Joaquin Piñero

Pablo Hernández sigue haciendo magia en Elland Road

El centrocampista acaba de cumplir 35 años. A pesar de su longevidad y la desaparición del castellonense de la órbita mediática española, sigue siendo pieza clave en uno de los mejores equipos de Championship, un gigante dormido del fútbol inglés que aspira con volver a su sitio natural: la Premier League.

Pablo sigue ahí. No se ha ido y nunca se fue. Se dio un descanso pero volvió más fuerte que antes. Pudo parecer que se olvidaba, que desaparecía, pero no. Hernández se crió en el fútbol español, en la cantera del Valencia CF. En su país natal, también jugó en el Getafe y Cádiz antes de emigrar por primera vez al Reino Unido, en el Swansea City. Después de esta primera muestra de calidad en la Premier, el centrocampista deambuló por varios equipos del fútbol árabe con una breve vuelta a España con el Rayo Vallecano. Además, en el plano de selecciones, Pablo Hernández ha sido internacional con la selección española absoluta en su época dorada.

En Gales jugó dos temporadas con la camiseta de los Swans cosechando una Copa de la Liga en el año 2013 ante el Bradford City con compañeros como Michu o Ángel Rangel. En esa primera etapa en la Premier League, el centrocampista castellonense disputó 71 encuentros entre todas las competiciones con 5 tantos anotados y 19 pases de gol. Un buen primer sabor de boca para la afición británica. Pablo no ha vuelto a la máxima categoría del fútbol inglés desde el 3 de mayo de 2014. Demasiado tiempo sin Premier, demasiado tiempo sin Pablo.

El siguiente destino de Pablo Hernández y, en el que aún se mantiene, es Yorkshire. Elland Road sería su nuevo hogar. La magia llegó a Leeds y Pablo pasó a ser The Wizard para la hinchada. Lo que empezó como una cesión en el verano de 2016, se hizo permanente y se ha alargado en los últimos meses: Pablo Hernández será White durante dos años más tras cuajar dos grandes campañas a las órdenes de Marcelo Bielsa. El ‘19’ suma 150 partidos oficiales entre Championship y las distintas competiciones coperas en los que ha aportado 33 goles y 36 asistencias con la camiseta de los Peacocks en sus cuatro temporadas. En ellas, vivió la transición al bielsismo en el verano de 2018 con la llegada de una nueva filosofía a Yorkshire. El jugador ha encajado de maravilla en este nuevo idioma futbolístico siendo, sin duda, pieza clave en el esquema del técnico rosarino.

Pablo Hernández está considerado uno de los mejores jugadores de Championship. Probablemente, está viviendo su mejor momento futbolístico, supuestamente, en el  ocaso de su carrera profesional. “Un jugador imprescindible que da experiencia y calidad tanto al equipo como a la categoría” fue lo que dijo Víctor Orta en una reciente entrevista a MARCA.  El Leeds United sabe de la importancia de Pablo y Hernández se siente como en casa en el norte de Inglaterra. Fiel seguidor de las ideas y los valores de Bielsa. El castellonense fue quien transmitió a sus compañeros la orden del entrenador de dejarse encajar un gol ante el Aston Villa en aquel polémico partido de la temporada pasada. Campeonato que, finalmente, terminó con la amarga eliminación del Leeds United a manos del Derby County en el playoff de ascenso. Duro desenlace para una gran temporada tanto colectiva como individual.

En este presente curso que, de momento, se ha visto interrumpido por la crisis sanitaria, Pablo ha disputado tan solo 28 partidos en la temporada. Esta situación se  debe a una serie de lesiones que lo han mantenido apartado del equipo durante algunas semanas. Bielsa especificó en varias ocasiones en conferencia de prensa la vital importancia del centrocampista, y los datos hablan por sí solos: siempre que ha estado disponible, ha jugado. Claro síntoma de la relevancia del dorsal 19 para el entrenador argentino que siempre se ha deshecho en elogios hacia su jugador. Uno de los principales referentes del vestuario que sirve de ejemplo para los más jóvenes. A todo ello hay que añadir la curiosidad de que Pablo acompañó a Josh Warrington (boxeador) y, también conocido como The Leeds Warrior, en uno de sus combates llevando su cinturón hasta el ring. Señal inequívoca de la vinculación de Pablo Hernández en la sociedad de Leeds.

Primera opción para ocupar la banda derecha en ataque, Pablo también acostumbra a jugar por dentro. Esta situación se ha hecho más habitual con la irrupción de Helder Costa ocupando el extremo diestro y la recurrente ausencia de Tyler Roberts. Por ello, Hernández ha cambiado su perspectiva de visión de juego partiendo desde el centro, entrando más en contacto con el balón y siendo más influyente en la faceta ofensiva del equipo para así, desequilibrar en la zona más determinante del campo. De esta manera, ha logrado participación directa en 12 goles en este campeonato: 6 goles y 6 asistencias. Lejos de su extraordinariamente fructífera temporada 2018-19 con dobles dígitos en ambas facetas. Un año brillante.

Pablo Hernández ha perdido velocidad y explosividad en su juego debido a su edad, pero lo ha sustituido por la veteranía y experiencia que otorgan los partidos disputados en la élite. Con una capacidad asociativa poco común en las divisiones inferiores del fútbol inglés, el español mejora las jugadas de ataque del Leeds y filtra balones en ventaja a los permanentes movimientos de sus compañeros. Mantiene una estrecha relación con Klich, Kalvin Phillips o Bamford derivada de la calidad que sus botas emanan. La inteligencia es, probablemente, su mejor virtud dentro del terreno de juego y lo que le ha dado la posibilidad de seguir al más alto nivel a sus 35 años.

Pero, en un equipo dirigido por Bielsa, no solo cabe mirar hacia la portería rival. Hernández es un jugador muy sacrificado en las labores defensivas, principalmente, en la presión tras pérdida tan característica de la filosofía del argentino. También es vital para la idea del Leeds United la colocación en faceta defensiva de sus jugadores y esta es una labor muy positiva debida a su perfecto conocimiento de los tempos del partido. Además, cabe destacar un aspecto poco usual en los futbolistas con las cualidades de Pablo y es el tackle: el de Castellón de la Plana promedia 1,5 de estas acciones tan británicas en defensa por partido. Números bastante buenos para alguien que se dedica a atacar.

Pablo Hernández es pura magia. Es creatividad con el esférico y visión privilegiada dentro de una cancha de fútbol. La prolongación de Marcelo Bielsa en el campo, un capitán sin brazalete. Querido por sus aficionados y sus compañeros. Un socio con balón que se dedica a lo más difícil del fútbol: dar y marcar goles. El 19 sigue deleitando a la afición cada semana en Elland Road. Los medios se olvidaron de él pero la pelota no, siempre quiso a Pablo, fue amor a primera vista que aún permanece latente.

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Joaquin Piñero