Ilie Oleart

Mourinho debuta con un título gracias a Ibrahimovic

José Mourinho arrancó con buen pie su proyecto en el Manchester United gracias al gol de Zlatan Ibrahimovic, que permitió vencer la obstinada resistencia del Leicester en Wembley.

El Leicester estrenó su condición de campeón de liga en Wembley, un lugar que en los últimos años ha visitado más a menudo para pelear un ascenso que para luchar por un título. Y, como es lógico, sus aficionados lo hicieron con un recuperado orgullo al cántico de “We know what we are, we know what we are, Champions of England, we know what we are”. Qué poco cuesta acostumbrarse al dulce sabor de la gloria.

Claudio Ranieri premió al equipo que se proclamó campeón hace menos de tres meses, con el único cambio obligado de Andy King por el traspasado N’Golo Kanté. Tras su doblete ante el Barça, algunos esperaban la inclusión en el once de Ahmed Musa pero lo cierto es que la presencia de Shinji Okazaki dota de equilibrio al equipo, en especial cuando está defendiendo, como se esperaba que tuviera que hacer durante largas fases ante el Manchester United.

Mourinho, ovacionado por sus nuevos feligreses como si fuera el capitán de un barco de rescate que acude en ayuda de un transatlántico que hace aguas, dejó en el banquillo a Henrikh Mkhitaryan y dio entrada a Jesse Lingard. En el centro, Marouane Fellaini acompañó a Michael Carrick, a la espera de que Paul Pogba devuelva al belga al banquillo. Posiblemente su hábitat natural esta temporada.

Comenzó el Leicester ocupando el costado soleado de Wembley mientras el Manchester United lo hizo en el sombreado, metáfora de sus prestaciones la temporada anterior. Consciente de que la peligrosidad del Leicester es directamente proporcional al tiempo que pasa sin balón, Mourinho se cuidó muy mucho de monopolizar la posesión, cediendo la iniciativa al Leicester durante algunas fases del partido, una estrategia que posiblemente veamos muchas veces esta temporada.

A pesar de eso, fue el Leicester quien dispuso de las mejores ocasiones en los primeros compases, siempre con Jamie Vardy involucrado. Fue el caso de una combinación rápida por izquierda antes de los cinco minutos y un cuarto de hora después cuando encaró a la defensa rival y acabó cediendo a Okazaki, cuyo disparo fue desviado por Daley Blind. Del saque de esquina posterior nació la ocasión más clara hasta entonces de la primera parte, un cabezazo de Okazaki al larguero de David De Gea.

Mientras, poco del Manchester United. Tan solo un débil remate de cabeza de Zlatan Ibrahimovic que acabó mansamente en los guantes de Schmeichel. Pero entonces apareció Lingard. El extremo del Manchester United se disfrazó de Vardy y, en el mismo escenario donde le dio la FA Cup hace un par de meses con otro tanto de bella factura, atravesó por el medio la defensa del Leicester como si fuera el salón de su casa. Con moqueta y todo.


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Demarai Gray conduce el balón (Alex Broadway/Getty Images).


Al descanso, Ranieri pasó al ataque. Dio entrada a Ahmed Musa, fichaje récord del club, por Okazaki y al joven Demarai Gray por Albrighton. Los cambios surtieron efecto pero no por mérito de los recién entrados sino por demérito de Fellaini. El belga resumió su carrera en el United en una sola jugada. Primero corrió hasta su propia área para defender e interceptó un peligroso ataque del Leicester. Pero acto seguido su cesión hacia De Gea se quedó corta y Vardy, esa especie de pájaro que está siempre al acecho a la espera de que le caiga una miga del balcón, llegó antes que el portero español y puso el 1-1 en el marcador.

El partido perdió en intensidad con los cambios. Este partido, que no deja de ser un amistoso elegante, permite realizar seis sustituciones, lo que restó ritmo en la segunda parte, que nos permitió ver a los españoles Juan Mata, Ander Herrera o Luis Hernández entre otros. Uno de los cambios de Mourinho fue obligado por la lesión del goleador Lingard.

Cuando el partido parecía abocado a los penaltis (así funciona esto, hay seis cambios pero no prórroga), Antonio Valencia reivindicó por enésima vez la titularidad con un preciso centro desde la derecha para que Ibrahimovic superara por alto a Wes Morgan y rematara de cabeza lejos del alcance de Schmeichel. El balón tocó el poste y se coló a cámara lenta en la portería del Leicester. Fue el definitivo 2-1.

En el tiempo de descuento, Mourinho sustituyó a Juan Mata, entrado en la segunda parte, por Mkhitaryan, un movimiento que pareció dejar descontentos a ambos, sobre todo al español, cuyo futuro parece lejos de Old Trafford.

Entre los fichajes y la alargada figura de José Mourinho, el Manchester United parece haber recuperado la autoestima, tan dañada por estas tres temporadas tras la jubilación de Sir Alex Ferguson. En cuanto al juego, es de esperar que mejore con la llegada de Paul Pogba y la paulatina compenetración de los nuevos fichajes. En especial, Eric Bailly, nombrado mejor del partido, dejó una buena impresión gracias a su rapidez y capacidad para adelantarse al rival. La nueva era Mourinho arranca con buen pie.

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