Juan Vega

Previa 2017-18: Chelsea FC

El Chelsea vuelve a afrontar una temporada más como vigente campeón de la Premier League. Mejorar y superar lo conseguido la pasada campaña. Tarea que cada año se vuelve más complicada debido a la explosiva competitividad de la Premier League.

Vuelve el campeón. Como cada año, los focos mediáticos disparan sus flases a discreción contra el que ha sido el vencedor de la temporada anterior. La presión en máxima y este año no será menos. El trofeo vuelve a estar en Londres. El equipo de Fulham Road es el equipo que más trofeos ligueros ha ganado desde que comenzó la década en 2010. Tres títulos en sus vitrinas, por dos que tienen Red Devils y Citizens.

Su éxito de la pasada campaña en la más importante de las competiciones domésticas fue una consecución de factores: el éxito en el mercado estival con las incorporaciones de N’Golo Kanté, Marcos Alonso o David Luiz, el cambio de sistema a la defensa de tres tras la derrota por 3-0 en el Emirates y, por supuesto, el respiro propiciado por la ausencia de las competiciones europeas. Hoy, todos esos factores se han esfumado: la Premier League casi al completo (siempre nos quedará Pulis) ha imitado el modelo de juego de Conte y el club regresa esta temporada a la Champions League.

En estos momentos, la posibilidad de conseguir repetir título se paga demasiado cara. Parece que han quedado ya muy atrás los tiempos en los que Sir Alex Ferguson o incluso José Mourinho campaban a sus anchas durante varios años por los terrenos de la Premier League. Ahora ya apenas quedan jugadores en activo de esa generación. La Premier League es diferente.

Sin embargo, un campeón en Inglaterra siempre debe estar a la altura. Y si, además, eres el equipo de un magnate ruso que no deja de inyectar millones de libras, mucho más. Por eso el Chelsea y Antonio Conte, deberán mejorar lo que año pasado ya mejoraron. Deberán reinventar lo que el año pasado inventaron. Y deberán aguantar lo que año pasado no aguantaron.

En primer lugar, no parece que Antonio Conte, que comienza su segundo año al timón de la nave de Roman Abramovich, vaya a variar el sistema de juego con respecto al año pasado. Tras dos meses de competición el italiano se dio cuenta de que el 4-2-3-1 no funcionaba por lo que instruyó a sus jugadores en su sistema predilecto: jugar con defensa de tres. Las jubilaciones forzadas de Branislav Ivanovic y John Terry le habilitaron los huecos que necesitaba para completar el eje de la zaga con el recién regresado David Luiz y el reconvertido César Azpilicueta.

Pero la clave fue N’Golo Kanté. Cuando el francés está en el centro del campo, los equipos en los que juega ganan campeonatos. Eficacia del 100%. El menudo medio centro es el primer jugador en la historia de la Premier League que conquista dos títulos de Premier League consecutivos con dos equipos diferentes (el último fue Eric Cantona a principios de los años 90). La reconversión de Victor Moses a carrilero y la incorporación al once titular de Marcos Alonso en el carril izquierdo fueron también determinantes. Pero no es momento de profundizar más en lo que ya se ha profundizado sino el momento de aventurarse en lo que aún no ha acontecido.

Durante lo que llevamos del periodo de fichajes, en las oficinas de Cobham, han hecho varias reformas en la puerta de salida. Se les ha quedado pequeña. La huida en masa de los jóvenes talentos es un problema que terminará posiblemente haciendo mella a lo largo de la temporada. Su fábrica de talentos produce en masa, pero el club tan solo la rentabiliza económicamente. Y a veces ni eso. Que jugadores como Nathan Aké, Dominic Solanke, Nathaniel Chalobah o Ruben Loftus-Check no hayan dispuesto tan si quiera de oportunidades para formar parte del sistema de Conte es cuanto menos preocupante. El técnico no ha querido contar con ellos. Veremos qué ocurre con los que se queden. Si es que alguno lo hace.


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Las ventas de Juan Guillermo Cuadrado, Christian Atsu y Asmir Begovic se pueden considerar daños colaterales. Sin embargo, la marcha de Diego Costa sí parece un problema. Su relación con su técnico nunca fue buena, como ya adelantamos en esta casa a mediados de abril, mucho antes de saliera a la luz el ya famoso mensaje de texto de Conte advirtiendo al hispanobrasileño de que no contaba con él para la próxima temporada. A pesar de no tener una buena relación, el técnico italiano era plenamente consciente de que si quería hacerse con el título de liga, necesitaba los veinte tantos que le proporcionó el hispano brasileño. Después, a la calle.

El fichaje más caro del campeón ha sido Álvaro Morata, precisamente para suplir la baja de Diego Costa. Tras varios intentos de tener continuidad en el Real Madrid y en la Juventus de Turín, el madrileño aterrizó en Stamford Bridge por casi 65 millones de euros. Una cifra que, a priori, parece bastante alta para un jugador que, con 24 años, aún no ha tenido la oportunidad de disfrutar de constancia en ningún equipo. De ser decisivo. Conte le va a dar esa oportunidad. No obstante, la Premier League encierra varios secretos de exigencia e intensidad que tan solo se pueden descubrir una vez que estás dentro. Queda por tanto pendiente de evolución.

La inevitable marcha de Nemanja Matic del conjunto Blue también era un secreto a voces. El pivote de 29 años ya se encuentra bajo la sombra de su maestro y mentor en el Manchester United, José Mourinho. El serbio nunca llegó a convencer a Conte. Bien es cierto que el entrenador transalpino tenía sus buenas razones. La dupla de N’Golo Kante y el serbio no generó la suficiente amplitud que exigía su nuevo esquema de juego, por lo que si hay que prescindir de uno de los dos, la decisión es sencilla. Tiémoué Bakayoko, que llegó del AS Monaco por una cifra cercana a los 45 millones de euros tiene un perfil que difiere bastante del serbio dentro de las semejanzas que podamos encontrar entre ellos. Algunos ya lo compraran con acierto con el gran Yayá Toure. Aportará verticalidad y descongestionará con toda seguridad el centro del campo en las transiciones ofensivas. Gran fichaje.

Por último y no por ello menos importante, cabe también destacar la llegada de Antonio Rüdiger. Un refuerzo de garantías para los últimos hombres de Stamford Bridge. Su retaguardia. El internacional alemán de 1,91 metros de altura y 24 años viene para cubrir la baja del ‘eterno capitán’. A pesar de su considerable altura, puede ser una opción muy viable en el lateral derecho cuando sea la hora de echar el cerrojo.

La plantilla del campeón de la Premier League aún se sigue cociendo a fuego lento. Hasta que finalice el mercado aún pueden llegar más incorporaciones. Lo que está claro es que los jugadores que veremos este año en el terreno de juego serán prácticamente los mismos que el anterior salvando un par de modificaciones. Será interesante ver si Antonio Conte le da una nueva vuelta de tuerca a su sistema, ahora que la defensa de tres se ha convertido en la norma en lugar de la excepción. El año pasado, varios equipos como Tottenham o Arsenal, plantearon ante el Chelsea un sistema idéntico y la apuesta fue un éxito (el Arsenal derrotó a los Blues en la final de la FA Cup y, tres meses después, en la Community Shield).

 La exigencia física de volver a incorporar la Champions League al calendario, cuya ausencia tanto ayudó el año pasado para mantener la forma hasta el final de temporada, y la exigencia mental de repetir y superar los logros ya conseguidos en un entorno tan competitivo como es Inglaterra permiten atisbar un año muy duro en Fulham Road. Y es que el aliento de los Red Devils de José Mourinho, el capitalismo agresivo de los Citizens de Pep Guardiola, el espíritu inquebrantable de los Reds de Jürgen Klopp, los pipiolos del flexible Mauricio Pochettino y los ansiosos cañoneros del mítico Arsène Wenger, ya persiguen a la máquina perfecta de Conte que, un día, fue campeón.


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