Si el verano pasado fue decepcionante para el equipo de The Hawthorns en el apartado de fichajes, parece que la situación no va a diferir demasiado en el presente mercado estival. Sin embargo, las novedades más llamativas se presentarán en forma de ingresos económicos, ya que, gracias a Guochuan Lai (accionista mayoritario del club con un 88 % desde 2016), el West Brom lucirá el logotipo de China Palm en el frontal de la camiseta a cambio de casi 3,5 millones de euros por temporada (reemplaza a la casa de apuestas UK-K8.com).
China Palm, empresa dedicada al desarrollo de proyectos urbanísticos sostenibles, fue fundada en 1984, entre otros, por el emprendedor chino. Esta estrategia comercial ya no nos debería coger por sorpresa, puesto que la Premier League arrasa en el mundo asiático en cuanto a audiencias televisivas se refiere. Como bien declara la compañía china en la web del club inglés, «esperamos que este acuerdo nos permita cumplir el objetivo estratégico a largo plazo de convertirnos en un operador global líder de ecociudades y seguir siendo la referencia en la nueva transformación urbana de China para optimizar la estructura económica de la nación. El patrocinio del Albion impulsará la notoriedad de la marca en todo el mundo». Decantarse por la Premier League es apostar a caballo ganador.
Dejando de lado los temas que no están directamente vinculados a lo deportivo, entramos en materia de fichajes. Si bien el objetivo marcado en rojo es emular lo realizado el curso pasado y conseguir la salvación con solvencia, el bagaje de altas del combinado de West Midlands se antoja muy pobre como para llevarlo a cabo con éxito. Hasta el momento, las únicas novedades en la plantilla dirigida por Tony Pulis son el atacante Jay Rodríguez (procedente del Southampton por 13,5 millones de euros) y el defensa central Ahmed Hegazy (cedido por el Al-Ahly). En el capítulo de salidas destaca la fatídica marcha de Darren Flecher al Stoke sin dejar ni una sola libra en las arcas de los ‘Baggies’. A la baja del escocés hay que añadir las de Sébastien Pocognoli (libre al Standard Liège) y Craig Gardner (traspasado al Birmingham, club al que estuvo cedido la estación precedente, por poco más de 1,5 millones de euros).
Así pues, el resultado que obtenemos es una plantilla prácticamente calcada a la que finalizó la temporada 2016/17. Si aquel ya era un conjunto que destacaba por ese fútbol británico tan característico del entrenador galés, el de la 2017/18 potenciará aún más su juego sólido, rocoso y directo una vez que Darren Flecher, el único futbolista que era capaz de inventar algo diferente en el centro del campo, ya es historia. De todas maneras, no deberíamos descartar una incorporación que sustituya al exfutbolista del Manchester United. Se había rumoreado con Gareth Barry, un futbolista que se ha convertido en excedente en el Everton y reúne características similares a las de Fletcher: experiencia, disciplina táctica y un trato aceptable del balón.

La lucha interna entre Ben Foster y Boaz Myhill por hacerse con la portería del West Brom se alarga una temporada más. Como este último no ha transmitido demasiada seguridad en los partidos que ha jugado como titular, el exinternacional inglés parece el preferido por Tony Pulis para situarse bajo los palos una temporada más. Sorprende bastante que el club no haya sustituido aún a Boaz Myhill por un portero más joven que pueda poner las cosas difíciles a Ben Foster. Hablamos de dos porteros muy veteranos, pues ambos cuentan con 34 años a sus espaldas.
De igual manera, todo hace indicar que la línea defensiva será la misma que vimos hasta antes del verano. ¿La ventaja? No necesitan ningún tipo de adaptación porque se deberían conocer de sobra. ¿La desventaja? Dado que no hay refuerzos en esta línea, vuelve a ser una defensa parcheada, es decir, con defensas centrales o interiores ocupando la demarcación de lateral. Es el caso de Chris Brunt (interior zurdo), que volverá a ocupar ocasionalmente el carril izquierdo del ataque porque Tony Pulis no posee ningún lateral izquierdo en plantilla. La situación adquiere un tinte optimista en el otro costado de la zaga, el derecho, donde Allan Nyom y Craig Dawson actuarían a priori durante el año. Sin embargo, ante la ausencia de lateral zurdo, no es descartable que Allan Nyom ocupe dicho puesto y Criag Dawson sea el lateral diestro titular. Es lo que hizo Pulis el curso pasado y ha repetido durante esta pretemporada. El área central de la defensa será defendida por Gareth McAuley, Jonny Evans y Ahmed Hegazy, siendo los dos primeros los que formarían parte del once titular.
El centro del campo y los extremos puede que sean las líneas más destacables del club (al menos, en la alineación inicial). Por un lado, Claudio Yacob y Jake Livermore tendrán por delante la responsabilidad de mantener en el medio la solidez defensiva tan característica del West Brom, mientras que James Morrison y el joven Sam Field serán los encargados de darles rotación cuando sea necesario. Por otro lado, los extremos serán ocupados por jugadores rápidos y de buen desborde: Nacer Chadli y James McLean actuarán en la parte zurda; Matt Phillips y el prometedor Jonathan Leko, en la diestra. Asimismo, dado que Tony Pulis suele utilizar el 4-2-3-1 y este esquema atesora la posición de mediapunta o falso nueve, parece que el mejor situado para ocupar ese rol es Jay Rodríguez, el fichaje estrella del West Brom a día de hoy.
Finalmente, acabamos este breve análisis con la delantera, posición que cuenta con el venezolano Salomón Rondón como titular indiscutible y “goleador” del equipo (algunos recodarán su paso por el Málaga) y Hal Robson-Kanu, uno de los jugadores fetiche de esta casa (no es para menos, ya que un golazo a Bélgica en la Eurocopa de 2016 le bastó para volver a la Premier League). Son dos delanteros con mucha brega e incómodos para los defensas, pero que a la hora de ver portería les cuesta bastante (la temporada más goleadora de Salomón Rondón fue la 15/16 —9 goles—, mientras que la de Hal Robson-Kanu fue con el Reading en la 12/13 —7 goles—).
La temporada del West Bromwich Albion se presenta con demasiadas lagunas a nivel de confección de plantilla (ausencia de lateral zurdo, marcha de Darren Fletcher, deficiente olfato goleador de sus puntas), pero si algo ha demostrado Tony Pulis en el Stoke y en el West Brom es que sabe sacar virtudes donde los demás nada más que ven deficiencias o carencias. Así, como el equipo del galés no da lugar a soñar en el apartado ofensivo, al aficionado ‘Baggie’ solo le queda rezar para que el equipo siga siendo incómodo y pelee cada balón como si fuera el último. «La gente habla sobre mí y mi estilo de juego», afirmó Pulis al llegar a los 1000 partidos como entrenador el curso pasado. «Te diré lo que hago: voy a un club, intento descubrir qué sistema se adapta mejor a los jugadores que tengo e intento exprimirles al máximo». Un método que tratará de aplicar con éxito una temporada más en el West Brom.
