Dicen que con la edad uno gana sabiduría. Es esa sabiduría la que permite a muchos jugadores mantenerse en la élite. A pesar de que su físico probablemente no esté en ya en su momento cumbre, sus abundantes experiencias les dan una ventaja sobre jugadores más jóvenes. De la década de los setenta solamente queda un futbolista (que no sea portero) en la Premier League: Gareth McAuley. En una época en la que el constante debate sobre diferentes estilos futbolísticos impera, un «loco» señor galés que va siempre con una gorra puesta, Tony Pulis, se mantiene fiel a unos métodos que siempre le han dado réditos. Una forma de jugar directa y que exprime al máximo las jugadas a balón parado. En este estilo conocido como tradicional en Inglaterra, Pulis tiene junto a él al equipo más experimentado de la Premier League. Con una media de edad de 28,7 años, el West Brom es una rara avis.
En sus filas encontramos, como ya hemos mencionado, al jugador de campo más veterano de la máxima división del fútbol inglés. Gareth McAuley no tuvo ante sí una alfombra roja en sus comienzos como futbolista. De hecho, no muchos hubiesen presagiado que acabaría convirtiéndose en un defensa central titular en la Premier League. No sería hasta 2004 cuando el norirlandés desembarcó en el fútbol inglés, más concretamente en cuarta división. Fue escalando poco a poco, jugó en el Lincoln City, en el Leicester City y en el Ipswich Town (con éstos dos últimos en segunda división) hasta que llegó su oportunidad en la élite en 2011, ya con 31 años. Roy Hodgson le fichó para el West Brom y ha calado en el club Baggie. Indiscutible en sus cinco primeras temporadas, ya fuese con Hodgson, Steve Clarke, Pepe Mel, Alan Irvine o Tony Pulis, ahí ha estado. Al igual que en Francia el pasado mes de junio jugando con Irlanda del Norte su primer gran torneo de selecciones. Sus 36 años de edad todavía no parecen haberle alcanzado. Y mientras Pulis siga donde está, no da la sensación de que mucho vaya a cambiar. Como tampoco su pareja de baile; otro central alto, fuerte y experimentado: Jonas Olsson. De 33 años, el sueco ha formado con él una dupla inexpugnable en la defensa. Por delante de un portero, ya sea Ben Foster o Boaz Myhill (ambos de 33 años, también), curtido como ellos.
Pero no todos los jugadores adentrados en los treinta pululan por The Hawthorns. El Manchester United decidió construir su nuevo proyecto sobre varios pilares, uno de ellos el genio sueco Zlatan Ibrahimovic. Parece mentira que tenga ya 34 años, pero es así. Posiblemente uno de los mejores delanteros de todos los tiempos, ha decidido pasear sus habilidades por la Premier League en el ocaso de su carrera para devolver a los Red Devils a lo más alto de la mano de José Mourinho. Ha dejado huella en casi todos los equipos en los que ha estado. Y tras cuatro años en los que el fútbol francés ha sido su reino particular con el PSG, llega a Inglaterra por primera vez en su carrera para afrontar uno de los retos más complejos a los que se ha enfrentado. No son pocos sus detractores y los que dudan de él, precisamente por su edad. Pero su calidad indiscutible ha sido respaldada por cuatro goles en tres partidos con el Manchester United, los cuales han supuesto un comienzo realmente esperanzador. Otro viejo guerrero como Michael Carrick también se encuentra en las filas del equipo mancuniano. Varias temporadas son las que se lleva esperando una abdicación por parte del todavía cerebro del equipo, a sus 35 primaveras. Pero ha seguido superando a la competencia a la que se ha enfrentado año tras año. Paul Pogba tiene un sitio asegurado, mientras que Carrick luchará con Morgan Schneiderlin, Marouane Fellaini y Ander Herrera por un hueco en la medular.
En la ciudad de Londres, por otra parte, se atestigua una juventud predominante en las plantillas de sus equipos. Petr Cech (34 años) en la portería es la voz de la experiencia en un Arsenal al quizás no le vendría mal algo más de edad. El argentino Julián Speroni (38 años) ha aceptado su rol de tercer portero en un Crystal Palace cuya portería custodió durante más de una década como titular. En Selhurst Park, el feudo del Palace, es precisamente donde encontramos a uno de los dos únicos futbolistas de campo por encima de 33 años que quedan en Londres: Damien Delaney. El siempre fiable defensa irlandés ha sido un pilar de los Eagles desde que ascendieron juntos en 2013, aunque el fichaje de James Tomkins se prevé que suponga su relevo. Éstos tres a parte, la veteranía no reina en la capital inglesa. A excepción también, claro está, de John Terry. El otro jugador que alcanzado el ecuador de la treintena en la ciudad, finalmente extendió su contrato con el Chelsea a pesar de que al final de la pasada temporada parecía tener pie y medio fuera del club al que ha defendido durante ya 19 temporadas, las trece últimas como capitán. Prácticamente todos sus viejos amigos se han ido, siendo John Mikel Obi (ahora ha cambiado el orden de su nombre) y Branislav Ivanovic los que acumulan más años a su lado. Terry (35 años) es el último de la vieja guardia. Veremos por cuánto tiempo más.
Lo mismo se puede decir en Sunderland de John O’Shea. El versado internacional irlandés retiene todavía a día de hoy un papel fundamental en el conjunto de los Black Cats. Aunque, eso sí, ya no tiene a su compañero de mil batallas, Wes Brown, a su lado. Juntos durante 17 años, primero en el Manchester United y después en el Stadium of Light. Tras acabar contrato el pasado mes de junio, Brown se marchó y lo último que se sabe de él es que está a prueba en el Blackburn. O’Shea, por su parte, se ha mantenido como clave en el centro de la zaga, aunque con la llegada de David Moyes al club su futuro se debate entre la posición de central y la de medio centro. Y en la punta de ataque, otro incombustible como Jermaine Defoe, que sigue marcando goles y goles a pesar de sus 33 años de edad. Y Steven Pienaar parece que podría resurgir.

Es en el exclub de Moyes y Pienaar, el Everton, donde encontramos a otros viejos roqueros. Phil Jagielka, fichado en su día por el técnico escocés, ha sido un emblemático capitán para los Toffees durante los últimos años. Su rendimiento se mantiene en un aceptable nivel y en principio parece que podría formar una sólida dupla este curso junto a Ashley Williams. Les acompañan otros dos futbolistas avezados como Maarten Stekelenburg y Gareth Barry, que sigue siendo una constante pese al paso de los años y a sus 35 años. Se espera, no obstante, que el fichaje de Idrissa Gueye le presente una mayor competencia. Mientras, Stekelenburg (33 años) es actualmente la primera opción para el arco y más todavía tras sus sensacionales primeros partidos.
Otros porteros veteranos poblan todavía diversos equipos de la Premier League. Aunque la titularidad se le ha complicado, Dimitrios Konstantopoulos sigue teniendo una oportunidad en el Boro a sus 37 años ante Valdés. También a sus 34, Allan McGregor recuperará la titularidad en Hull cuando se recupere de su lesión. Heurelho Gomes viene de uno de los mejores años de su carrera para mantener su titularidad en Watford con 35 años. El polaco Artur Boruc, capaz de lo mejor y de lo peor a sus 36 primaveras, no parece haber perdido el favor de Eddie Howe en Bournemouth como refleja el hecho de no haber llegado ningún competidor nuevo. Gerhard Tremmel con 36 años forma parte del cuarteto de porteros de Swansea, aunque sólo sea a Fabianski a quien espera la titularidad. Paul Robinson con 36 años ha tenido la suerte de conseguir un puesto que todavía mantiene en Burnley, aunque sólo sea testimonial. Bajando por la carretera hasta Liverpool de nuevo, un ilustre está de vuelta en la Premier League tras su paso hace más de una década por el Arsenal: Alexander Manninger. A todos pilló por sorpresa su fichaje, incluso a él, y ahora Jürgen Klopp (hasta que vuelva de su lesión Loris Karius) tendrá en el austriaco a su segunda opción para la portería.
Siguiendo el itinerario hacia el sur nos encontramos al más veterano de todos: Shay Given. Manninger con 39 es el segundo, Given con 40 (¡y de titular!) es el primero. Mark Hughes le recogió hace un año cuando salió del Aston Villa para ser la voz de la experiencia en Stoke-on-Trent y de paso rememorar sus viejos tiempos juntos en el Manchester City. Su presente titularidad se debe a la lesión de Jack Butland (que debería regresar en un par de meses) y de haber mostrado mayor seguridad que el joven danés Jakob Haugaard. En el otro fondo del campo, está todavía el inigualable Peter Crouch. El «espárrago», como se le conocía en la época en España, con ya 35 años ha perdido protagonismo de forma gradual en un Stoke City en el que desembarcó como una estrella, pero en el que sigue siendo un recurso potencialmente útil, como demostró este pasado martes marcando un hat-trick en Copa de la Liga en Stevenage.
Nuestra última parada es en la ciudad de los campeones: Leicester. Los Foxes cedieron al mencionado Stoke City con Shay Given el honor de tener en su equipo al futbolista más experimentado de la Premier League. Los de Claudio Ranieri contaron la temporada pasada con Mark Schwarzer, quien finalmente decidió este verano poner fin a su extensa carrera como profesional con nada menos que 42 años de edad. Schwarzer defendió durante mucho tiempo las camisetas de Middlesbrough y Fulham hasta ir al Chelsea y ganar su primera Premier League. Se marchó año y medio más tarde para cosechar el título de campeón más inesperado jamás conocido. Ahora, el jugador de una edad más avanzada del equipo es el defensa polaco Marcin Wasilewski. Con 35 años y una carrera dilatada a sus espaldas, principalmente con el Anderlecht belga, ha mantenido un lugar entre los vigentes campeones de Inglaterra, que al final sí que parece ser país para viejos.