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El presente capítulo de la historia del Middlesbrough empieza el 13 de Noviembre de 2013. El futuro del club pintaba más gris que el más nublado de los días que se pueda cernir sobre la ciudad de Middlesbrough, en el noreste del país. El dueño Steve Gibson efectuó ese día una de sus mayores apuestas como máximo dirigente del club: fichó a Aitor Karanka, el primer entrenador no británico en la historia de la entidad.
Al Boro, el descenso a segunda de 2009 le pilló de sorpresa. El club apuntaba a la mitad alta de la tabla. El entrenador Southgate fue liberado de sus obligaciones meses después. El actual seleccionador escocés Gordon Strachan llegó y se trajo consigo a media liga escocesa. El proyecto falló. Tony Mowbray fue el siguiente. Como jugador, Mowbray debutó en el club y disputó más de 300 partidos. Pero su etapa como técnico acabó antes de tiempo tras dejar escapar el descenso y un mal arranque en la liga subsiguiente. Entonces llegó Karanka, que meses antes había abandonado la disciplina del Real Madrid.
El circo mediático que se generó a su alrededor en su etapa como asistente de José Mourinho en el Real Madrid le convirtió en una figura vilipendiada, de manera probablemente injusta. Desde España, por lo menos, no había gran confianza en él. Pero en Inglaterra venía como asistente de todo un Real Madrid y de todo un Mourinho.
Karanka emprendía su primera experiencia como primer entrenador de un club y en el Boro empezó por arreglar los problemas estructurales del equipo. Dedicó toda esa primera campaña transformando la endeble defensa en un muro inexpugnable. Y lo consiguió con creces. Aunque para cosecharlo renunció en gran medida al ataque. Una carencia que enmendaría el año siguiente.
En aquel segundo año al frente del equipo, los situó entre los contendientes al título de liga. Sin embargo, no lograron cruzar la línea de meta, dejando escapar primero el ascenso directo y después la final del play-off. No podía volver a ocurrir. Steve Gibson volvió darle manga ancha a Karanka y al departamento deportivo para reforzar el equipo con tal de alzarse con el ascenso. A mitad de campaña llegaría un importante refuerzo al mencionado departamento deportivo, el español Víctor Orta, tremendamente reputado en el mundillo tras su paso por el Sevilla y el Zenit de San Petersburgo, como nuevo director deportivo. Luego se añadiría el periodista Gaby Ruiz como nuevo ojeador.
El ascenso se fue complicado. La presión era cada vez mayor. Y la tensión que se estaba generando acabó explotando. Un enfrentamiento de Karanka con el vestuario llevó a que el técnico vitoriano diese la espantada en lo que fue uno de los sucesos más surrealistas que ha vivido el club. No dimitió, no le echaron y nunca se supo del todo las razones que llevaron a aquella situación. Llegó a quedarse en casa mientras el equipo dos días más tarde tenía que viajar a Londres para medirse a un Charlton en descenso. Perdieron. Lo cual reforzó la posición de Karanka. Steve Gibson habló con él y mantuvo su fe ciega. El español volvió para un cruce capital contra un rival directo como el Hull que consiguieron ganar, no sin sufrir lo indecible. Finalmente llegó la jornada 46, la finalísima. Un par de tropiezos más hicieron que llegasen a ese punto teniendo que disputarse el ascenso contra su rival directo, el Brighton. Volvieron a sufrir pero empataron y lograron el punto que les abrió las puertas de la tierra prometida.
Cumplido el objetivo, se avecina el reto de no dejarlo escapar. Con una gerencia deportiva de primer nivel, han cerrado casi todos los traspasos (ocho entradas y seis salidas) pretendidos en las primeras semanas de mercado; antes del comienzo de la liga y antes de tener que ir a cazar jugadores en Deadline Day. A pesar de moverse con rapidez y eficacia, algunos fichajes no han tenido mucho sentido. Como por ejemplo en la portería. Explicaba servidor el dilema que se había generado bajo palos tras el fichaje de Víctor Valdés. Con la contratación también de Brad Guzan ya no hay quién lo entienda. Contando con el mejor portero de segunda división los dos últimos años, Dimitrios Konstantopoulos, y un aceptable suplente como el madrileño Tomás Mejías, no muchos han encontrado mucha lógica detrás de situar en nómina a cuatro porteros. Con todos a su mejor nivel, Valdés será probablemente el titular. Pero con las dudas sobre su estado físico, el brillante nivel reciente de ‘Dimi’ y la reseñable Copa América de un Brad Guzan que llevaba, no obstante, tiempo en declive en el Aston Villa, se plantea un misterio cuyo desenlace habrá que esperar para descubrir.

La defensa también ha sido en global la mejor de Championship las dos últimas campañas. Emilio Nsue ha logrado reconvertirse a lateral desde su aterrizaje para tener un hueco fijo. El ecuatoguineano se ha consolidado, aunque el salto de nivel ha hecho a Karanka cubrirse las espaldas con un lateral puro como Antonio Barragán (del Valencia por 1,5 millones de libras) y que tiene experiencia previa en Inglaterra. Daniel Ayala es el indiscutible líder de la defensa y tras renovar esta semana con el club, su sitio será una garantía siempre y cuando esté físicamente a punto. Quién estará junto a él es la incógnita. El siempre aplicado Ben Gibson ha sido su pareja más regular estos años, pero el ascenso ha provocado la llegada de más competencia como la del recién llegado, Bernardo Espinosa, procedente del Sporting. El veterano Alex Baptiste (que también puede desenvolverse de lateral diestro) y los jóvencísimos Dael Fry y Adam Jackson aportan un fondo de armario que se espera que crezca con la llegada de otro central. Donde discordancia no hay la más mínima es en el lateral izquierdo, lugar en el que George Friend llevaba tiempo mereciendo exhibirse al máximo nivel. James Husband, un lateral más que correcto, será la alternativa.
Es en la sala de máquinas donde se empieza a prever una aguerrida lucha. Al menos de inicio de temporada, un sitio está reservado para Adam Clayton. Excelso robador de balones, ha mejorado su vertiente organizativa y ofensiva del juego. Con un buen pase corto pero sobre todo un gran desplazamiento en largo, es un jugador que va a más. Junto a él, el capitán Grant Leadbitter ha formado una dupla sensacional. Un futbolista de un corte similar al de Clayton, pero que responde más al concepto de clásico box-to-box, con un gran recorrido, potente disparo y notable despliegue físico. Actualmente se encuentra lesionado, pero cuando vuelva tendrá algo que decir. Lo cual quizás no sea suficiente para superar al flamante nuevo fichaje: el holandés Marten de Roon. Una de las principales revelaciones de la Serie A la temporada pasada con el Atalanta, el Boro se anticipó para hacerse con sus codiciados servicios a cambio de más de 12 millones de libras. No muy lejos necesariamente de las características de los otros dos, De Roon ofrece una salida más pulcra del balón, un más depurado control del mismo y un magnífico sentido táctico. Adam Forshaw, Bryn Morris y el belga Julien De Sart, que probablemente salga cedido junto a Morris, pugnarán por tener protagonismo, siendo sobre todo Forshaw el que ha dejado buenísimas sensaciones en pretemporada.
La línea de tres cuartos fue la que más varió y alteraciones experimentó a la largo de una temporada en la que solamente Albert Adomah tenía un puesto prácticamente asegurado en este sector. Éste, casi toda su carrera extremo derecho, fue recolocado por Karanka al izquierdo, donde continuó brillando. Sin embargo, parece que regresará a la derecha tras los nuevos fichajes. Feroz depredador de espacios, tiene una gran zancada y un muy buen recorrido en diagonal y capacidad de centro. En el puesto de media punta puro, pasaron bastantes pretendientes el pasado curso. Stewart Downing no logró hacer suyo el sitio que estaba destinado para él. El inesperado aterrizaje de Gastón Ramírez supuso un soplo de aire fresco y la definitiva solución para un puesto en el que el uruguayo fue sobresaliente. Tras terminar su contrato con el Southampton, ha llegado de forma permanente a Riverside. Y en la izquierda el holandés Viktor Fisher parece erigirse como el máximo favorito. Jugador de brillantes chispazos en el Ajax, las lesiones trabaron su progresión. Pero con una calidad innegable, el Boro ha apostado por él y no son malas la primeras impresiones. Las opciones, no obstante, no acaban ahí ya que el mencionado Downing, los uruguayos Cristian Stuani y Carlos de Pena (sí, sí, de Pena), Harry Chapman, Adam Reach y el gambiano Mustapha Carayol forman un nutrido grupo de competidores para la línea.
Aunque se ha barajado la posibilidad de que jueguen con dos puntas, la vía aparentemente más probable sigue siendo la de un sólo delantero. De esta manera, Jordan Rhodes y Álvaro Negredo pelearán por ser titulares. En el pasado mes de enero, el Boro sabía lo que se le venía por delante y que el puesto de delantero no había ofrecido las garantías deseadas. David Nugent era el titular pero querían a alguien más contundente. Se redujo la lista de candidatos a Ross McCormack y a Rhodes. Terminó llegando éste último y, aunque le costó más de lo esperado, marcó más de un gol trascendental. Pero ahora ha entrado por la puerta un nombre con peso y ese es el de Negredo. En su momento uno de los mejores delanteros españoles, su brillo ha ido a menos, en especial en su funesto paso por Valencia (de donde llega cedido), pero en el contexto idóneo puede volver a ser letal. Rhodes contra Negredo; una mínima ventaja para el español. Por su parte, Nugent y el canterano Bradley Fewster tratarán de sumar todos los minutos posibles.
A lo largo de la pasada temporada en especial, el Middlesbrough demostró que le cuesta más de la cuenta jugar contra equipos muy replegados. Esto es algo que el ascenso les debería resolver en gran medida. A pesar de estar muy acostumbrados a tener la posesión y a llevar la voz cantante, es un conjunto con características para ser un buen equipo de contraataque. Con jugadores rápidos y que van bien al espacio, será muy interesante ver qué nivel de eficacia contragolpeadora logra imprimir Karanka al equipo. Desde que aterrizó en Middlesbrough hace ya casi tres años ha sabido adaptar a sus jugadores a los diferentes contextos a los que se han enfrentado. La Premier League 2016-2017 se aproxima y en ella estará la gran prueba para Aitor Karanka y para un equipo, un club, que quiere consolidarse en la máxima división.
