Claudio Ranieri, Arsène Wenger, Mauricio Pochettino, Pep Guardiola, José Mourinho, Jürgen Klopp, Ronald Koeman, Slaven Bilic, Antonio Conte, Walter Mazzarri… la Premier League reunirá la próxima temporada a algunos de los entrenadores más laureados del mundo. Técnicos de prestigio procedentes de todos los rincones del mundo que pondrán a prueba sus diferentes modelos de juego en una pugna desconocida hasta ahora.
Dos ligas de Portugal, cinco Serie A, cinco Bundesliga, cuatro ligas de España, seis Premier League, cuatro Champions League… es la suma de los entrenadores que coincidirán en la próxima edición de la primera división inglesa. Ninguna liga en el mundo puede presumir de tal colección de títulos.
Pero, ante todo, la Premier League 2016-17 nos deparará un enfrentamiento directo entre estilos antagónicos. El rival a batir será Pep Guardiola y su fútbol asociativo. El máximo adalid de esta corriente futbolística que ha plasmado en FC Barcelona y Bayern Múnich, tratará de exportar su estilo a las Islas, un terreno desconocido para él. Para hacerlo, deberá reconstruir la plantilla heredado de Manuel Pellegrini, comenzando por atrás. En el fútbol de posición adquiere una importante mayúscula el juego con los pies del portero y el rol de los centrales en la salida de balón, amén del medio centro defensivo. Será, sin duda, el mayor reto en la carrera del entrenador catalán.

Guardiola no será el único defensor del fútbol de posición. Arsène Wenger defenderá su propia versión, más adaptada a las rápidas transiciones del fútbol inglés. Wenger tiene una plantilla confeccionada a su antojo con el paso de los años a la que ha añadido ya a Granit Xhaka, un medio centro rocoso que sus aficionados llevaban años implorando. Si el técnico alsaciano logra incorporar también un delantero centro goleador (léase un Gonzalo Higuaín), los Gunners podrían volver a competir por la liga.
En esta misma corriente cabría incluir a otros dos entrenadores. Por un lado, Mauricio Pochettino, que ha llevado a los jóvenes Spurs a luchar por la liga esta temporada y que competirá en la próxima Champions League. Formado como entrenador en el Espanyol, Pochettino coincidió en su etapa como técnico perico con la era Guardiola en Barcelona y eso posiblemente influyó en su visión como técnico. El otro es Ronald Koeman, que pasó por el Barcelona como jugador y como miembro del cuerpo técnico de Louis van Gaal. En su etapa como jugador del Barça estuvo a las órdenes de Johan Cruyff y coincidió en la plantilla con Pep Guardiola. Sus influencias son las mismas y eso se puede percibir en sus equipos.
Junto a la corriente del fútbol de posición, la escuela de las transiciones rápidas. Por un lado, José Mourinho, flamante nuevo técnico del Manchester United, su antiguo escudero en el Real Madrid, Aitor Karanka, que ha ascendido con el Middlesbrough. Vilipendiado a menudo por su supuesto fútbol defensivo, la realidad es que los equipos de Mourinho suelen practicar un fútbol ofensivo, vertiginoso, apoyado en transiciones ofensivas veloces. Su primer Chelsea batió el récord de puntos en la Premier League. Su Real Madrid batió el récord de goles en la liga. Su segundo Chelsea fue una máquina de triturar rivales hasta que el engranaje encalló esta temporada y acabó explotando. Si logra atraer a los jugadores apropiados (un central, un medio centro, un delantero centro), el United volverá a ser un rival temible.
Jürgen Klopp y su famoso gegenpressing se alinea tácticamente junto a Mourinho. En sus primeros meses al frente del Liverpool ha logrado conducir al equipo hasta la final de la Europa League. Eso sí, renunciando a competir en la Premier League, donde el equipo finalizó en octavo lugar, una posición que le permitirá esquivar los rigores de la segunda competición europea la próxima temporada y centrarse en la competición doméstica. El alemán ya ha incorporado al portero Loris Karius y al central Joel Matip y sigue trabajando en convencer a Mario Gotze de abandonar el Bayern de Múnich, lo cual se antoja complicado. El técnico germano está trabajando a destajo para sumar las dos tres o tres piezas que le permitan plasmar sobre el césped su fútbol basado en transiciones ofensivas veloces.
En esta corriente podríamos añadir también a Slaven Bilic. Su West Ham se ha encontrado muy cómodo como visitante esta temporada y cuando se ha enfrentado a los grandes de la liga, porque ha podido replegarse y aprovechar los espacios a la contra. En los encuentros en que el croata ha estimado que su equipo debería asumir el peso del encuentro, ha recurrido a menudo a Andy Carroll y a un fútbol más directo del que han practicado los Hammers esta temporada.

Por otro lado encontramos la escuela italiana, que estará representada en esta ocasión nada menos que por cuatro técnicos: Claudio Ranieri, Francesco Guidolin, Antonio Conte y Walter Mazzarri. Fieles a la escuela transalpina, los cuatro coinciden en su versatilidad táctica, que les permite cambiar de sistema y estilo según las circunstancias sin aferrarse rígidamente al libreto. Ranieri ha alcanzado el éxito con un sistema clásico de 4-4-2 y un estilo de contraataque. Guidolin ha tratado de mantener la cultura de posesión del Swansea pero añadiendo un punto más de pragmatismo, como ya hizo Paulo Sousa en su día. Conte y Mazzarri aterrizan por primera vez en la Premier League y su apuesta es todavía una incógnita. Posiblemente, dependerá de las piezas a su disposición.
Finalmente, tenemos a la escuela autóctona, que apuesta en general por el fútbol directo (aunque existen matices importantes). Los exponentes más claros son Sam Allardyce, Tony Pulis y Steve Bruce. Eddie Howe y Mark Hughes han exhibido algo más de sofisticación en Bournemouth y Stoke City. En un punto intermedio entre ambos extremos se encuentran Sean Dyche y Alan Pardew, técnicos de Burnley y Crystal Palace respectivamente.