Pau Corachán

Previa 2017-18: Burnley

El Burnley de Sean Dyche se enfrenta esta temporada a un reto mayúsculo para el que deberá intensificar los esfuerzos si quiere alcanzar su objetivo. La permanencia se antoja más cara y pasa por mejorar el rendimiento lejos de Turf Moor así como encontrar la forma de que no se note la ausencia de Michael Keane, el auténtico líder de la defensa Claret. El proyecto busca consolidarse en la élite.

En el fútbol, como en la vida, no siempre se impone la lógica y, a veces, algo que en apariencia pudiera ser perjudicial, significa un cambio de rumbo necesario para convertir en alegrías lo que presumiblemente iba a ser melancolía. Así empezó la historia del Burnley de hoy, que busca esta campaña asentarse en la élite. Cuando Eddie Howe, pocas semanas tras dar comienzo la temporada 2012-13, dejó en la estacada al club de Lancashire para acudir en ayuda de su amado Bournemouth, nada hacía presagiar que este abandono sería el punto de partida de una época dorada para los habitantes del viejo y querido Turf Moor.

Con la temporada comenzada, el Burnley  tuvo a bien recurrir a Sean Dyche, un técnico prácticamente sin experiencia como entrenador principal que había dirigido solamente al Watford la anterior temporada. Así fue como aquel pelirrojo metódico llegó al banquillo Claret, donde con perseverancia y mucha cultura del esfuerzo, acabaría edificando su hogar. Aquel primer año Dyche consiguió encauzar las aguas y que el equipo terminara en media tabla. Sin sufrir sobresaltos y con un verano por delante para construir un equipo que logró, para sorpresa de todos, el ascenso a la Premier League.

Fue la 2014-15 la segunda temporada del club de Lancashire -uno de los dominadores del fútbol inglés de la primera mitad del siglo XX- en la máxima categoría desde que se constituyera la Premier League. Tanto en la 2009-10 como en esta ocasión, la máxima categoría fue como un caramelo en la boca de los aficionados de Turf Moor: un premio dulce, pero muy breve. Fue imposible hacerlo durar más de 38 jornadas.

Sin embargo, este último descenso resultó ser un resorte para que el equipo volviera a la Premier tan solo en una temporada y lo hiciera con más fuerza que en las anteriores ocasiones. Con vigor y esfuerzo colectivo, y basándose en un extraordinario rendimiento como local, el Burnley alcanzó en 2017 el éxito que no había cosechado ni en 2010 ni en 2015: la permanencia. Ahora, los de Sean Dyche están ante un reto todavía mayor: encadenar una nueva permanencia que consolide el proyecto Claret en la competición más importante del mundo.

No será fácil. Los muchachos entrenados por Ginger Mourinho han de redoblar el esfuerzo si quieren conseguir el objetivo, que por el nivel del resto de contendientes, se antoja casi una machada. Cabe recordar que la entidad de Lancashire se autosomete a una severa política de control del gasto con el fin de evitar futuras quiebras. Medida sin duda positiva a medio y largo plazo, pero que en ocasiones resta potencial a la hora de confeccionar plantillas competitivas en un entorno de economía boyante como la actual Premier League. 

Para lograrlo, el cuadro de Dyche debe mejorar indefectiblemente su rendimiento a domicilio. En la 16-17 sólo cosecharon 7 puntos jugando lejos de Turf Moor. Una victoria, cuatro empates y catorce derrotas es el pírrico balance que sacaron como visitantes. Sin duda, el mayor debe del equipo Claret. Se antoja harto complicado repetir la proeza de la permanencia si no se aumenta la producción fuera de casa. Sobre todo porque esta temporada, y siempre a priori, parece que va a estar más caro mantenerse en la categoría. Los tres equipos que han ascendido de Championship prometen guerra. En Newcastle, Rafa Benítez ha construido un bloque de garantías para el regreso a la Premier, y el Brighton & Hove Albion y el Huddersfield Town se están reforzando notablemente, sobre todo este último.


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Por su parte, en el Burnley el mercado no está siendo demasiado movido, al menos por el momento. En el capítulo de altas destaca el regreso del centrocampista Jack Cork, que viene del Swansea y por el que el club de Lancashire ha pagado ocho millones de Libras. Cork se encuentra en el punto álgido en su carrera, tras acumular varias temporadas siendo titular en la Premier, tanto con el Southampton primero como con el Swansea después. El centrocampista inglés tratará de llenar el hueco que deja Joey Barton, quien en Burnley, entre polémica y polémica, siempre ha rendido a un alto nivel.

La de Barton no es la única baja sensible con la que tendrá que lidiar Dyche esta campaña. Su mejor futbolista el último año, el central Michael Keane, ha sido fichado por el Everton (30 millones de libras tienen la culpa) y la defensa Claret queda huérfana de su líder. Recomponerla dignamente es el reto más urgente y complicado que se le presenta al técnico para este inicio de temporada. Por el momento, el Burnley no ha hecho ninguna incorporación para el centro de la defensa. Sí para los laterales, donde llegan el experimentado lateral derecho Phil Bardsley, procedente del Stoke City, y el prometedor lateral izquierdo Charlie Taylor, que llega libre del Leeds United.

Del Stoke también viene el delantero, internacional por la República de Irlanda, Jonathan Walters. Desde un rol secundario y sin cifras escandalosas, pero a buen seguro que aportará goles importantes y lucha a raudales. El ataque ha sufrido una baja sensible con el traspaso del ariete referencia y goleador de este Burnley, André Gray, que se ha marchado al Watford a cambio de 18 millones de libras. Eso significa que, a unos días de que arranque la Premier League, Ashley Barnes, Sam Vokes y el mencionado Walters son las únicas opciones ofensivas de Dyche. Entre los tres marcaron veinte goles el curso pasado, la mitad de los cuales fueron obra de Vokes.

En el centro del campo tampoco encontraremos, por mucho que nos empeñemos en buscarla, la melena al viento del indomable George Boyd. Llevaba solamente tres años en el club, pero se había ganado un sitio de honor en el corazón de los aficionados y, por supuesto, en los onces de Dyche, quien siempre le consideró un futbolista muy importante para su medular.

Así pues, a falta de menos de un mes para el cierre de mercado, varias son las incógnitas por resolver en la plantilla. Principalmente la llegada de un defensa central de garantías que intente hacer olvidar a Keane y el fichaje de un delantero centro goleador que pueda cumplir el rol que venía desempeñando André Gray, el de actor protagonista del ataque Claret. De cómo resuelva Dyche estas variables dependen en gran medida las posibilidades de éxito del proyecto de consolidación en Premier League del Burnley.


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Pau Corachán