Leeds vs. West Brom
El Leeds de Marcelo Bielsa postuló su candidatura a ser campeón de Championship con una racha de resultados y de juego excelente. El conjunto de Elland Road alcanzó un momento de forma en el que parecían muy difíciles de vencer y alejó aquellas dudas que indicaban que los Whites tampoco volverían a Premier League esta temporada. Tras una racha mala entre finales de enero y principios de febrero cuando consiguieron solamente una victoria en cuatro partidos, Marcelo Bielsa modificó el sistema con un cambio táctico que permitió transformar la dinámica del equipo: colocar defensa de tres en un sistema complejo como es el 3-3-3-1, que es el que utiliza el técnico argentino. Esta variación táctica permitió encontrar la mejor versión de jugadores como el siempre infravalorado Stuart Dallas en el carril derecho, la mejor versión del interior Mateusz Klich o disipar dudas en torno a la figura de Helder Costa. Los Whites crecieron en un momento fundamental de la temporada y llegando al parón con cinco victorias y cinco clean-sheets en los últimos cinco partidos. El equipo de Yorkshire espera volver a mostrar esa versión que expuso antes de esta pausa y que le perfilaba como un candidato muy claro a reinar esta temporada en Championship.
Por el contrario, su inmediato perseguidor, el West Brom, no vivía un momento muy bueno cuando apareció la Covid-19. El equipo de Slaven Bilic, a pesar de encadenar seis partidos sin conocer la derrota en febrero, mostró su versión más pobre en las dos últimas jornadas antes del parón. Este pico bajo en el rendimiento de los Baggies se debe a una causa clara: Matheus Pereira. El mediapunta portugués es el jugador que dirige y focaliza el ataque y peligro del equipo de The Hawthorns. Si el jugador de Belo Horizonte no tiene su día, al West Brom le cuesta un mundo generar peligro. Con siete goles y dieciséis asistencias, las aspiraciones de ascenso de los Baggies pasan por la pierna zurda del ex jugador del Sporting CP. Además, será fundamental para el técnico croata que Romaine Saywers recupere el nivel que mostró a principio de temporada. El centrocampista caribeño es el primer hombre en salida del West Brom, permite disponer a Pereira de ventajas y siempre mejora la circulación del equipo cuando el balón pasa por sus botas. Si The Hawthorns quiere ser de Premier League la temporada que viene, Bilic debe recuperar la mejor versión de estos dos jugadores.
Unos aspirantes que dejan dudas
El Fulham es el equipo que puede frustrar los ascensos directos de Leeds o West Brom. O al menos así lo demuestra la clasificación de Championship. El equipo dirigido por Scott Parker llega a esta recta final asentado en una tercera posición que ha ocupado durante un buen tramo del campeonato. Con una de las mejores plantillas de la EFL, los Whites buscan volver a Premier League un año después de su nefasta temporada en la élite del fútbol inglés. Este Fulham que estamos viendo esta temporada es un equipo muy similar al que hace dos años con Slavisa Jokanovic ascendió a Premier League: busca construir la jugada desde atrás, propone un fútbol ofensivo y cuenta con un enorme potencial en la parcela ofensiva.
El equipo de Craven Cottage llegaba al parón inmerso en una dinámica notablemente buena, pues había perdido un partido de los últimos diez. A Scott Parker le ha costado bastante encontrar la solidez defensiva que, por fin, parecía haber encontrado en el mes de marzo con la llegada de Michael Hector, un central jamaicano muy poderoso que ha mejorado notablemente a los Whites en ese aspecto. De los equipos involucrados en la parte alta, el Fulham es el que cuenta con un calendario más complicado: en estas diez jornadas restantes, el equipo londinense deberá visitar a Leeds, West Brom y Nottingham Forest; además debe recibir al siempre complicado Cardiff City en el Cottage. Los Whites buscarán retornar a la máxima categoría del fútbol inglés, pero deberán enfrentar un último tramo que se antoja muy difícil.
Más alejado de los puestos de ascenso directo encontramos al Brentford de Thomas Frank, un equipo que en los dos últimos meses ha generado muchas dudas. Al contrario que otros años, esta temporada los Bees están siendo un equipo más resultadista que centrado generar buenas sensaciones a partir de un juego atractivo y ofensivo, que es la principal idea del técnico danés. El equipo londinense depende mucho de la inspiración de sus jugadores de arriba, el trío Benrahma-Watkins-Mbeumo, que es uno de los ataques más efectivos y productivos del Championship. A esto se le suma que Frank podrá contar con el español Sergi Canos para este tramo final, que se ha recuperado de una lesión grave que lo ha mantenido alejado un largo tiempo de los terrenos de juego.
Los Bees están asentados en esa cuarta plaza, aunque no deben confiarse pues el séptimo aprieta y solo está a cinco puntos. Los londinenses, en cuanto a juego se refiere, vivían antes del parón un momento que hacía dudar de su clasificación para estos playoffs: sumaron seis partidos sin conseguir la victoria, aunque consiguieron despejar dudas tras golear en el último partido ante el Sheffield Wednesday, endosándole un 5-0. Griffin Park está cerca de volver a ver de cerca unos playoffs de ascenso a Premier cinco años después, aunque para eso, como ya hemos comentado, su trío de ataque debe estar enchufado.
Empatados a puntos con el Brentford, está el Nottingham Forest. Los Tricky-Trees están viviendo una temporada fantástica, soñando con regresar a Premier League y con un entrenador como Sabri Lamouchi, que ha dotado a los Reds de un estilo de juego propio y que está haciendo disfrutar a la parroquia del City Ground. El entrenador francés ha construido un equipo que explota al máximo las transiciones ofensivas, que se siente cómodo en contextos donde no le importa ceder la posesión y que posee uno de los sistemas defensivos más eficaces de Championship. El Forest es un equipo muy interesante que, a pesar de lo comentado, no es que sea un conjunto demasiado fiable.
A los Reds le cuesta muchísimo generar peligro ante equipos que le proponen su propio plan: esperar atrás y explotar en transiciones. Esto lo podemos ver en partidos que el Forest ha sido el encargado de llevar el timón del encuentro como en las derrotas ante Millwall y Charlton. A la inversa, el Forest ha cosechado resultados excepcionales ante equipos de la parte alta, que buscan dominar a través de la posesión como el Leeds, ante quien empató en Elland Road y venció en City Ground, o ante el West Brom, con quien empató en The Hawthorns en un encuentro donde mereció ganar. Las ideas están claras, la afición ilusionada y un City Ground que sueña con ser de Premier League mucho tiempo después.
La pelea por el playoff
La derrota del Preston North End (PNE) en el último partido antes de la pausa permitió que todos sus perseguidores recortasen puntos y se acercarán a esa sexta plaza, que en esta reanudación defenderá el equipo de Alex Neil. La lucha por entrar en playoff lleva siendo una pelea excitante y emocionante varias temporadas consecutivas. Siempre viva e interesante hasta el final. Esta temporada no iba a ser menos: del sexto puesto al duodécimo puesto hay solamente cinco puntos. El PNE es el equipo que actualmente posee esa plaza que da el último acceso a los playoff de ascenso a Premier. Los Lilywhites llevan varias temporadas realizando un gran trabajo y en la actualidad está recogiendo los frutos de una excepcional labor de Alex Neil en el banquillo desde 2017. Un proyecto que alcanzaría con la clasificación a los playoffs su pico más alto indudablemente. El equipo de Deepdale no terminó en muy buena forma: encadenó tres derrotas consecutivas que permitió que los demás rivales le diesen caza. Para recuperar el tono y defender ese sexto puesto con uñas y dientes, Alex Neil deberá recuperar la mejor versión de Daniel Johnson y Alan Browne, los dos interiores del 4-3-3 del técnico ex del Norwich. Estos dos jugadores, que fueron parte del equipo que ascendió a Championship en 2015, son piezas fundamentales del equipo.
Su más inmediato perseguidor es el Bristol City, que posee un proyecto muy similar al del Preston. Proyectos a largo plazo que en la actualidad están alcanzado sus mejores versiones y que en temporadas anteriores han realizado un papel muy digno. El Bristol City del prometedor Lee Johnson ya sabe de temporadas anteriores lo que es quedarse a las puertas de entrar a esos playoffs. Los Robins tampoco llegaron al parón en dinámica positiva pues acumulan cinco partidos sin vencer. Por detrás aprieta un Millwall que desde la llegada de Gary Rowett vive un gran momento de forma. El exentrenador del Derby ha potenciado las virtudes de un equipo que se ha metido en la pelea por esa sexta plaza de manera sorprendente. Con un 4-4-2 claro y el juego directo como estilo, el último recuerdo que tenemos de los Lions antes de la Covid-19 no puede ser mejor: venció 0-3 al Forest en una primera parte demoledora donde Matt Smith hizo añicos la defensa local. El Millwall se quedó hace dos temporadas al borde de esa sexta plaza, y esta temporada quiere resarcirse de haber perdido aquella oportunidad.
Cardiff City y Blackburn Rovers son proyectos con jugadores experimentados que buscan colarse en esa sexta plaza tras un mal arranque de temporada de ambos. Los Bluebirds han mejorado mucho sus prestaciones desde que Neil Harris asumió el cargo: ha devuelto a los galeses ese juego directo que tantas alegrías le dio en la etapa de Neil Warnock. Por otro lado, los Rovers de Mowbray se encuentran en el mejor momento desde que consiguieron volver a Championship en 2018. Con una base de jugadores ya asentada desde el año del ascenso y la llegada desde abajo de prometedores jóvenes como Buckley o Travis, Ewood Park intentará disputar ese playoff en el que el Rovers no aparecía en las quinielas para disputarlo.
Equipos como Swansea, Derby y QPR aprietan desde abajo para colarse en esa última posición. Estos tres equipos tienen un denominador común: ambos clubes están apostando últimamente por jugadores jóvenes y canteranos del club. Por ejemplo, el Derby County de Cocu en su último partido, donde venció al Blackburn, alineó a cinco canteranos en el once inicial. Estos proyectos, a los que no se les tomaba en serio hace un mes, vienen pisando fuerte para conseguir la sexta posición.
Una dinámica peligrosa
El Hull City era el peor equipo del Championship antes de que la Covid-19 detuviese el campeonato. El equipo de Grant McCann encadenó catorce partidos consecutivos sin conocer la victoria que le propició pasar de una posición tranquila en la tabla hasta estar rozando el descenso. Con una defensa venida menos con el paso del tiempo, los Tigers son sin ninguna duda uno de los equipos favoritos a estar hasta el final en la pelea por no bajar a League One.
La decadencia del equipo de Grant McCann tiene una causa muy clara: la marcha de Jarrod Bowen y Kamil Grosicki, sus dos mejores jugadores. Entre ambos sumaban veinticuatro goles que habían permitido al Hull City asentarse antes del mercado invernal en una posición bastante tranquila. El vacío que dejaron estos dos jugadores en ataque se suponía inmenso y para sustituirlos se fichó a Marcus Madisson y Mallik Wilks, dos jugadores que hasta ahora no han rendido como se esperaba. Perder a sus dos referencias se le une a la mala suerte que ha tenido Grant McCann con las lesiones, lo que le ha obligado a tirar de jugadores de la cantera para completar convocatoria, o incluso alineaciones titulares. Ese mes y medio sin conseguir la victoria colocaban al Hull como un favorito claro al descenso, pero el parón puede que le venga bien: tiempo para recuperar a los jugadores psicológicamente y que jugadores lesionados como Reeece Burke, Eric Lichaj o de Wijs puedan volver a ser importantes para el técnico norirlandés.
Una apretada disputa por no descender
Hacía tiempo que en el Championship no veíamos la pelea por el descenso tan apretada como está en la presente temporada. Del 22º, quien marca el descenso, al 17º hay solo tres puntos de diferencia. La clasificación nos muestra que dos plazas de esas tres que mandan a League One parecen ser ya seguras: Barnsley, colista, y Luton, penúltimo, parecen sentenciados a regresar un año más tarde a League One, aunque aún es posible la permanencia, pues la salvación está a siete y seis puntos respectivamente. Los Tykes no encontraron con la llegada de Struber al banquillo ese cambio de dinámica que los había metido en la parte baja de la clasificación, aunque el equipo tiene mimbres para conseguir una permanencia que parece imposible: muchas de sus opciones pasan por el nivel que muestren sus dos hombres diferenciales, Conor Chaplin y Cauley Woodrow. Por otro lado, el Luton decidió durante la cuarentena cesar a Graeme Jones para traer de vuelta a Nathan Jones, quien hace dieciséis meses abandonó los Hatters cuando estaban al borde del ascenso a Championship para fichar por el Stoke City. Kenilworth Road sueña con una permanencia que se antoja difícil para una plantilla algo descompensa y que firmaba llegar vivo al final de temporada para luchar por no descender.
El equipo que marca el descenso es el Charlton Athletic de Bowyer, que tras una racha mala de resultado pasó de mitad de la tabla a meterse de lleno en la lucha por la permanencia. Los Addicks han sido otro de los equipos que han sufrido mucho las lesiones de jugadores importantísimos como la de su estrella Lyle Taylor, el goleador Macauley Bonne o la del fiable central galés Tom Lockyer. Con estos recuperados, Lee Bowyer intentará no regresar un año más tarde al lugar de donde tanto les costó salir.
Con el ya comentado Hull marcando la permanencia, equipos que han pisado recientemente Premier como el Huddersfield, Wigan, Middlesbrough o Stoke City se encuentran en serios apuros. Tanto como Huddersfield como el Boro están inmersos en proyectos nuevos con entrenadores jóvenes que no han terminado adaptarse del todo bien a la competición. El equipo dirigido por Danny Cowley, que cuenta con una de las plantillas más descompensada de la liga, ha muestra una versión irregular que no le ha permitido salir de abajo. Por otro lado, el Boro de Woodgate reúne una plantilla que combina experiencia (Howson, Clayton o Gestede) con jugadores jóvenes que están irruempiendo con fuerza como Spence, Tavernier o Pears. Los de Riverside, con una victoria crucial en un partido de tremebunda importancia ante el Charlton en la última jornada pre-parón, consiguieron un 0-1 que le sacaba de los puestos de descenso para introducir en esos puestos a su rival en aquel día.
Wigan y Stoke City llegaron al parón con buenas sensaciones. Por un lado, el equipo de Paul Cook consiguió romper su mala racha fuera del DW ganando en estadios como el Madejski o el Elland Road. Con el equipo hundido en el descenso, el mercado de invierno sentó muy bien al equipo del DW. Llegó Leon Balogun, un central del Brighton que se ha asentado en el once y que ha potenciado el aspecto defensivo del conjunto Latics de una manera brutal. Con él en el campo, los de Cook aún no conocen la derrota. El equipo de Greater Manchester vivirá un final de infarto teniendo que enfrentar a casi todos sus rivales directos como son Huddersfield, Barnsley, Charlton, Stoke o Hull City. Por otro lado, el Stoke es otro equipo desde la llegada de Michael O’Neill al banquillo. Con tres puntos de ventaja al descenso, los Potters han mejorado sus prestaciones defensivas desde la llegada del seleccionador norirlandés. El equipo está viviendo una pesadilla de temporada en la que se preveía como la que les otorgaría el regreso a Premier League dos años después.