Mkhitaryan aterriza en Old Trafford

El fichaje de Mkhitaryan, previo pago de 42 millones de euros, supone la llegada al club mancuniano de un mediapunta que llega para jugar un papel esencial en el esquema de José Mourinho, lo que probablemente traiga consigo la salida de Juan Mata tras de dos años y medio vistiendo la camiseta de los Red Devils. El cambio, de confirmarse, sería un indicativo de hacia dónde se está orientando el Manchester United: se marcharía un futbolista cuyas mayores virtudes, mayoritariamente técnicas, salen a relucir en contextos de dominio del balón y ataque posicional, y cubriría su hueco un jugador que, pese a que es válido para diversos registros, ha demostrado ser especialmente determinante transitando a campo abierto.

La carrera futbolística de Mkhitaryan ha seguido una evolución ascendente bastante lógica. Comenzó destacando en el Pyunik Erevan de su país natal, y de ahí pasó al Metalurg Donetsk ucraniano, para fichar un año después por el principal equipo de la ciudad, el Shakhtar, club en el que se dio a conocer a nivel europeo. Tras tres años en el Dombás, Jürgen Klopp –con quien se reencontrará en la Premier– le incorporó al Borussia Dortmund para sustituir a Mario Götze. Otras tantas campañas permaneció en Westfalia, explotando de forma definitiva en la última, ya a las órdenes de Thomas Tuchel, lo que le sirvió para acabar recalando en el Manchester United por petición expresa de José Mourinho.

El crecimiento del futbolista armenio ha sido bastante progresivo, por lo que ahora, con 27 años, ya cerca de su madurez futbolística, parece un buen momento para llegar a la Premier League. Mkhitaryan es de ese estilo de jugador que destaca más por el hecho de ser muy completo que por poseer una característica especial y definitoria. Para que nos entendamos, el nuevo fichaje del Manchester no tiene ninguna habilidad de sobresaliente, pero sí muchas de notable.

En su último año en el Dortmund ha dado un paso adelante en su rol, convirtiéndose en un jugador decisivo, anotando 23 goles y repartiendo 27 asistencias. Su ubicación más habitual en el campo ha sido en la derecha en la línea de tres mediapuntas, sin ser un futbolista de banda, ya que muestra cierta tendencia a orientarse hacia zonas más centrales en las cuales pueda tener una mayor influencia en el juego.

Como apunté anteriormente, Mkhitaryan destaca fundamentalmente cuando cuenta con espacio para correr. No es un velocista, pero es rápido y sabe moverse de forma inteligente, y aunque no es un portento físico, sí tiene la resistencia necesaria para poder transitar hacia el área contraria varias veces por partido. Además, es un futbolista nada exento de técnica, preciso en el envío, hábil en conducción y con una notable visión de juego —como demuestran esas casi treinta asistencias—. Otras de sus cualidades es su buen golpeo de balón desde fuera del área, la cual puede ser muy útil en contextos que le enfrenten a rivales eminentemente defensivos y que obliguen al United a llevar la iniciativa.

Por tanto, la contratación del jugador armenio parece un movimiento inteligente por parte de la entidad de Manchester. Ficha a un futbolista ya formado que previsiblemente jugará en la Premier los mejores años de su carrera, y que ha demostrado tener las cualidades físicas y técnicas idóneas para adaptarse al club. Con Rooney cerca para tejer combinaciones, Martial tirando desmarques para aprovechar sus envíos al espacio e Ibrahimovic bajando balones y facilitando su llegada desde segunda línea, Mkhitaryan tiene muchas cosas que aportarle al Manchester United. Mourinho ha depositado su confianza en él. A partir del 13 de agosto tocará comprobar si la respuesta del armenio es positiva.