1. N’Golo Kanté (Chelsea)
Si el año pasado el milagro del Leicester City nos enseñó que nuestro planeta está cubierto por tierra, agua y N’Golo Kanté, este curso el centrocampista francés se ha consolidado definitivamente en Inglaterra como el mejor jugador de la temporada. Es el primero de la historia de la Premier League en ganar dos títulos de liga consecutivos con dos equipos distintos: de los foxes marchó al Chelsea y se ha convertido en el pilar sobre el que Antonio Conte ha vertebrado la resurrección del nuevo campeón.
A veces con Fàbregas de acompañante, otras con Matić, pero siempre Kanté. Ha sido una figura indispensable en el doble pivote del Chelsea, y sin su omnipresente labor de contención y extensísima cobertura de terreno no se puede entender el título del club londinense. Además, ha marcado dos goles en toda la temporada –uno en liga y otro en FA Cup–, ambos de bella factura y al mismo equipo: el Manchester United. El que anota en jornada de Premier, rompiendo la no siempre funcional cadera de Chris Smalling, es la perfecta guinda a su campaña. Kanté ha sido un año más tan sencillo como su fútbol; un tipo que ni vende muchas camisetas ni vale como imagen publicitaria, pero que es el sueño de cualquier entrenador.
2. Eden Hazard (Chelsea)
Bien habría valido una película de Alfred Hitchcock la misteriosa desaparición en la temporada 2015-2016 del Eden Hazard que todos conocíamos. Tiempo después y tras un necesario corte por lo sano entre el Chelsea y José Mourinho, el belga ha retomado el vuelo como si nada hubiera pasado. Hazard necesitaba recuperar la magia perdida y Conte buscaba a su hombre clave. El encuentro entre ambos, además de imprescindible, ha sido finalmente fructífero y ganador.
Cuando Inglaterra empezaba a temer que aquel jugador que dominó la liga se hubiese apagado, Stamford Bridge ha disfrutado como antaño del ídolo perdido. Las diagonales como puñales arrancando desde la banda, el balón pegado a su pie a una velocidad que los defensas no pueden asimilar, los goles, las asistencias: todo ha vuelto a su sitio para Hazard hasta ser de nuevo uno de los mejores jugadores del curso. Gracias a la estabilidad atrás y el espacio en la línea ofensiva que el sistema de Conte ha proporcionado, el ‘10’ ha descosido a los rivales a su gusto. 16 dianas y cinco pases de gol en liga confirman la recuperación del belga también a nivel estadístico. No en vano, nunca antes había marcado tanto en una temporada en la Premier.
3. Harry Kane (Tottenham)
Quizás por desencanto con los jugadores del país tras los interminables fracasos de la selección nacional o por la poca confianza inicial en el Tottenham Hotspur de Mauricio Pochettino como alternativa real a los grandes, Harry Kane tuvo que soportar hace dos años la etiqueta de one season wonder –término empleado por los que creían que lo suyo sería flor de un día o, en este caso, de una temporada–. La realidad es que ya se ha cumplido la tercera campaña desde su explosión y al ariete no se le adivina techo. Crece a zancadas al ritmo de un club con presente y futuro realmente esperanzadores.
Marcó 21 goles hace dos temporadas, subió hasta los 25 en el pasado curso y este año sus 29 dianas le han convertido en la Bota de Oro del país por segunda campaña consecutiva, algo que sólo han logrado en la era Premier Alan Shearer, Michael Owen, Thierry Henry y Robin van Persie. Además, se ha unido así al selecto club que forman con él Sergio Agüero, Ruud van Nistelrooy y los mencionados Shearer y Henry como los únicos que han marcado más de 20 goles en tres temporadas seguidas. Pero los registros de Kane van acompañados de un asterisco que los hace aún más espectaculares: se ha perdido ocho jornadas por lesión. Por tanto, habiendo jugado sólo 30 partidos de Premier las matemáticas dicen que ha marcado casi un tanto por encuentro (0,97). Y apenas tiene 23 años.
4. Alexis Sánchez (Arsenal)
Es lógico que el pánico se apodere de la hinchada gunner cuando escuchan rumores sobre la posible marcha de Alexis Sánchez. El chileno ha sabido bailar en la tempestad del peor año de la era Wenger, culminado con la primera ausencia en 19 veranos del Arsenal en puestos de Champions League. Si el curso ha sido nefasto, cuesta pensar cuánto habría sufrido el club del norte de Londres si su atacante estrella no hubiese aportado semejante rendimiento. A pesar del descalabro de los suyos, el ‘7’ puede consolarse con haber cumplido a un nivel de élite.
Autor del 31 % de los goles de su equipo, la hoja de servicio de Sánchez presenta 24 tantos y diez asistencias. Ha sido la única nota afinada en una orquesta en progresivo deterioro hasta el fatídico punto de inflexión que representará el año que viene la presencia del Arsenal en Europa League. Apenas hay certezas sobre el club y son aún más escasas en el caso de Alexis: es una incógnita si seguirá, marchará a otro equipo de Inglaterra o hará las maletas rumbo al exterior de las fronteras del Reino Unido. Hoy por hoy, tal y como ha certificado su excelente temporada en el plano individual, en el Emirates Stadium no pueden vivir sin él.