El Burnley y Middlesbrough fueron los dos clubs más regulares durante las 46 jornadas de Championship y ascendieron de forma directa. Por su parte, el Hull tuvo que pelear el ascenso en el play-off, primero con el Derby County donde venció por 3-2 en el cómputo global y en la final en Wembley se impuso al Sheffield Wednesday con un gol de Mohamed Diame. Ahora, el camino a la permanencia es mucho más complicado ya que el saltó es brutal, sobre todo en lo económico.
Burnley
El vigente campeón de la Championship volvía un año después y esta vez con el objetivo de no bajar de categoría a la primera. Han llegado para quedarse. Sean Dyche tomó las riendas del club en 2012 y en dos ocasiones consiguió el ascenso, además de un descenso entre ambos. En esta temporada han señalado a fuego en el vestuario la palabra permanencia y poder así acabar con esa espiral de altos y bajos que les rodea en este vigente lustro.
Los dos primeros enfrentamientos se disputaron en casa, en Turf Moor, el único estadio de la Premier League que presenció la primera temporada de la historia del fútbol inglés, 1888-89. Swansea y Liverpool fueron los dos rivales y en ambos encuentros vimos la nueva cara de este enésimo proyecto del técnico inglés.
El arranque se saldó con una derrota mínima, tan solo por un gol de Leroy Fer. Se vio al mismo equipo de la temporada pasada, más cómodo sin balón que con él y con dificultades para generar ocasiones. El curso anterior, sin embargo, el Burnley brilló por su acierto para transformar esas limitadas ocasiones. Algo que no sucedió en esta ocasión, con un Andre Gray muy participativo en ataque pero poco certero de cara a portería.
El gol sí llegó la semana siguiente y por partida doble. Enfrente, un Liverpool que venía de golear al Arsenal en el Emirates con un auténtica exhibición en el segundo tramo del partido. Sin embargo, los Reds volvieron a mostrar su irregularidad, ya vista en la pretemporada y eso lo aprovecharon los del condado de Lancashire para llevarse la victoria y los tres primeros puntos.
Este fin de semana, los Clarets sucumbieron sin apelativos ante el Chelsea por 3-0. A favor de la permanencia del equipo, el plan marcado de Dyche y la continuidad de la que ha gozado estos años. En contra, los escasos mimbres de los que dispone. Steven Defour vino para sustituir a Joey Barton pero poco más. La misma deficiencia que hace dos años cuando consumó el descenso.

Middlesbrough
Aitor Karanka llegó con el objetivo de volver a subir al mítico Boro a la élite, y después de dos años y medio lo ha conseguido. El español firmó a finales de 2013 y en sus primeros meses empezó a deslumbrar lo que acabaría siendo su equipo dentro del terreno de juego. En la primera campaña completa se quedó a las puertas del ascenso tras perder la final contra el Norwich City. En cambio, este año sí lo ha logrado y de manera automática.
El Riverside Stadium acogió en su vuelta al Stoke City de Mark Hughes y vimos las nuevas caras recién llegadas este verano. Víctor Valdés ocupó la portería, Antonio Barragán en la defensa y Álvaro Negredo sería el delantero. El exvalencista anotó en el minuto 11 en su regreso a la Premier League pero en la segunda mitad, Xherdan Shaqiri empató y cerró así el marcador. Reparto de puntos en el primer encuentro liguero.
La segunda jornada acogió el derbi del norte contra el Sunderland, aunque para el equipo del Stadium of Light su verdadero rival es el Newcastle, ahora en Championship. En la primera parte, presenciamos el brillante debut de Christian Stuani con dos auténticos golazos. El primero desde fuera del área y el segundo con una jugada asociativa donde Negredo asistió al uruguayo, que remató a puerta vacía. En la segunda mitad, el equipo comandado por David Moyes recortó las distancias con el tanto de Van Aanholt pero el Boro se mantuvo firme para llevarse los tres puntos. De este modo se mantuvo una curiosa estadística: el Boro ha ganando siempre que Stuani ha marcado.
En las dos jornadas que llevamos, el conjunto de Teesside ha demostrado que tiene una plantilla para no descender y sí para luchar por estar en mitad de la tabla. Han llegado jugadores experimentados como Víctor Valdés o Antonio Barragón, además de jóvenes con mucha proyección como Viktor Fischer o Marten de Roon. El problema que tiene que corregir su técnico es la desconexión que sufren sus jugadores en las segundas mitades, donde han encajado los dos goles que han recibido en esta Premier League.

Hull City
La noticia se dio este verano cuando su entrenador, Steve Bruce, decidió abandonar su puesto por la falta de inversión en su plantilla, un cargo que ostentaba desde 2012. Sin fichajes y con una plantel de 13 profesionales se presentó ante su afición para enfrentarse al campeón de la Premier. Un Leicester que comenzó su andadura para defender el título en el KCOM Stadium con prácticamente toda su plantilla del año anterior a excepción de N’Golo Kanté, que fichó por el Chelsea de Antonio Conte.
La sorpresa no se hizo esperar y los Tigers se adelantaron en el marcador a pocos minutos del final de la primera mitad, cuando Adama Diomandé envió el esférico al fondo de la red. Poco duró la sorpresa y a la vuelta del tiempo de descanso Riyad Mahrez de penalti consiguió el empate. A pesar del tanto encajado, los locales no se vinieron abajo y volvieron a darle la vuelta al encuentro gracias al escocés Robert Snodgrass. Nadie en la grada daba crédito a lo que estaba viendo, un conjunto sin refuerzos y sin entrenador daba la campanada en el inicio liguero.
Swansea fue la segunda caza del tigre, que tras comerse al zorro se quedó con hambre. En dos zarpazos acabó con el cisne blanco, la culpa la tuvieron Shaun Maloney y Abel Hernández. Otros tres puntos y seis en total con las dos victorias. Nadie en el mundo futbolístico puede explicar este fenómeno, dos victorias que dan alas al nuevo inestable proyecto.
Este sábado, los Tigers cayeron en el minuto 92 ante el potente Manchester United tras una defensa numantina durante buena parte del encuentro. A pesar de este gran inicio, los pronósticos no son favorables para los de Yorkshire.
Sin Bruce pero con Mike Phelan, viejo conocido por estar en el banquillo junto a Alex Fergurson. El interino ha tomado las riendas en un momento de agitación dentro del club y con la familia Allam intentando vender el equipo a un consorcio chino. La permanencia del equipo dependerá en buena medida de lo que suceda esta semana, en que debería finalmente concretarse la venta del club, afianzar a Phelan en su posición y sellar tres o cuatro fichajes que añadan profundidad y calidad a la plantilla.