Héctor Farres

La última cena

Cinco equipos pelean por evitar el descenso en este final de liga. West Ham, Brighton, Bournemouth, Watford y Aston Villa, dos de ellos jugarán en Championship la próxima temporada.

 

El menú es el siguiente: la infinita nada.

La Primera League está a punto de tocar a su fin y hay varias tramas, hilos de los que tirar y equipos en los que fijarse. Menos en el Liverpool, que ya sabemos que ha tocado el Olimpo gracias a un señor con gafas, gorra y unas fundas dentales visibles desde la nave privada de Elon Musk. 

La pelea más interesante, quizás, es la del descenso. Cinco equipos haciendo méritos para bajar. Cinco pobres diablos que se esmeran cada tres días por perder la categoría y seguir los pasos del Norwich City, que ha conseguido su objetivo con mucha facilidad y merece toda nuestra admiración por ello. 

Quedan tres partidos y los puestos bajos se han convertido en una poza infecta, burbujeante y maloliente en la que todo puede pasar. Dos puestos para cuatro equipos abonados a la ley del mínimo esfuerzo, sin duda la ley de leyes, y otro que se ha visto arrastrado por la corriente balompédica como si fuera un niño belga de carrilleras rosadas en la playa de Gandía.

Se sientan todos ellos en una misma mesa, la de los dispuestos a comer con las manos, chuparse los dos dedos, romper las alitas de pollo con un sonoro crujido y eructar al ritmo de su corazón relleno de colesterol. La última cena — la de Jorge Javier Vázquez no, la de los condenados a muerte —. Pero, ¡oh, cielo santo! ¿qué modales son estos?

Aston Villa

Penúltimo y a seis puntos de conseguir salir del descenso. No sería descabellado comenzar a aplicar un reverendo tachón en el escudo del Aston Villa, uno igualito al del Norwich City. Es cierto que los villanos han ganado al Crystal Palace y han roto su racha negativa pero este triunfo llega tarde. Los pupilos de Dean Smith son más tiernos que el Día de la Madre y no tienen mimbres necesarios como para poder salvarse, al menos sobre el papel. El dato es claro: han tenido más polémicas con el VAR (2) que goles llevan sus delanteros sanos juntos (1).

El calendario de los villanos es bastante puñetero. Everton, Arsenal y West Ham en el partido final. Dando por hecho que sus competidores sumarán algunos puntos el Aston Villa está obligado a ganarlo todo y esperar. Por el momento, vayamos imaginando a Jack Grealish con la camiseta de otro equipo. 

Bournemouth

El proyecto de Eddie Howe parece haber tocado fondo. Está quemado, no da más de sí. De equipo revelación a emplearse a fondo por bajar en poco tiempo. Antes de golear al Leicester por 4-1 tenían a la parca detrás sonriendo mientras afilaba la guadaña. Entre esta victoria y la anterior han pasado nueve partidos, cinco meses y una pandemia mundial. La trayectoria del Bournemouth habla por sí sola. ¿Esperanza? ¿Qué es eso?

El calendario de los cherries, como le sucede al Aston Villa, tiene música. Manchester City, Southampton y Everton. Recen, recen todo lo que sepan. 

Watford

Lleva dos victorias consecutivas y es motivo suficiente para descorchar el mejor champagne que haya por casa sin cuidado de sacarle un ojo a alguien. También vale el vino de brick. No suele pasar muy a menudo que el Watford sume seis puntos del tirón. 

Quizás es el equipo que tiene el calendario más feroz de todos. De entrante, un duelo a vida o muerte contra el West Ham. De primer plato el Manchester City. De postre el Arsenal. Es el típico menú de degustación de 149 euros de restaurante con estrella. Con 34 puntos y justo por encima del descenso sería conveniente volver a poner el corcho, llevar a la abuela al ambulatorio y beberse de un trago el brick entero. Hará falta. 

West Ham

El West Ham es un experimento cuya finalidad todavía no se nos ha desvelado. David Moyes se ha puesto una bata blanca, unas gafas de científico loco y se pasea con una gran jeringuilla de líquido verde por el este de Londres. Absolutamente capaces de lo mejor y de lo peor. Resultados increíbles rebajados con collejas de realidad.

Hasta el momento el tapete de ganchillo encima del televisor daba más miedo pero Michael Antonio parece que ha despertado. Ocupa la 16ª posición con 34 puntos empatado con el Watford. Su futuro está supeditado a lo que suceda, precisamente, contra los hornets. Manchester United y Aston Villa, otro de los equipos sedientos del elixir de la vida, serán los otros dos rivales de los hammers en este tramo final. Mensaje para el señor muñeco de nieve: el West Ham le necesita.

Brighton

El que más posibilidades tiene de quedarse en la Premier League y el que menos ganas de descender ha demostrado. De los cinco implicados en la permanencia es lo más parecido a un equipo con cara y ojos. El menos desastroso, seguro. El colchón de puntos no es tan grande como para gastar la pirotecnia que sobró en San Juan, y más hilando dos derrotas, pero en este escenario da más tranquilidad Graham Potter que Chris Hughton. 

Con 36 puntos, en 15ª posición y con un calendario mucho más favorable que el de sus rivales sería una gran sorpresa que el Brighton colapsara y se viniera abajo como la bandeja de un camarero primerizo en pleno servicio. No.

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Héctor Farres