Pedro Sánchez

Mr. Jürgen Klopp

Si viajas a Alemania no es raro ver casas adosadas con sus jardines, barbacoas y cientos de juguetes y artilugios. En una de esas casas podría vivir un alemán más, un ciudadano común y corriente cuyo que respondiera al nombre de Mr. Jürgen…. Pero este alemán cualquiera que entrena al Liverpool es de una pasta especial (como sus icónicas gafas), con el cabello rubio y una sonrisa eterna con la que reparte felicidad allí donde va.

Jürgen Klopp vino al mundo un cálido día de junio de 1967 en Stuttgart- Los que le conocen desde tan temprana edad siempre dijeron de él que era un niño extrovertido, feliz y lleno de alegría, rasgos que décadas después aún conserva en su personalidad y que lo hacen tan admirado por tanta gente. Seguir la carrera como futbolista de Klopp es tan sencillo como conducir en línea recta en una autopista germana. Su carrera profesional de futbolista se ciñe al  Mainz 05, equipo por el que fichó en el verano de 1990 después de jugar con diversos equipos a nivel amateur, como el filial del Eintracht Frankfurt.

Con el Mainz, disputó 340 partidos oficiales obteniendo un registro total de 56 goles y seis asistencias. Se retiró como futbolista en enero de 2001. Aquel simpático alemán era tan peculiar fuera como dentro del campo, llegando a jugar de lateral derecho y delantero centro, como si fuese un Callum Paterson a la alemana. Esa combinación tan poco habitual en el campo nos daría pistas sobre su futura versatilidad como técnico en los banquillos. “Mi cabeza era de primera pero mi talento era de tercera por eso me quede en segunda”, dijo Klopp sobre su carrera como futbolista profesional. Lo que no sabía el alemán en su etapa como jugador es el éxito que tendría en su andadura por los banquillos.

Precisamente su carrera como técnico daría luz verde a finales de febrero de 2001, fechas en las cuales el Mainz estaba en puestos de descenso a tercera división. En aquella temporada, no menos de cinco entrenadores diferentes habían ocupado el banquillo con el mismo desenlace, siendo una situación crítica. Hasta que llego él, ese alemán cualquiera de carácter extrovertido. Klopp sería elegido entrenador interino. El equipo evitó el descenso y, a final de temporada, Klopp fue nombrado entrenador oficial, consiguiendo su primer logro en los banquillos.

Desde entonces y hasta  2008 (fecha en la que abandonó el equipo de su vida), Klopp logro ascender al Mainz y dotarlo de un estilo propio de juego con el que llegaron a clasificarse hasta lo que hoy es la Europa League. En su participación no les eliminó un cualquiera, ya que caerían ante el Sevilla, a la postre campeón del torneo. Con la llegada del verano del 2008, Klopp decía hasta siempre al Mainz para poner rumbo a Dortmund, donde su leyenda se haría aún más grande.

Su fichaje por el Borussia Dortmund fue inmediatamente después de despedirse del Mainz 05. Klopp logro una hazaña épica en Dortmund, reconstruyendo al Borussia desde los infiernos y lo elevándolo a los cielos más altos. Todo ello lo hizo dotándolo de una rapidez, toque y efectividad tremenda, perdurando ese equipo aún en las retinas y mentes de muchos aficionados del Dortmund. Klopp y sus muchachos serían campeones de liga arrollando a todo lo que se ponía por medio, llegando a superar los 80 puntos.

Muchos aficionados llegaron a tatuarse su rostro como muestra de gratitud eterna al hombre que volvió a darle la vida a un equipo que estaba a la deriva. No solo se ganaría la liga en aquella maravillosa temporada, sino que la guinda sería la victoria aplastante en la final de copa al Bayern de Munich por 5-2. Klopp ya era historia viva en el fútbol alemán, pero no se quedaría ahí el genial técnico alemán. “Si tienes un equipo con poco talento y, sin embargo, tienes éxito, entonces es emocionante”, llegaría a decir Klopp, que nunca perdería la humildad. En muchas ocasiones se le ve en comedores sociales, compartiendo su tiempo con los más necesitados y con personas hospitalizadas, demostrando que además de ser grande en el campo también lo es fuera.

Posteriormente, lograría llegar a la final de la Champions League en la 2012/13, perdiendo ante el Bayern de Munich por 2-1. A partir de esta dolorosa derrota, su estrella con el Borussia se iría apagando poco a poco, siendo derrotado por el Bayern en la final de copa y abandonando el club poco después. No obstante, su recuerdo como técnico es imborrable. Nadie le reprochó nada durante su etapa como entrenador aurinegro. Tras su maravilloso paso por Dortmund, llegaría el que por hoy es su último destino. Klopp fichó por el Liverpool.

Al principio, los aficionados de los Reds estaban expectantes de lo que podía ocurrir, pero las cosas no tardaron en fructificar. Año tras año ha mejorado su rendimiento con el Liverpool, volviendo de nuevo a ser un equipo puntero en Inglaterra y Europa. Logró llevar de nuevo al Liverpool a las cimas más altas de la élite, llegando hasta la final de la Champions donde sería derrotado por el Real Madrid. No obstante, al bueno de Klopp aún le quedarían balas en la recámara y el revólver aún tenia munición. La última bala que ha disparado esta temporada fue esa épica elimanción del Barcelona remontando un resultado adverso.

Anfield ya le tiene como uno de los suyos. Sus métodos son muy sencillos, se repiten jugadas o ejercicios hasta que el jugador sea eficaz en su coordinación, machacar y repetir hasta lograr el objetivo. No hay secreto ni fórmula mágica: solo trabajo, solo esfuerzo, solo constancia.  “Cuanto más te preocupes por la persona, más obtendrás a cambio”, es una de sus frases más repetidas, y sin duda la que más carga de razón tiene. Él se preocupa por los que le rodean y los que le rodean se preocupan por él, no hay mejor binomio que ese con los jugadores. Ahora, Madrid se otea en el horizonte con su tercera oportunidad de conseguir levantar la Champions League. Pase lo que pase, esta claro que nunca perderá la sonrisa el bueno de Mr. Jürgen.

Sobre el autor

Pedro Sánchez