El último grito de la moda en Etihad Stadium tiene aletas incluidas. En los últimos partidos del City en casa se ha visto en la grada gente portando inflables de tiburones o vestida como uno. No se originó porque en el Festival de la Moda de Milán alguna modelo saliera vestida así; no, nada que ver. Todo comenzó por un comentario de Benjamin Mendy en el Telegraph en el que aseguraba que el City era un gran tiburón preparado para comerse a su próxima víctima. Este comentario y el uso por parte del jugador de la etiqueta #SharkTeam está causando sensación entre los aficionados del City, que ya tienen su marca registrada para identificarse esta temporada.
En términos de márketing, esta etiqueta ya es un éxito. Camisas, inflables, fotos en Instagram y productos con forma de tiburón ya son usados por el City para animar al equipo y festejar cada victoria. Se venden productos y el club como empresa sale ganando. Ahora, hay una ganancia mucho más importante que no tiene forma de demostrarse numéricamente: el sentido de pertenencia que el jugador y el aficionado tienen sobre el club. A los jugadores los motiva a seguir estando a buen nivel y los aficionados se sienten parte del proyecto, una unión ideal para tener un excelente ambiente de trabajo. Sumen esto al buen juego del que está disfrutando el club y tendemos una combinación perfecta.
Por supuesto, esta no es la primera vez que entre los Citizens algo se hace tendencia. Las bananas inflables son parte del folklore del club y se pueden ver en varios encuentros del equipo. Pero la figura del francés fuera del campo está siendo importante. Guardiola dijo en la rueda de prensa antes del partido contra el Burnley que Mendy mantiene contacto con sus compañeros y con el cuerpo técnico, y aplaudió este tipo de gestos porque “la gente como él genera buen ambiente”. En estos momentos donde lo más importante es el resultado final, este tipo de gestos tal vez no son tan noticiosos como deberían. Mendy es un lateral con tremendas cualidades, lo demostró la temporada pasada en el AS Monaco, con el que ganó la liga francesa y llego a semifinales de Champions League. Pero sus cualidades no solo ayudan en el campo, sino que también afuera.
El ambiente que genera gracias a su carisma es ideal para el equipo y Guardiola, que siempre ha considerado que la unión del conjunto es fundamental para llegar lejos (recordemos que una de sus primeras medidas en el Barça fue hacer que todos comieran juntos para eliminar los grupos internos), está viendo los beneficios de tener jugadores como él en su plantilla. A su vez, fuera del campo ya se está convirtiendo en una figura de culto para el aficionado. Su cuenta de Twitter es seguida por más de 536.000 personas, con las que el francés mantiene contacto continuo. A su vez, en su cuenta de Instagram hace livestream continuamente y apoya al equipo en cada momento con sus mensajes y ocurrencias.
Para muchos este tipo de cosas no son relevantes, pero, si se revisa la historia, la motivación y el carisma de los miembros del equipo influyen notablemente en el desempeño. Ejemplos de esto hay en cada deporte que se revise. Por ejemplo, la figura de Derek Jeter en los Yankees a finales de los 90 generó respeto y admiración en la institución neoyorquina; hoy sucede lo mismo con el novato Aaron Judge, que está siendo una sensación entre los aficionados: van vestidos como jueces a cada partido en el Yankee Stadium y cuando sale a batear las gradas se levantan con el grito de “All rise!” (parte de la frase que dice el alguacil en los tribunales estadounidenses cuando entra el juez, “all rise for the honorable judge”). Y lo mismo hay en el fútbol. Messi y Cristiano son parte fundamental en sus plantillas por todo lo que estos representan, Griezmann y Godín son figuras claves en el Atlético tanto en el campo como fuera del mismo, Puyol fue el líder del Barça por mucho tiempo y Cantona se erigió como uno de los pilares de los inicios de Ferguson de la misma forma que lo fue Drogba en los mejores momentos del Chelsea. Jugadores como ellos han tenido tal influencia que no son sólo futbolistas, sino iconos.
Mendy no podrá jugar más esta temporada por su grave lesión de ligamentos, pero su valor en la plantilla es impagable. Si De Bruyne y Agüero son referencias en el ataque y Kompany sigue siendo el líder de la plantilla a pesar de sus constantes problemas físicos, con el añadido de Mendy el City tendrá un grupo de jugadores motivados para explotar la calidad de un proyecto que está tomando forma. Tal vez, al final de temporada nos demos cuenta que hemos visto a una de las plantillas más unidas y motivadas de Inglaterra. Una historia que tal vez venda menos, pero que influye enormemente aunque no tenga números que la respalden.