Hay un sector más o menos amplio de personas en España al que le choca que los equipos no pertenecientes al big six de Premier League (Manchester United FC, Manchester City FC, Tottenham Hotspur FC, Arsenal FC, Chelsea FC y Liverpool FC) contraten jugadores relativamente importantes de la liga española (Vicente Iborra -Leicester City-, Sandro Ramírez -Everton FC- o Roque Mesa -Swansea-, por citar solo los últimos ejemplos). Quizá esta especie de recelo se deba a la rivalidad últimamente existente entre ambas ligas por consagrarse como «la mejor del mundo». El gusto futbolístico es variable, abstracto, personal, por eso habrá quienes prefieran la técnica española antes que el dinamismo británico —y viceversa—. Sin embargo, los ingresos económicos y su equitativa distribución son los que alimentan el crecimiento de los equipos que conforman una liga. Los beneficios, al contrario que los gustos, son rigurosos y objetivos. Y si existen beneficios, los derechos de televisión nacionales e internacionales tienen gran parte de culpa.
Los mundos asiático y estadounidense son dos de los mercados que están intentando explotar por todos los medios las tres competiciones más importantes del mundo a nivel de clubes, Premier League, LaLiga y Champions League. ¿Por qué podría estar ocurriendo esto? En Asia y en EE. UU. está creciendo anualmente el interés por el fútbol gracias a que varias estrellas europeas están poblando los equipos de la Superliga China y la MLS. Además, hay equipos de Premier League que son propietarios de una franquicia en la MLS. El caso más conocido es el del Manchester City FC y el New York City FC, club entrenado por Patrick Vieira y capitaneado por David Villa.
Dejando al margen el mercado asiático, donde domina de manera aplastante la liga inglesa, se centrarán las líneas que siguen en el mercado estadounidense. Se darán a conocer los ratios de audiencia de los diez partidos más vistos de Premier League, LaLiga y Champions League. Antes de conocer los datos, sería lícito pensar que esta comparación podría estar reñida, pues son muchos los hispanos que habitan en EE. UU. ¿Se hará realidad esta hipótesis?

En primer lugar, los diez partidos más vistos en Premier League en 2016/17. Cabe decir que la cifra de audiencia de cada partido corresponde a un único canal y en lengua inglesa, es decir, no es una suma de varios canales. El pico más alto se registró con el clásico enfrentamiento entre Manchester United FC y Liverpool FC con casi un millón y medio de personas. El duelo entre los pupilos de Slaven Bilić y Arsène Wenger quedó relegado al último lugar de esta clasificación, pero con unos números sobresalientes.

En segundo lugar, los diez partidos más vistos de LaLiga Santander 2016/17. Al igual que ocurre con Premier League, los resultados obtenidos corresponden al único canal en lengua inglesa que tiene los derechos de la competición en EE. UU. Como era de suponer, los enfrentamientos entre Real Madrid CF y FC Barcelona copan las primeras posiciones, pero ninguno de ellos fue capaz de colarse entre los diez primeros de la Premier League. Por ilustrar con un ejemplo, un partido entre Bournemouth FC y Crystal Palace FC estaría rondando aproximadamente los 400.000 espectadores. No superaría a los dos ‘Clásicos’, pero duplicaría o triplicaría las cifras de un derbi madrileño, que es un partido considerado grande en España.

Dado que el canal inglés que retransmite LaLiga en EE. UU. ofrecía unos niveles de audiencia muy pobres, se elaboró otra clasificación en la que se sumaban a ellos los del canal hispano. Francamente, se esperaban unas cifras mejores a las obtenidas: tan solo los ‘Clásicos’ se colarían entre los diez primeros de la Premier League. El resto de partidos se quedan muy lejos de los números de Premier League. Y en algunos casos, como en el choque entre los combinados de Luis Enrique y Diego Pablo Simeone, que ocupa el décimo puesto, no se ha llegado a retransmitir el partido a través del canal inglés.

Para finalizar el análisis de las audiencias en EE. UU., los diez partidos más vistos de Champions League 2016/17. Como todo el mundo sabe, aunque el nivel de la competición ha bajado notablemente en la última década, es el trofeo que cualquier equipo desea poseer en sus vitrinas. Por ello, los equipos más importantes de las ligas europeas se suelen enfrentar entre sí en las fases finales, dejando como resultado cruces muy atractivos para el espectador. Tomando esta pauta como base, es normal que algunas personas piensen que será el torneo que tenga más audiencia a nivel de clubes, que será el torneo por excelencia. Planteamiento erróneo. Salvo la final, que es un acontecimiento único y últimamente tiene lugar en fin de semana, ningún partido mejora los datos obtenidos por Premier League desde agosto de 2016. Las audiencias son sensiblemente mejores que LaLiga Santander, pero en ningún caso peligra el trono del campeonato inglés.
Esta comparación tan solo es una pequeña muestra de la brutal diferencia entre Premier League, LaLiga y Champions League. A imagen de la City londinense, el núcleo financiero de Europa, la Premier League es una empresa hábilmente gestionada y orientada a resultados. Mientras que UEFA y LaLiga se han limitado a enriquecer a los ricos y a empobrecer a los modestos, Premier League ha trabajado duro durante años para tener el privilegio económico y comercial que ostenta en la actualidad. Esos beneficios desembocan directamente en los clubes ingleses, por eso no es extraño ver un reparto equitativo de dinero o que, por ejemplo, muchos clubes prioricen la liga doméstica antes que las competiciones europeas (el Manchester United de la temporada pasada es la excepción, no la norma). Mientras que equipos como Club Atlético de Madrid, Sevilla FC, Juventus FC o Borussia Dortmund necesitan los ingresos de competiciones europeas para mantener el nivel deportivo y económico, los ingleses —y galeses que participan en competiciones inglesas, como el Swansea— se bastan y se sobran con su liga.
La pregunta final es: ¿cuál es el peligro para el resto de ligas y competiciones europeas? Que en el próximo contrato de derechos televisivos (trienio 2019-22) haya aún más diferencia de ingresos entre ellas y la Premier League. Si esto ocurre, podríamos ver una liga inglesa comparable a la NBA, una liga cerrada y con los mejores jugadores del mundo en los diversos equipos que la componen. La Premier League es ya la segunda liga deportiva del mundo en ingresos, solo por detrás de la NFL. Y la mirada de Richard Scudamore, director general de la liga inglesa, está en el primer puesto.