Daniel Centeno

Previa 2017-18: Crystal Palace

La labor de Frank de Boer no será solo conseguir unos resultados acordes al equipo, también pasa por modernizar toda una institución del fútbol inglés. Una de las más tradicionales, además.

Cuando Frank de Boer aterrizó en Selhurst Park, el aficionado medio supo que era momento de cambios, pero nadie sabía predecir con exactitud la magnitud de los mismos. ¿Ficharía un par de jugadores de su gusto y mantendría el esquema? ¿Cambiaría ligeramente la alineación, con alguna modificación táctica? ¿Pondría patas arriba toda la estructura del club? Era un misterio, pero la mayoría no se atrevía a vaticinar mayores cambios que un mayor peso de la cantera y un juego algo menos directo.

Al hablar del Crystal Palace hay que considerar que sus últimos técnicos han sido Sam Allardyce, Alan Pardew, Neil Warnock y Tony Pulis. La vanguardia futbolística. En la década de 1960, claro. Si bien el pragmatismo es una filosofía tan válida en el fútbol como en cualquier aspecto de la vida, parece que la directiva busca un modelo más ambicioso. Quieren asemejarse más a Everton, Southampton o Tottenham que a Sunderland, West Bromwich Albion o Aston Villa; y es comprensible visto el devenir de algunos de ellos. Cada vez hay más dinero en juego, y aumenta la competitividad.

Contando con que antes de colgar las botas Frank de Boer fue un central con buena salida de balón y distribución ofensiva, ponerse a la moda parece una opción más que factible, y tal gesta se puede acometer sin renunciar a la idiosincrasia del club. Por ello no fue una gran sorpresa ver que de Boer alineaba un 3-5-2 en el primer partido de pretemporada, un amistoso contra el Maidstone United de quinta división. El único nombre conocido en todo el plantel era el de Jordon Mutch. Parecía vislumbrarse el rumbo que tomaría el club de Croydon bajo la batuta del holandés.

En los cuatro siguientes partidos cambió el esquema al 3-4-3 que tan en boga está a día de hoy, y ahí se ha mantenido. Con todo, los fichajes completados hasta el momento no inspiran la mayor de las calmas en la grada, pues el hueco dejado por Mamadou Sakho en la defensa ha sido considerable. La llegada de un jugador tan prometedor como Jaïro Riedewald y la cesión del inagotable Ruben Loftus-Cheek dejan buen sabor de boca, pero como si fuesen un entrante, no parecen suficientes para saciar las necesidades de la plantilla.

Si bien los rumores no son fiables en cuanto a nombres, sí suelen ser un indicador de posiciones. Si un club tantea a Sergio Agüero, Gonzalo Higuaín y Pierre-Emerick Aubameyang es porque posiblemente busque un delantero. De esta manera, todo indica que de Boer intentará fichar otro central, a ser posible con vistas a medio-largo plazo y un jugador que pueda hacer de carrilero por la banda derecha, pues Andros Townsend no es un futbolista excesivamente fiable en labores defensivas.

Vista la estratagema, parece que Frank de Boer ha sido capaz de localizar el punto débil, y como si fuese un economista, busca transformar las debilidades en oportunidades. Un recambio para Sakho, fiabilidad en el carril diestro y músculo para conectar ataque y defensa. Los dos primeros por llegar, el resto será cosa de horas de entrenamiento y la adaptación del equipo a una nueva filosofía.


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En portería parece que Wayne Hennessey tiene solidez suficiente para ser el arquero titular. Steve Mandanda no pudo robarle el puesto, y se ha vuelto a Francia porque el galés es un seguro bajo los palos. Un portero suplente que aporte sangre más joven que la de Julián Speroni parece que llegará tarde o temprano. A sus 37 años, el argentino conserva un estado de forma espectacular, pero no es la clave para un proyecto de futuro bajo ningún concepto.

En defensa lo único asegurado parece la presencia de Scott Dann en el centro de la zaga. Todo un clásico en Selhurst Park, curtido en mil batallas y experimentado, aún tiene unas cuantas temporadas por delante antes de que su edad empiece a pesarle. El recién llegado Riedewald parece destinado a ocupar la plaza de central izquierdo, siendo zurdo con buen trato hacia el balón y procedente de la cantera del Ajax, algo que le dará muchos puntos a los ojos de de Boer. No hay que olvidar que el técnico holandés se formó precisamente en el Ajax en todas sus variables futbolísticas, como jugador y entrenador.

La plaza restante de la defensa queda a la derecha de Dann y podría ser para Joel Ward mientras aterriza un central diestro. En pretemporada, De Boer ha recurrido de emergencia a Luka Milivojevic. Centrocampista solvente donde los haya, el serbio fue uno de los mejores fichajes del pasado mercado invernal y en pretemporada de Boer le ha dado repetidas veces el rol de central, donde no parece estar incómodo. Trabajador incansable, cómodo con el balón y tácticamente implacable, su titularidad parece indiscutible, ya sea en el mediocentro o llenando ese hueco en la defensa si finalmente no llega otro central. Ni James Tomkins, ni Martin Kelly, ni Damien Delaney parecen partir como titulares, así que Ward podría ser el elegido en caso de que De Boer quiera devolver a Milivojevic a donde realmente pertenece, la medular.

En el centro del campo, Yohan Cabaye tendrá un hueco siempre y cuando no se duerma en los laureles, y si no es acompañado de Luka Milivojevic lo será por Jason Puncheon. Ruben Loftus-Cheek y Jordon Mutch harán lo posible por colarse en las rotaciones. James McArthur no cuenta directamente y tiene pie y medio fuera del club.

En el carril izquierdo hay tres alternativas, todas ellas bastante solventes. Patrick van Aanholt es favorito, pero Jeffrey Schlupp y Pape Souaré tienen una vertiente ofensiva suficiente para ocupar el puesto si el holandés se descuida. Por el carril derecho, Joel Ward parece ser la única opción con cierto nivel defensivo, pero en pretemporada de Boer le ha tatuado la palabra ‘suplente’ en la frente cuando no lo ha usado de central. Si finalmente no llega nadie, la solución pasa por cambiar de banda a alguno de los zurdos mencionados, mover al siempre fiable Puncheon o intentar que Townsend defienda. Este último ha sido la opción elegida en pretemporada por De Boer y parece que el inglés se siente cómodo en su nueva posición de carrilero.

El tridente de ataque parece lo más claro. Christian Benteke partirá como delantero titular, previsiblemente acompañado por Wilfried Zaha en una de las bandas. La otra está entre Jason Puncheon, Ruben Loftus-Cheek o incluso Andros Townsend si no ocupa el carril derecho. En las rotaciones y en las suplencias se podrá colar Jason Lokilo, un canterano que ha gozado de oportunidades esta pretemporada y parece contar con la confianza del técnico holandés.

Sea como sea el Crystal Palace tiene un nuevo rumbo. A corto plazo parece que será dejar más lejos el descenso que los puestos de Europa League.  A lo lejos se ve una cantera prometedora y un equipo capaz de generar estrellas.


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