piernas pesaban, pero eso no fue impedimento para que, con un Forest volcado y su defensa desordenada, Davies se desmarcase tras un pase de Stewart y pusiese el definitivo 2-5.
El Nottingham Forest perdía, por segundo año consecutivo, la posibilidad de salir de League One, una categoría que parecía maldita para los del City Ground. El Yeovil perdería en Wembley ante el Blackpool, que finalmente sería el equipo que ascendería a Championship.
El Forest tuvo que esperar a la temporada siguiente, y como culmen por el desastroso 2-5 en casa ante el Yeovil, los de Calderwood ascendieron en Huish Park, contra aquellos que le derrotaron hacía un año, pero esta vez subieron de manera directa. Como anécdota de aquel 2-5 queda que Aaron Davies y Chris Cohen fueron fichados ese mismo verano por el Nottingham Forest, este último llegando más tarde a ser capitán.