Inglaterra regresa a las semifinales de una gran competición internacional dos años después del bronce en el Mundial de Canadá. Con un estilo muy combativo validaron su pase eliminando a la selección francesa y vengándose de la derrota de hace cuatro años en la Euro de Suecia, además de liquidar la racha de cuarenta y tres años sin derrotar a las galas. Las Lionesses no solo lograron el pase sino que aparecen como máxima favoritas para llevarse el cetro europeo.
Inglaterra se presentó en el césped de De Adelaarshorst en Deventer en muy buena disposición. Haber hecho del último partido del grupo un trámite permitió a diez de sus once titulares añadir un partido menos a sus piernas al ser suplentes frente a Portugal, mientras que las francesas llegaron a Deventer después de una titánica lucha contra Suiza, en la que jugaron con una jugadora menos durante muchos minutos, con la presión de tener que remontar el resultado y sus propias dudas para presentarse en cuartos de final. La pelea con las suizas trajo además las sanciones de un partido de Eve Perisset y Wendie Renard, dos importantes baja en la zaga gala.
El guion del partido continúo la línea de la primera fase en cuanto a estilo de juego. La posesión del balón mayoritariamente en pies de Francia pero con poca profundidad. Una defensa inglesa rocosa, con Millie Bright y Steph Houghton en el centro flanqueadas por Demi Stokes y Lucy Bronze, ambas laterales con menos libertad de ataque que en su club, el Manchester City. Por delante, inconmensurable Jade Moore, quién solo recibió un tirón de orejas de la colegiada húngara a pesar de sus reiteradas pero necesarias faltas. Jill Scott también colaboró arduamente en la faceta defensiva aunque la tarjeta amarilla recibida le impedirá participar en las semifinales.
El cuarteto atacante recayó de nuevo en los pies de Ellen White, Fran Kirby, Jordan Nobbs y Jodie Taylor, autora del gol de la victoria en el minuto sesenta de partido. A diferencia de partidos anterior, la primera línea de presión formada por estas tres jugadoras apretó mucho la salida del balón de la defensa francesa. Con esta premisa, el partido resultó tosco y duro, energético, como le va a Inglaterra. Los balones que llegaban a Camile Abily y Eugene Le Sommer, las jugadoras más peligrosas del equipo francés, fueron de poca calidad.
Tras una primera mitad de contadísimas ocasiones, los sucesos mejoraron en interés en la segunda. Bronze, con su habitual potencia, robó un balón en campo propio y lanzó el contrataque con una asistencia a Taylor que consiguió su quinto gol de la Euro y el pase a semifinales. El control orientado de la delantera del Arsenal es de ejemplo en las academias de jóvenes talentos. La media hora restante fue un equilibrio de sufrimiento y reafirmación del crecimiento de Inglaterra como equipo. La portera Karen Bardsley cayó lesionada en el minuto setenta y cinco y fue sustituida por la dubitativa Siobhan Chamberlain, que vio como Francia acosaba su área en los instantes finales. Sin embargo, fueron los mejores minutos de Inglaterra en lo que llevamos de torneo. Crecida, frente a un gran equipo al que de nuevo llevó al límite de su físico.
Holanda espera en semifinales. Las Tulipanes son un equipo fresco y rápido, con gusto por el ataque que con el apoyo de su afición ha encontrado en esta Euro una inmejorable oportunidad de escribir su nombre en la historia. Las holandesas vencieron a Suecia por dos goles a cero con mucha confianza y con la jugadora del Liverpool Shanice van de Sanden como máximo exponente. En la otra semifinal, Austria y Dinamarca se verán las caras. Las danesas derrotaron a la multicampeona Alemania en un partido espectacular que fue aplazado un día por la lluvia torrencial del sábado, mientras que Austria eliminó a España en los lanzamientos de penaltis. Los dos partidos de semifinales se disputarán el próximo jueves.
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