1. Un técnico anticuado y desfasado
Roy Hodgson tomó las riendas de la selección con 64 años y la deja con 68. Un innovador del 4-4-2 a finales de los años 70 en Escandinavia y principios de los 80, los métodos de Hodgson se han quedado anticuados y ha demostrado su incapacidad para competir contra otras selecciones en las grandes citas internacionales. En esta Eurocopa de Francia, sus decisiones han vuelto a revelarse catastróficas. Con 1-0 de ventaja ante Rusia en el debut, Hodgson optó por replegarse y defender el resultado. El resultado fue un empate in extremis de los rusos, una de las peores selecciones del torneo. Ante Islandia, Hodgson fue incapaz de cambiar el curso del partido al descanso. Con 1-0 en contra, Hodgson sustituyó a Eric Dier por Jack Wilshere. A los quince minutos de la segunda parte, realizaría un segundo cambio posicional, el de Jamie Vardy por Raheem Sterling. Jamás logró evitar una tragedia que parecía inevitable desde el 2-1 de los islandeses a los 18 minutos de juego.
2. La sequía de Harry Kane
Harry Kane logró 25 goles en la pasada edición de la Premier League. Una cifra que le valió para ser el máximo goleador del campeonato. Sin embargo, en Francia, el delantero del Tottenham ni siquiera logró inaugurar su casillero. A pesar de las repetidas oportunidades de Hodgson, Kane mostró una versión muy alejada de la del letal punta de los Spurs. Su desastrosa Euro fue coronada con sus erráticos lanzamientos de falta y saque de esquina.
3. El agotamiento tras una temporada muy larga
La intensidad de la Premier League siempre es citada como uno de los motivos por los cuales los equipos ingleses fracasan en las competiciones europeas. Lo mismo podría decirse de la selección. Dos de los tres jugadores de la Euro que más minutos han disputado esta temporada eran ingleses (Chris Smalling y Nathaniel Clyne). Ese cansancio acumulado ha pasado factura especialmente a los jugadores más jovenes, como el ya mencionado Harry Kane y, sobre todo, Dele Alli. Con 20 años, el centrocampista del Tottenham debutó en la Premier League esta temporada tras destacar en League One el curso anterior. Alli ha llegado a Francia muy mermado físicamente y ha sido una sombra del jugador que fue nombrado mejor jugador joven de la temporada en la primera división inglesa.
4. Wayne Rooney
Hodgson ha sido fiel a sus jugadores fetiche. Convocó a Jack Wilshere a pesar de haber disputado solo 150 minutos de competición durante esta temporada, en detrimento de otros centrocampistas como Danny Drinkwater o Mark Noble. Pero el caso más flagrante es el de Wayne Rooney. El capitán inglés ha completado la peor temporada de su carrera en el Manchester United, en parte arrastrado por el flojo rendimiento colectivo del equipo de Old Trafford y en parte por los continuos cambios de posición a los que le ha sometido Louis van Gaal. Hodgson tenía claro que su equipo eran Rooney y diez más. El técnico inglés optó por colocarle en el centro del campo del 4-3-3 y Rooney respondió en los primeros partidos pero sucumbió en el duelo decisivo ante Islandia. En la segunda parte, el jugador del United completó una de sus peores actuaciones en sus más de cien partidos con los Three Lions. Quizás el duelo ante Islandia sea el canto del cisne de Rooney con su selección.
5. Errores puntuales fatídicos
En un torneo corto como la Euro, los errores puntuales se pagan muy caros. Es el caso del empate en la recta final ante Rusia, que acabó provocando que Inglaterra fuera segunda de grupo y acabara en la parte difícil del cuadro (aunque al final fuera la modesta Islandia la que acabara con el equipo de Hodgson). Y también el de Joe Hart en el segundo gol de Islandia. Una vez más, un portero inglés condenaba a su selección al fracaso. Como David Seaman en la Copa del Mundo de 2002 ante Brasil. O Robert Green en la Copa del Mundo de 2010. Hart fue incapaz de detener el blando disparo de Sigthorsson que acabó decidiendo el partido y condenó a su selección a otra humillante derrota. Una más.