Es primeros de octubre y nos encontramos en el parón de selecciones, ese período de dos semanas donde dejamos de oír el ruido en la gradas, las celebraciones de los goles y los cánticos de los aficionados. El hincha aparca su bufanda y su camiseta en un rincón de la casa aguardando el regreso del fútbol, esa sensación que le recorre cuando se aproxima a su segunda casa, a su hogar de fin de semana, a esos 90 minutos que vive con pasión e ilusión. Estos días apenas hay noticias diarias sobre su amor, el escudo que hay en el corazón de la camiseta a duras penas logra abrirse hueco en las páginas de deportes de los rotativos diarios. Saber si su jugador favorito estará en el terreno de juego cuando él acuda a verle, conocer el estado físico de sus ídolos tras las batallas internacionales por todos los rincones del mundo. Es un periodo de letargo hasta poder sentir de nuevo por su venas la euforia del gol. Es una dura espera para ese aficionado que sigue sentado en el sofá de su casa esperando a que llegue el próximo domingo para echarse la bufanda por el cuello y tomar el camino al estadio.
A falta de una semana para que el balón vuelva a echar a rodar y dé comienzo la octava jornada, vamos a dar un repaso a las siete primeras citas. Sin muchas sorpresas, el Manchester City sigue cumpliendo la norma establecida, aquella que dice que es el favorito para conquistar la competición. Solo ha perdido un partido y fue el último ante el Tottenham, segundo en la clasificación. El Arsenal titubeó al principio, fenómeno que se repite cada año, pero logró superar ese bache y acumula cinco victorias consecutivas, motivo por el cual ocupa la tercera plaza. José Mourinho sigue buscando lo que necesita el Manchester United, ese ingrediente que David Moyes y Louis van Gaal no fueron capaces de hallar. Falta por ver si el portugués consigue recuperar al club mancuniano y el lunes en Anfield tendrá una prueba de fuego. El Chelsea sufre esa decadencia que se comenzó a vislumbrar la temporada pasada. No se entiende la posición del West Ham, ahora en descenso, con jugadores de un nivel más alto del que su juego refleja. Pero nos falta por hablar de uno de los cinco equipos londinenses que compiten en la Premier League. El Crystal Palace.
El equipo de Alan Pardew es el líder de la otra liga, es decir, si vemos la tabla de posiciones se puede observar que los primeros puestos son para los equipos más potentes a nivel financiero y de juego, pero si bajas la mirada vemos en octavo lugar al quinto equipo de Londres. En estos momentos está a solo cinco puntos de meterse en Champions y a dos de Europa League. Si se sueña se puede conseguir, como dirían los eruditos del deporte de balompié. Sin embargo, si siguen jugando a este nivel y son constantes podrán llegar a esa meta, nunca conquistada en su historia en la Premier League (su mejor posición fue la décima plaza de 2014-15). Para que quede claro, en el fútbol no se gana por coraje o por sueños sino con fútbol y eso lo ha demostrado el Crystal Palace en estos primeros compases de competición. Tiene en su haber once puntos. Si los desmenuzamos, se quedan en tres victorias, dos empates y dos derrotas, con 11 goles a favor y ocho en contra.
El inicio recuerda al del año pasado, es decir, un arranque prometedor con buenos resultados. En el curso anterior, llegaron a ser quintos a mitad de temporada. Sin embargo, el tramo final de temporada fue para olvidar y el equipo acabó cayendo al decimoquinto lugar. Se achacó los malos resultados a la lesión de Yannick Bolasie, ahora en el Everton, rival directo por esos puestos en la periferia de los grandes. Muchas cosas han cambiado desde entonces: Christian Benteke llegó para batir la portería rival cada jornada y llevar al palacio de cristal a lo más alto; a pesar de la llegada del belga, también se fichó a Loïc Remy. Alan Pardew era consciente que se podría repetir el mismo problema goleador de la temporada pasada, sin duda la gran carencia del equipo, que fue el que menos tantos anotó en 2015-16, solo 39.
Alan Pardew cambió la mentalidad de los Eagles, reestructuró el equipo tras el paso de Tony Pulis y consiguió sus primeros frutos. Una concatenación de circunstancias, entre ellas lesiones y un desorden táctico creciente, provocó el miedo en la grada. El aficionado que acude cada dos semanas empezó a sentir el miedo de verse en segunda pero finalmente lograron permanecer en la categoría. El técnico inglés ha reforzado la plantilla en todas sus líneas y ha conseguido formar un bloque sólido. Es el líder de la otra Premier, esa en la que los equipos pequeños (si es que en esta competición sigue existiendo esa cosa debido a su dimensión económica y global) luchan por seguir un año más en primera división.
Selhurst Park vuelve a disfrutar de sus chicos y en el mes de septiembre no les ha visto perder, con tres victorias y un empate, contra Middlesbrough, Stoke City, Sunderland y Everton. Lograron levantar los resultados de agosto, cuando cosecharon dos derrotas con el West Bromwich Albion y el Tottenham Hotspur. El próximo encuentro será con el West Ham, otro equipo de Londres que no está pasando por un buen momento de resultados. El Crystal Palace ha vuelto y para quedarse, su águila ya sobrevuela los cielos de la capital de Inglaterra con el objetivo de seguir en lo más alto y poder tener las mejores vistas, es decir, seguir un año más en la máxima categoría.