Desde su última temporada en la Premier League, los Wolves han vivido en una montaña rusa. En sus últimas siete temporadas, los Wolves han vivido dos descensos (consecutivamente de Premier a League One) y otros dos ascensos. Pero esas penurias parecen haber quedado atrás tras la compra del club por parte del grupo chino Fosun International en el verano de 2016 por 45 millones de libras.
Esta temporada, los Wolves se han proclamado campeones de Championship con una autoridad desconocida en una de las divisiones más duras y competitivas de Europa. Sin embargo, su éxito deportivo se ha visto empañado por las acusaciones dirigidas contra el club por clubes de Championship así como la investigación realizada por la federación, la Football League (el organismo que coordina las divisiones segunda, tercera y cuarta del fútbol inglés) y próximamente la Premier League. El quid de la cuestión es la relación entre el club y Jorge Mendes, que podría vulnerar la prohibición de que entidades o particulares posean derechos sobre jugadores (TPO, por sus siglas en inglés). Solo clubes pueden ostentar la propiedad de los jugadores. Además, los clubes rivales de Premier League y Championship consideran que la presencia de Mendes otorga a los Wolves una ventaja competitiva ilegal.
El director general de los Wolves, Laurie Dalrymple, reconoció que Mendes era un “asociado reconocido” del club y amigo del propietario chino del club pero negó que eso vulnerara las normas, que estipulan que un agente no puede ocuparse de la contratación de jugadores de un club. Según Dalrymple, el papel de Mendes se limita a la asesoría: “Es alguien que nos da su opinión y consejo”.
Pero la realidad es otra. Según reveló David Conn meses atrás en The Guardian, fue Mendes quien identificó a los Wolves cuando el grupo chino quiso adentrarse en el negocio del fútbol después de que el presidente chino Xi Jinping hiciera un llamamiento en 2015 a expandir su poder en el mundo del fútbol. Peter Kenyon, exdirector general de Chelsea y Manchester United, y conocido socio de Mendes en la compra de la propiedad de futbolistas en el pasado, fue quien negoció la compra de los Wolves.
Basta un análisis superficial de la plantilla actual para comprender la influencia de Mendes. El entrenador, Nuno Espírito Santo, fue el primer cliente de Mendes hace 21 años. El segundo fichaje de Nuno fue Roderick Miranda, un defensa portugués de 26 años procedente del Río Ave. En verano de 2016, nada más comprar el club, los Wolves rompieron su récord de fichaje dos veces: primero pagando 7 millones al Mónaco por el portugués Ivan Cavaleiro. Luego, abonando 13,5 por otro portugués, Hélder Costa. El verano pasado, lo rompieron por tercera vez con el fichaje de Ruben Neves por 17.
Mendes tiene una enorme influencia sobre Valencia, Rio Ave, Benfica (donde también la tiene Foyo, la filial de Fosun), Oporto y Mónaco. Desde esos clubes han llegado a los Wolves jugadores como Neves, Miranda, Cavaleiro, Rafael Mir, Willy Boly, Ruben Vinagre, Joao Teixeira y Hélder Costa. Otros dos portugueses, Diogo Jota y Silvio Pereira, llegaron del Atlético de Madrid.

Como descubrió The Guardian, las relaciones empresariales entre Mendes y el grupo chino son complejas e intrincadas. Shanghai Foyo, una compañía que pertenece al presidente de Fosun, Guo Guangchang, posee el 20% de acciones en la agencia de Mendes, Gestifute. Además, en enero de 2016, Gestifute y Shanghai Foyo lanzaron una compañía de marketing y fútbol conjunta en China.
Por ahora, sin embargo, todas las investigaciones realizadas no han desembocado en nada. La federación inglesa ha aprobado la relación entre Gestifute y los Wolves. Según la normativa de la FA, las organizaciones intermediarias “no deberán tener intereses en un club” y un club “no podrá mantener intereses en los negocios de una […] organización intermediaria”. Tras examinar el asunto, la FA concluyó que los vínculos formales entre Fosun y Gestifute eran tan menores que no podían representar un “conflicto de intereses” según las normas de la federación.
Los siguientes en manifestar su preocupación por la forma en que conducen sus negocios los Wolves han sido los equipos de la Premier League. Los clubes de la primera división inglesa desean mantener conversaciones con el club para clarificar el rol de Mendes. Según el Daily Telegraph, varios clubes han mostrado sus reticencias en la última reunión de la liga respecto a un posible conflicto de intereses con el agente.
Estos clubes temen que la relación de Mendes con el club pueda otorgarles una ventaja competitiva ilegal en el mercado de fichajes, como supuestamente ha hecho en esta temporada de ascenso. Sin embargo, parece poco probable que los clubes puedan emprender acciones concretas contra el club o Mendes puesto que la normativa de la liga no establece normas para este caso concreto.
Una opción, según el Telegraph, sería introducir una norma que prohibiera el tipo de participación que Fosun mantiene en Gestifute. Algo que ya intentaron sin éxito los principales rivales de los Wolves esta temporada, incluyendo Derby County, Leeds United y Aston Villa. De hecho, el dueño del Leeds, el italiano Andrea Radrizzani, reaccionó a la derrota de su equipo ante los Wolves lanzando un ataque furibundo a través de Twitter alegando que la presencia de Mendes estaba adulterando la liga.
La Football League respondió a las quejas de estos clubes anunciando que el asunto había sido presentado en una reunión de su junta “a causa de las quejas recientes de varios clubes”. Según la liga, “el club fue informado explícitamente en julio de 2016 [cuando Fosun adquirió la propiedad] de todos los requisitos que debía satisfacer como parte del cambio de propiedad y los ajustes oportunos se implementaron para garantizar el cumplimiento de la normativa”. La liga se puso en contacto con el club pero el asunto sigue sin resolverse porque estos últimos no respondieron a las peticiones de la liga. En cualquier caso, ahora los Wolves pasarán a regirse por las normas y la autoridad de la Premier League, así que la Football League ya no está legitimada para sancionarle.
La influencia de Mendes no solo ha sido criticada desde fuera del club. Paul Lambert, actual entrenador del Stoke City, acabó harto de la intromisión del agente portugués en todas las operaciones del club. Lo mismo le sucedió al director general Jez Moxley, que rechazó continuar en su puesto tras la compra del club por capital chino por temor a que Mendes interfiriera en su trabajo.
Además de la relación con Mendes, los Wolves tienen otro asunto del que preocuparse: el cumplimiento de las normas de juego limpio financiero. En marzo, los Wolves anunciaron unas pérdidas de 23,8 millones de libras en la temporada 2016-17 y afirmaron que estaban realizando una evaluación mensual para asegurarse de que no incumplían la normativa de la Football League. En la primera temporada de Fosun en los Wolves, el club invirtió 30 millones de libras netos en fichajes y esta temporada han destinado una cantidad muy similar, 29. Unas cifras que podrían multiplicarse este próximo verano para seguir fichando jugadores de la cartera de Gestifute.