Cynthia Serna

La goleada de la incertidumbre

La cantidad y la calidad beben de raíces distintas, y si la goleada de Inglaterra frente a Panamá deja algo claro, es que las dudas sobre la capacidad de los jugadores de Southgate de dar la sorpresa no se disiparán hasta que los ingleses tengan un verdadero desafío presente.

Parecía que el guion del partido se repetía. Inglaterra conseguía adelantarse en los primeros diez minutos del partido también por medio de un balón parado, esta vez de la mano de John Stones.

Parecía también, unos instantes más tarde, que Panamá no tenía dificultades para llegar a la portería de Jordan Pickford, así como dejar claro que habían venido a bailar un vals con los ingleses en el área y que los abrazos y los agarrones eran parte de su plan para parar a los leones.

Parecía que los ingleses podrían volver a complicarse demasiado las cosas y dejarlo todo para el minuto 90 del encuentro, pero esta vez la realidad fue mucho más complaciente que la ficción. Inglaterra consiguió golear a una inferior Panamá y certificar su pase a octavos en esta copa del Mundo, donde se jugará la primera plaza de grupo el próximo jueves 28 frente a Bélgica.

La última vez que los Three Lions consiguieron marcar cuatro o más goles en una cita mundialista fue en la final de 1966, cuando el trofeo se quedó en la casa que vio nacer el deporte más seguido del planeta. Los seis goles contra Panamá de hoy no certifican todavía la gloria: el rival ha sido flojo, ha cometido penaltis muy básicos en el área a base de empujones y no ha tenido la calidad suficiente para plantarle cara a los jugadores de Gareth Southgate. Tampoco la puntería ha sido su aliada. Sin embargo, las ilusiones del conjunto inglés están en alza. 

Un hat-trick de Harry Kane, que con cinco goles se convierte en el máximo goleador de lo que llevamos de Mundial, un doblete de John Stones y un gol de Lingard han catapultado a los ingleses a una más que contundente victoria y han reiterado la importancia del partido frente a Bélgica. Con los mismos puntos y la misma diferencia de goles, un empate entre ambos conjuntos el próximo jueves supondrá que el fair play deberá hacer acto de presencia: el que menos tarjetas de ambos conjuntos tenga, se convertirá en el cabeza de grupo. Si llegaran a empatar incluso en esto, se haría de forma aleatoria.

En 152 minutos de juego, Kane lleva los mismos goles que Lionel Messi en 1444, cinco. El delantero inglés viene hambriento, con ganas de dar guerra, y eso siempre es una ventaja para los ingleses. Kieran Trippier ha convertido al balón parado en uno de los grandes aliados de los Three Lions en este mundial: sus cuatro primeros goles en Rusia se marcaron por medio de una falta o córner, y no fue hasta el gol de Lingard que marcaba el 3-0 que el tanto se produjo a través del juego directo.

Sin embargo, la goleada sigue sin mostrar un verdadero plan para esta Inglaterra con más sueños que estrategias, con más peros que afirmaciones. Túnez y Panamá no han demostrado ser rivales suficientes para ellos, y al igual que la ilusión está en alza, el batacazo puede ser estratosférico cuando se enfrenten a equipos situados un par de escalones por encima.

Los aficionados han depositado todas sus esperanzas en este grupo de jóvenes y Kane está comenzando a desmentir sus más que recurrentes pesadillas. La propia prensa nacional, el caballo de Troya de la selección que en numerosas ocasiones quita más que da, está viviendo estos dos primeros partidos con un positivismo y una esperanza alentadora.

Para los ingleses, los seis goles de hoy han sido el aperitivo de un menú que tira más al plato combinado que al de estrella Michelin. Quizá el primero ha sido suficiente contra rivales como Panamá y Túnez, pero no lo será cuando se tengan que enfrentar a una selección superior tanto técnica, física como mentalmente. El propio Southgate ha confirmado tras el pitido final que no estaba contento con el partido, sobre todo el principio y el final, donde parecía que los panameños recuperaban el control del partido y mostraban las carencias y huecos que los ingleses habían dejado sin protección.

Ya dije hace un par de días que esta Inglaterra tenía un toque diferente: quizá no sean los 23 jugadores más talentosos de la historia de la selección, pero entre todos han conseguido unirse para vivir este Mundial de Rusia sin la presión con la que sí contaban otras generaciones previas. Quizá sea muy arriesgado apostar por ellos, y la goleada de hoy demuestra que la cantidad en nada tiene que ver con la calidad, pero hasta que una verdadera prueba de fuego no se ponga por delante, esta Inglaterra dejará unas dudas que deberá disipar por medio de la sorpresa y la frescura. 

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Cynthia Serna