La noche, la función, el evento, ha terminado. Estoy en un restaurante bajando la manzana, esperando mi pedido de un par de diferentes variedades de BBQ, comida en la que se especializa el establecimiento. Hace frío, igual que antes de la entrevista y de la velada, sólo que ahora hace más frío y es completamente de noche. Acababa de asistir por primera vez a una actuación que era de alguna forma una divertida muestra de modernidad: un show de un podcast. Supongo que la modernidad era esto. Un show en un teatro, realizado por los cuatro integrantes de un podcast sobre fútbol inglés, fundado y localizado en Inglaterra y que cuenta con una trayectoria que supera a la docena de años. Y ha sido en este momento en el que han alcanzado el crecimiento que les ha llevado a cruzar el charco en su tour de shows.
Porque no estábamos en Londres, Birmingham o Wycombe. Era noviembre y el mordiente invierno empezaba a hacerse notar en la ciudad en la que el show, además de la entrevista, iba a tener lugar: Chicago, Illinois; al otro lado del planeta, a más de 6,000 kilómetros de distancia de Londres, donde se efectúan sus programas habitualmente. “Sí… ‘Orgánico’, creo que sería la palabra”, reflexionaba Marcus ante la pregunta de si se ha sentido como algo gradual el proceso que les ha llevado desde ser unos pioneros del medio del podcast en 2007 hasta el punto de realizar shows en directo en Estados Unidos por primera vez, doce años después de traer el programa a la vida. “¿Qué va a hacer ya? Doce años y pico”, continuaba. «The Football Ramble empezó en MySpace. Claro, no vas de eso a estar aquí sentados [de la noche a la mañana], siendo entrevistados por tu buena persona, a punto de salir al escenario en Chicago. Es un proceso gradual, como bien dices. Construir sobre cada pequeña victoria ha sido muy importante”. Sobre lo cual añadía Luke, “Definitivamente, no pasas de no saber lo que estás haciendo a esto. Es un proceso”.
Un proceso en una industria, la del entretenimiento/periodismo futbolístico, en la que no falta competencia. Si bien un país como España se ha visto más sujeto, en general, a medios de comunicación tradicionales, en Inglaterra ya todo periódico o plataforma online de comunicación sobre fútbol o deporte tiene su propio podcast. Si sales por la calle, es posible hasta que te tropieces con uno de ellos.
Algo que si bien ha fomentado e incrementado a niveles exponenciales la competitividad, a The Football Ramble le continuado propulsando en su crecimiento, en su evolución y en su consolidación. La cual, en un hábitat tan cambiante, tiene que ser constante.
“Siempre nos presentamos [a grabar] y siempre lo hacíamos”, reseñaba Marcus, respecto a la constancia y cómo esa es, posiblemente, la mayor de las claves en el camino que les ha llevado hasta este punto. “La gente sabía que nos podía conseguir, a qué hora… siempre fuimos constantes con eso […] ¿sabes lo que quiero decir, Luke?”
“Sí, creo que es importante estar siempre ahí, que el programa siempre vaya a estar ahí. Al principio de todo, era un programa a la semana, luego era dos a la semana, lunes y jueves o lo que fuera… Y ahora es todos los días [de lunes a sábado]. Empezamos a hacerlo cada día esta temporada y de momento no hemos faltado una sola vez. Es cuestión de ser fiables”, respondía Luke. Fiables en la producción de sus programas y en el estilo distintivo que les ha caracterizado, que ha captado la atracción entre todos los que estaban presentes en el Thalia Hall en la mitad sur de la ciudad de Chicago, y entre gente en todos los rincones del mundo.
El show como tal fue moldeado por la comodidad que desprendían, que demostraban en cada momento Luke y Marcus y Pete Donaldson y Jim Campbell, los siempre presentes cuatro componentes de The Football Ramble, y por el extenso repertorio de gags y análisis del extravagante mundo del fútbol. Por ejemplo, la historia de una fiesta de Diego Armando Maradona, y cómo ella sólo fue interrumpida cuando los vecinos llamaron a la policía, una vez la, sigamos diciendo, “fiesta”, fue trasladada al balcón de la vivienda. O, también, efectuaron una nueva revisión al idilio platónico del programa, y más concretamente Marcus, con la extrañamente magnética figura de Sven-Göran Eriksson. Y ello apoyado, entre más cosas, por concursos de adivina el jugador en los que la audiencia se convertía en parte activa de la experiencia.

Todo envuelto en la sobresaliente capacidad de reírse de sí mismos, difícilmente mejor ilustrado que en un vídeo introductorio, antes de salir ellos a escena, que hablaba sobre la única posible evolución de hacer un programa cada día: ¡hacer un programa cada hora del día! Lo cual era representado en ellos cuatro, además de otros miembros de la familia de ‘TFR’, siendo grabados en sus estudios. “A las 9:00 de la mañana… ‘James Horncastle usando la fotocopiadora’”, se veía en pantalla y se escuchaba al narrador. Riéndose de sí mismos y de la absurdidad, de alguna forma, de la industria en sí misma. “A las 11 de la mañana [simplemente]… ‘¡Barry Glendenning!’”. Glendenning, el invitado fijo y principal pilar de otro de los podcasts de referencia sobre fútbol junto a ellos, ‘Football Weekly’, del periódico The Guardian.
Junto a The Totally Football Show, son los tres únicos entes “podcastiles” de fútbol en Inglaterra que han llegado a organizar shows en teatros. En The Football Ramble, por su parte, han sido los primeros y únicos en cruzar el charco para hacerlo también en Norteamérica, con sus cuatro veladas, dos en Nueva York, una en Toronto y una, la que echaba el telón al tour transcontinental en su totalidad, en Chicago. “¿Cómo se siente en haber sido los ‘primeros’?”, “Es genial, porque [los otros] son todos unos absolutos bastardos”, contestaba Luke con un aparente tono serio. “Absolutos bastardos”, añadía Marcus, entre risas generalizadas. “No, pero está bien, es genial haber podido hacer esto”, continuaba Luke.
Risas generalizadas como las que un par de horas más tarde se adueñaban de todos, o casi, los diferentes componentes de la audiencia. Si bien no existía ningún tipo de barrera idiomática, uno podría temer de antemano que existiese alguna barrera cultural entre el humor inglés y el norteamericano. Pero ni muchísimo menos. “Recibimos correspondencia de gente que nos escucha desde aquí y una vez estábamos en posición, una vez la gente con la que trabajamos pudo conseguir una compañía promotora americana, era algo que queríamos hacer. Era un siguiente paso natural y estamos enormemente agradecidos a toda la gente que ha venido y que va a venir esta noche a vernos”.

A poner cara a quienes empezaron en una cocina con unos micrófonos básicos, con precaria tecnología y que construyeron algo a través de pura habilidad para conectar de forma especial e irremplazable con tantos que un día dieron a “play” a un episodio del programa. Un camino, un crecimiento que les ha visto ampliar contenido, añadir nuevas iteraciones y nuevas voces para rodear al programa matriz. Una evolución que a la marca ha visto crecer y también a ellos, particularmente, tanto Marcus como Luke, con otros podcasts que dirigen: ‘Answerable Questions with Questionable Answers’ y ‘The Luke & Pete Show’, respectivamente. Porque no sólo de fútbol vive el hombre, pero también como una muestra de una humana expansión de intereses y habilidades. O de simple y llana evolución, como mencionábamos.
Aunque esa evolución no es siempre fácil. “Como Luke dice, es bueno hacer una variedad de cosas. Curiosamente, hace unos años, no sé ni cuántos meses o años fue, muy intermitentemente hice un poquito de monólogos cómicos [en sesiones] de ‘open-mic’… y, aparentemente, el público británico no está todavía preparado para mí”, explicaba Marcus entre risas. “Eras un adelantado a tu tiempo”, continué. “¡Sí! Creo que debía ser eso”, replicó.
“Pero hacerlo era una manera de [preguntarte a ti mismo] ‘¿cuál es tu voz?’. No puedes ser alguien que no eres, si ves lo que quiero decir. A menos que estés interpretando por completo un personaje, claro. Siempre hay una parte de ‘ti’ en el escenario o detrás del micrófono”. “Sí, no podría estar más de acuerdo”, intercedía Luke. “Es el viejo adagio”, proseguía Marcus, “de ‘sé tú mismo’. Puede que seas una versión exagerada de ti mismo, o puede que añadas pequeñas cosas, claro. Es algo tan cliché y tibio que responder, pero creo que hacer esas cosas te ayuda a descubrir quién eres y cuál es tu voz detrás de un micrófono”.
Una gran capacidad de introspección, de querer seguir creciendo, la que han demostrado individualmente y como «The Football Ramble; añadiendo en verano de 2017 un tercer programa, además de los dos semanales de referencia, sobre el resto del fútbol europeo. Nombrado, consecuentemente, ‘On The Continent’. Incorporando con él a dos de los más reputados especialistas de fútbol europeo en inglés como son Andy Brassell y James Horncastle, daban ese paso adelante, efectuaban ese movimiento para no sólo ofrecer a sus más fieles sino para llegar a un público todavía mayor y diferente.
Decisión que precedería al añadido de otras iteraciones, como ‘Ramble Meets’, su edición de entrevistas, o ‘At The Match’, su más innovador concepto. Un proceso gradual, el de añadir los mencionados programas, semejante al proceso desde los absolutos comienzos y que desembocó el pasado verano en la consolidación de ‘Ramble Daily’. Podcasts todos los días. Mucha gente como consumidor tiende a querer más y más, así que, ¿por qué no dárselo?
“Parte de ello es innovación dentro del sector. Hay muchas opciones diferentes. Con lo que queremos dar diferentes tipos de programas y diferentes oportunidades a lo largo de la semana de escucharnos. Además, es bueno no quedarte quieto; es bueno asegurarte de seguir haciendo cosas y pedacitos distintos. Y teníamos muchas ideas flotando, y amigos y gente que nos gustaba, y ellos estaban muy predispuestos también, así que todo encajó muy bien”, elaboraba Luke sobre ello.
A lo cual decidieron sumar, doblando la apuesta, todo un sistema de diferentes niveles en Patreon. “Era algo de lo que no había escuchado hablar, si te soy perfectamente honesto, hasta hace relativamente poco. No recuerdo con quién lo estaba hablando si con Luke, o puede que fuese Pete, no lo termino de recordar. Pero es esa especie de ‘extra’ para la gente que podía estar interesada en ello. La reacción en shows previos al lanzamiento nos hacía sospechar que podía ser buena idea. Y los shows desde entonces lo han confirmado”, destacaba Marcus.
«Ladies and Gentlemen please welcome to the stage The Football Ramble!»
#RAMBLELIVE #FRD #NYC #Toronto #Chicago pic.twitter.com/NiIBvH48gm
— Football Ramble Daily (@FootballRamble) November 7, 2019
En el camerino del último show de la gira, entre risas, en un ambiente tan distendido como el de sus propios podcasts, nos encontrábamos hablando de todo eso y otras tantas cosas, como también del plato insignia de la ciudad en la que nos encontrábamos: “La hemos [probado] sí. Hemos tomado antes, hemos comido una antes y… no creo que vaya a volver a comer en dos días”, analizaba Marcus con ironía. Para aquel que pueda no estar versado en la comida más icónica de la “ciudad del viento”, la Deep Dish Pizza, una especie de pozo sin fondo hecha pizza, con el queso y los ingredientes debajo de una ‘tsunámica’ capa de salsa. “Necesitas como una carretilla elevadora”, le decía yo en respuesta. A lo cual continuó Marcus: “Oh, Dios mío, sí… Quiero decir, era increíble”. “Yo todavía no la he probado, no. Marcus y Sam [su productor] me han traído una del restaurante al hotel, pero no la he comido como tal, todavía. Volveré a informar”, sumaba Luke.

Luke, quien ha liderado uno de los mencionados nuevos conceptos en su ampliada oferta de programas y ese es ‘Ramble Meets’, dedicado exclusivamente a entrevistas. Una presentación que ha visto pasar a algunas de las más variopintas figuras del fútbol, desde David Preece, ex-guardameta del Sunderland y actual entrenador de porteros del Östersunds sueco, hasta el inconfundible Emile Heskey, pasando por el periodista internacional James Montague o incluso el músico Marcus Mumford, entre muchos otros. Y quien tenga experiencia de primera mano, o incluso observando desde la distancia, es consciente de la dificultad que puede conllevar la idea de “la entrevista a un jugador de fútbol”. Sin embargo, con el variado elenco de protagonistas y el mismo sello desenfadado que les ha caracterizado como marca, Luke se mostraba muy contento con el desarrollo: “Está bien. Es interesante de hacer. E intento simplemente seguir las cosas en las que tengo interés y confiar en que otros también las encuentren interesantes. [Y de los jugadores] No escuchas o ves muchísimo de ellos hablando sobre sus experiencias o sobre sus carreras. Y aunque todos han tenido un trabajo similar, sus experiencias siempre son bastante diferentes.”
“Así que no hay realmente una ciencia detrás de ello más allá de seguir mi instinto y ver qué funciona. Y trato de no ‘sobre-preparar’; intento que mi entusiasmo y mi interés de alguna forma guíen el camino y seguir así la senda por la que [los invitados] me lleven. Y a veces [el resultado] puede ser horrible, y es lo que es, pero muchas otras veces funciona.”
“Creo que hemos visto una nueva dimensión de Luke Moore”, intercedía Marcus. “Creo que ha sido algo muy bueno. Luke ha hecho un trabajo brillante con las entrevistas y consiguiendo una gran variedad de invitados. Creo que ha sido verdadero pilar en el molde de ‘The Ramble Daily’”. “Espero que sí, espero que sí”, continuaba Luke. “No, sí, lo ha sido, lo ha sido”, concluía Marcus.
Si bien de forma infrecuente, más esporádica pero no por ello con menos fuerza, otro programa ha sido el que más les ha visto innovar con el medio y ese es ‘At The Match’. Vio la luz a finales de 2018, consistente en Andy Brassell acudiendo a presenciar un partido de fútbol en directo en algún lugar de Europa y documentado en vivo la experiencia. “Oh, sí”, respondía Marcus. “Sí, Andy es… Sí, es un increíble hombre (risas contenidas), Andy”. “Tú has estado con él en un partido así que sabrás más que yo, pero diría que fue una idea de Andy,” mencionaba Luke. “La tenía [la idea] y quería hacerla. Y no íbamos a ser nosotros quienes dejásemos pasar la oportunidad”.

“Habla, ¿qué? ¿Cuatro idiomas?”, continuaba Marcus. “Acude a tantos partidos. Sabe tanto… Tiene un conocimiento genuinamente sin igual. Incluso algunos de los ya mencionados periodistas o uno o dos más te dicen en plan ‘whoa, no, Andy tiene conocimiento’. Y, sin embargo, le preguntas si ha visto esta serie de Netflix o lo otro, y lo ha visto todo. Sigue la NBA, conoce su música. No hay… Pensarías, oh, tiene que tener un punto ciego, con algo. Tiene que haber algún punto flaco. Pero yo todavía no lo he encontrado… Y en cuanto a ‘At The Match’, es un proyecto de pasión suyo y es buenísimo haciéndolo. Y sí, yo fui con él a un partido de Ligue 1 y fue [una experiencia] brillante. Tiene ese delicado y simpático enfoque sobre el podcast”.
“Es muy, muy amigable. Durante la primera tanda de episodios que hicimos creo que nos costó un poco encontrar la sensación, el ambiente que queríamos crear. Porque la idea en sí la teníamos. Como digo, nos costó descubrir un poco cuáles eran los mejores tipos de participantes y cuáles eran las óptimas cantidades de participantes por programa… Y entonces nos asentamos en un formato tras ello. Y el último que hemos hecho, en el derby de Berlín, era muy interesante, muy atmosférico… así que eso es genial. Y, con suerte, este es otro ejemplo de cómo queremos hacer las cosas de manera un poco distinta. No hay nadie que realmente esté haciendo el tipo de cosa que Andy está haciendo”, encapsulaba Luke.
Con algo de innovación y con algo de simple y llana mejoría sobre conceptos existentes, su programa de los sábados también ha representado otro gran salto evolutivo bajo el paraguas de The Football Ramble. Con la complicada idea que de alguna forma es el revisitar partidos antiguos, han encontrado el formato para hacerlo. Con un nivel de detalle sin igual, han logrado de forma consistente efectuar programas verdaderamente buenos, analizando grandes partidos, así como otros más rebuscados o no tan inmediatamente recordados. Rememorar para analizarlos y para simplemente divertirse también. Posiblemente no un “proyecto de pasión” de la misma exacta forma, pero Marcus ha dirigido ‘The Blizzard: Greatest Games’ con una más que reseñable destreza, porque adentrarse en la historia de un partido distinto en cada episodio requiere de mucha más habilidad de la que uno pensaría, para atraer al oyente y llevarle a través de una mini-travesía de unos 40 minutos.
“Fue una idea de alguien en ‘The Blizzard’ [revista cuatrimestral sobre fútbol] y era una buena idea. Fue una de esas ideas que la oyes y dices ‘esto tiene sentido’. Además, yo ya había hecho shows en vivo con ‘The Blizzard’. Como bien dices, Jonathan [Wilson, afamado escritor/historiador sobre fútbol y editor de ‘The Blizzard’], es una enciclopedia andante, no sólo respecto a fútbol, sino respecto a la mayoría de cosas”.
Intercedía Luke: “Es simplemente una gran experiencia [trabajar con Jonathan]. Siempre aprendes cosas. Siempre te vas habiendo aprendido algo. Con lo que siempre que lo escucho, el programa, aprendo algo. Debe ser genial para Marcus trabajar con él porque el programa es buenísimo”. “Sí, es un verdadero privilegio. La cosa con Jonathan es que es él muy el ying a mi yang; siendo mi ‘yang’ el tener poco conocimiento o inteligencia. Pero ya sabes…”, recalcaba entre risas Marcus.
“Pero está siendo genial, haciendo eso, ese programa. Obviamente es historia sobre fútbol, pero, de hecho, muchas veces es simplemente historia. Por ejemplo, el episodio sobre las Olimpiadas de 1936, donde Austria jugó contra Perú, y estás hablando de la Alemania Nazi esencialmente, y ese tipo de cosas. O el partido de Países Bajos en la final del Mundial de 1974. Ese partido… eso tiene un efecto en la gente neerlandesa. No en toda, obviamente, pero en gran parte de la población tiene ese efecto en su psique y esa clase cosas. Así que muchas veces será simplemente una lección historia. Pero otras… como cuando hablamos del ‘Fulham 4, Juventus 1’… lo cual es encantador”. “Es una carta de amor”, exclama Luke. “Es en gran medida una carta de amor”, confirmaba Marcus.

“Marcus estaría hablando sobre eso en cualquier caso, con o sin programa”, seguía Luke. “Simplemente se da la circunstancia de que estaba ahí [en Craven Cottage]”, dice Marcus en tono jocoso. “Es una pasión y es genial el momento en el que tienes la oportunidad de hablar sobre estos partidos”. Una pasión, una idea de programa, que les ha llevado a divertidos, comprometidos momentos…
“Ah, ¿el derby? ¿El derby de Tel-Aviv era? Quiero decir, eso, es que… Hay veces en los que vamos a hablar de un partido y le miro a Jonathan y pienso: ‘Muy bien Jonathan, tú conoces [la materia], tú has escrito extensamente sobre este partido, te la paso’. Y entonces él quizás como que me mirará a mí y dirá: ‘¿Dónde te gustaría entrar?’. Pero esta vez estábamos mirándonos el uno al otro para [el partido] de los años veinte, cuando sea que empezó el derby en Israel, y puedo verlo en sus ojos y él va y ‘[*respira agudamente*] estoy un poco fuera de mi zona de conocimiento’, y yo voy y ‘¿tú estás fuera de tu zona de conocimiento?’”, destacaba Marcus en letra cursiva-auditiva, se podría decir, mientras reía. “Muy bien, pues parece que voy a tener que ser yo quien agarre el timón esta vez”.
Pueden dar la impresión de seguir siendo el grupo de completos aficionados que empezaron grabando en la cocina de Luke en 2007. Sin embargo, son todo lo contrario. Y con ese mismo ambiente y aura de parecer que no saben lo que hacen, su “timing” cómico sobre el escenario es algo que destaca y reluce de manera brillante y como uno no pensaría que lo haría para unos “comentaristas” deportivos. Rápidos de mente, asegurándose de mantener el dinamismo a su más alto nivel desde el principio hasta el final, los presentes en la fría noche de Chicago, al final de la noche, desarmados, rieron e hicieron notar su disfrute a través de la totalidad de la actuación. La última de una notable gira y con una frescura que veías en Marcus, en Luke, en Jim, y en Pete, probablemente el mayor “showman” de los cuatro, que haría pensar que era el primero de sus shows y no el último.

Ante tan marcada comodidad, ante marcada química, a la pregunta de qué es lo que más les excita de hacer el programa, haciéndolo todos estos años después, Marcus decía: “Esa es una muy buena pregunta. Creo que… Algo que adoro es cuando ves algo ridículo, o algo brillante que ha sucedido en fútbol, y piensas: ‘¡Excelente! No puedo esperar a hablar con los chicos sobre eso. O escuchar lo que tienen que decir’. Y el hecho de que gente venga y lo escuche, y lo disfrute, o responda a ello sea en redes sociales o lo que sea, creo que es un verdadero privilegio. Nos encanta el fútbol y cuando algo brillante o estúpido sucede, no puedes esperar a ir al bar, o no puedes esperar a ver a tus amigos y decir, ‘Oh, dios, ¡has visto esos tres goles que ha marcado!’, o, ‘¡has visto ese momento absurdo!’. Es esencialmente eso, sólo que lo estás retransmitiendo. Y creo que es lo que me excita.”
A raíz de eso continuamos hablando de la gran historia de aquel momento, el encontronazo Instagramero entre Coleen Rooney y Rebekah Vardy, Luke reflexionaba: “Cuando ese tipo de historia sucede es divertido saber que ese tipo de material va a estar ahí. Porque la última cosa que queremos, con el tipo de programa que hacemos, nosotros cuatro, es tener que hablar formalmente de fútbol o lo que sea. Quiero decir, estamos contentos haciendo eso también, pero es divertido hablar sobre esas historias absurdas. Así que es genial cuando conseguimos ese tipo de oro en contenido. Y desde mi punto de vista, contestando a la pregunta original, soy simplemente un poco un friki de la radio y del podcasting; me gusta el ‘audio’ y escucharlo, así como gusta ‘hacerlo’ también. Es un trabajo muy divertido que tener, en realidad”.
A la pregunta de cuál es el siguiente paso de ‘The Football Ramble’, tras la gira, tras convertirse en una publicación de podcasts diaria, tras sumar una plataforma en Patreon, Marcus reflexionaba: “Creo que el siguiente paso natural para nosotros probablemente sea, sin querer sonar muy ridículo, pero con toda la inestabilidad política, con el Brexit…”.
Un podcast sobre fútbol convirtiéndose en un partido político desde luego sería algo novedoso. Aunque las ideas de Luke iban por otros derroteros: “Yo iba a decir vender por 10 mil millones de dólares”. Me decía Marcus en respuesta, “Si conoces a un comprador, estamos interesados”. “‘Football Ramble Airways’, ¿quizás?”, añadía en medio de la pequeña tormenta de ideas. “Diez mil millones de dólares, tienes nuestra palabra de que nunca jamás haremos nada”, continuaba Luke ante las sonoras carcajadas de Marcus.
“Solamente llevamos ni media temporada haciendo podcasts diarios, así que veremos cómo evoluciona eso”, explicaba Luke, intercediendo Marcus hacia mis preguntas de futuro y siguientes pasos: “Danos una oportunidad, tío”. “Quizás haya más shows distintos [como su recientemente estrenado “club del libro”], o quizás reorganicemos un poco la alineación, sacando a alguno que no haya funcionado tan bien y reemplazándolo con otro, o puede que les demos a todos los programas otro año”, continuaba Luke. “Calendarios Football Ramble”, especulaba Marcus. “Marcus se quitará su ropa”, replicaba Luke. “No toda la ropa”, remarcaba Marcus. A lo que concluía Luke: “Mantendrá puesto un sombrero”.

Una cercanía, una confianza en sí mismos que relucía en la conversación. Una confianza que, sin embargo, en ningún momento se convertía en arrogancia, sino todo lo contrario. Marcus, incluso, preguntándome por mí equipo de fútbol antes de terminar. “¿De quién eres aficionado, por cierto?”. Ante lo cual procedí a dar mi exageradamente elaborada respuesta de cómo no tengo exactamente un equipo y cómo he sentido simpatía por muchos equipos, muchos diferentes proyectos, pero nunca he sido de un club en concreto. “Está empezando a sonar como tú”, le decía Luke a Marcus, ante lo cual todos reímos. Si bien Jim con el Arsenal, Pete con el Newcastle y Luke con el Portsmouth, Marcus nunca se había terminado de inclinar hacia ningún equipo hasta que finalmente lo hizo por el Fulham. “Sí, al final me decidí por el Fulham”. Algo relativamente anómalo en el mundo del fútbol, el no crecer siendo exactamente aficionado a un club en particular, pero algo tenía que haber en común entre el presentador de The Football Ramble y El podcast de La Media Inglesa, supongo.
Una entrevista verdaderamente placentera, un show incluso superando expectativas, una tarde y noche en global en su presencia, que te hacía entender que su éxito no ha sido casualidad. Su dominio del medio, del saber hacer un programa magnético, el de encima trasladarlo al escenario, sin mostrarse ni un solo hilo de las costuras. Empezando en una cocina, hablando de fútbol a través de su propio prisma particular, de absurdidades de todo tipo, de Sven-Göran Eriksson, o de cualquier otra cosa. The Football Ramble, más de doce años, un libro y varias giras después, no tiene la más mínima intención de frenar en su camino, en su crecimiento y evolución. Después de todo, son “sólo” cuatro personas hablando de fútbol, ¿no?