Pablo Bueno

Previa 2017-18: West Ham

Año dos del West Ham en el London Stadium. Tras el fracaso del curso pasado, los fichajes de Joe Hart o Javier Hernández han devuelto la ilusión a la parroquia Hammer. Temporada crucial para Slaven Bilic, que entra en su último año de contrato.

Segundo año para los Hammers en su nueva casa, el London Stadium, y segunda oportunidad para realizar una campaña para el recuerdo. La primera temporada lejos de Upton Park no fue precisamente positiva para el West Ham. Tres problemas, principalmente, fueron los causantes. En primer lugar, la falta de adaptación al nuevo hogar fue uno de los grandes condicionantes. La grada, por momentos, se notaba fría, callada y desconectada del juego. Evidentemente, y ese es otro factor clave, la falta de buen juego y resultados no ayudó a potenciar el ambiente en el nuevo estadio. Por último, la salida del que hasta entonces era la estrella del equipo, Dimitri Payet, causó mucho revuelo y, salvo en los primeros partidos sin él, se notó su ausencia en el terreno de juego.

A pesar de todos los problemas que protagonizaron la primera temporada del West Ham en el renovado London Stadium, el equipo finalizó la campaña en Premier League en la undécima posición, por lo que se podría considerar como un año aceptable considerando todas las dificultades presentadas. Una no menor fueron los problemas de seguridad dentro del estadio, que se fueron resolviendo con el paso de los meses dejando tras de sí un reguero de aficionados desencantados con la mudanza y añorando el desaparecido Upton Park.

En agosto de 2017 se puede decir que la plantilla ha sufrido las suficientes modificaciones como para haber renovado la ilusión de gran parte de la afición. Tanto las salidas como las incorporaciones que ha sufrido el equipo han sido del agrado de la mayoría de los aficionados Hammers. El entrenador croata Slaven Bilic sigue contando con la confianza del club para capitanear el barco a pesar de que en la recta final de la temporada pasada se rumoreó insistentemente en su posible salida del club. Él será el primer interesado en que las cosas marchen bien este año puesto que entra en su tercer y último año de contrato. Del rendimiento del equipo dependerá su renovación.

Algunas salidas eran más que necesarias, como las de Gokhan Töre y Jonathan Calleri (que han vuelto al Besiktas y al Deportivo Maldonado, respectivamente, tras unas cesiones nefastas) o la de Enner Valencia (que se ha marchado al Tigres de México). También han salido el noruego Havard Nordtveit rumbo al Hoffenheim, que no dio malas sensaciones pero tampoco ilusionó en su primera y única temporada en el West Ham; el delantero inglés Ashley Fletcher al Middlesbrough en busca de los minutos que no le puede ofrecer Bilic a día de hoy; o el guardameta irlandés Darren Randolph, también al Boro, como consecuencia de la apuesta por el portero inglés Joe Hart. Además, Stephen Hendrie se ha marchado al Southend United y Raphael Spiegel al Boavista portugués. Los jóvenes Reece Burke y Josh Cullen jugarán cedidos en el Bolton hasta enero y el defensor Reece Oxford lo hará en el Borussia Mönchengladbach durante toda la temporada.

En cuanto a las incorporaciones, se puede decir que se han mejorado las posiciones que requerían un refuerzo (salvo la portería, que es uno de los debates del verano en el entorno Hammer). El argentino Pablo Zabaleta ha llegado libre tras finalizar contrato con el Manchester City para luchar con Sam Byram el puesto de lateral derecho y así liberar a un Michail Antonio que por momentos tuvo que cubrir una posición que nunca había sido la suya. Con 32 años, tiene la calidad y veteranía que necesita un equipo como el West Ham y un aprendiz como Byram. A pesar de que el nivel físico, como es normal, no sea el mismo que años atrás, cuenta con condiciones suficientes como para defender el ala derecha de la zaga.

Otra de las llegadas ilusionantes es la del extremo austriaco Marko Arnautovic, procedente del Stoke City y fichaje más caro de la historia del West Ham. Tras cuatro temporadas aceptables en Stoke, aterriza en el London Stadium para enfundarse la elástica hammer, con la que podría, al fin, ser uno de los protagonistas de la Premier League. Calidad y físico le sobran, pero necesita de regularidad para convertirse en ese futbolista desequilibrante y referencia que siempre ha prometido ser.

Para la punta de lanza del ataque del West Ham ha llegado un goleador nato como es Javier Hernández. El mexicano, bien conocido por su etapa en el Manchester United, además de su paso por el Real Madrid y su última aventura en Alemania con el Bayer Leverkusen, promete seguir siendo el matador que ha sido hasta ahora. En un equipo como el West Ham, que lleva años necesitando un delantero que supere la barrera de los 15 goles por temporada en Premier League (el último que lo consiguió fue Paolo Di Canio en la 1999/2000), Chicharito parece que puede encajar como anillo al dedo. Para colmarle de balones al área tendrá detrás de él a jugadores como Manuel Lanzini, Michail Antonio, Robert Snodgrass o el propio Arnautovic.


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Por último, uno de los fichajes que más ilusión y debate ha despertado ha sido el de Joe Hart. Si muchos han aplaudido la llegada del cancerbero inglés, otros muchos han cuestionado al club por modificar una posición en la que había dos porteros que habían demostrado buen nivel (Adrián San Miguel y el mencionado Randolph). Pero más allá del debate entre los aficionados, Hart llega al West Ham tras una temporada cedido en el Torino italiano en la que no ha brillado especialmente en la Serie A. El inglés llega cedido una temporada con opción de compra que, si protagoniza un buen año, ejecutará el club. La pelea por la titularidad con el español Adrián San Miguel será uno de los temas más comentados a lo largo de la temporada.

Las nuevas incorporaciones del West Ham han satisfecho a la gran mayoría de aficionados porque, a priori, solventan las lagunas que el equipo acarreaba la temporada pasada. El lateral derecho necesitaba de un seguro de vida, y el argentino Zabaleta puede ser ese jugador que aporte seguridad y clase. La banda izquierda comenzaba a exigir un jugador talentoso capaz de desbordar y crear problemas a los rivales cerca del área, y parece que para ello ha llegado Arnautovic. Y arriba, tras varios años esperando a un delantero goleador ya afianzado en grandes clubes, ha llegado Chicharito.

Analizadas las nuevas piezas, es momento de pensar en el esquema y el estilo de juego que desea implantar el técnico croata Slaven Bilic. Y para ello, hay que retroceder a la temporada 2015-16, cuando el West Ham, con Bilic en el banquillo, tuvo su mejor etapa de juego y resultados. La concentración y el orden en defensa, la inteligencia en la salida de balón, la garra en la presión alta tras pérdida, la rapidez en los contragolpes y el acierto en las jugadas con peligro. El elemento clave es la presión alta a las defensas contrarias, algo que con un guerrero como Javier Hernández se podría conseguir con gratos resultados. La regularidad atrás es una incógnita, puesto que nivel hay, pero los Winston Reid, Angelo Ogbonna, José Fonte, Aaron Cresswell, Pablo Zabaleta y compañía tienen que dar la talla.

En cuanto al esquema, en principio, todo hace presagiar que el técnico del West Ham optará por una alineación con cuatro defensores, dos centrocampistas, dos hombre abiertos a las bandas, un mediapunta creativo y un jugador en punta. Un once titular podría estar conformado por Hart bajo palos, Zabaleta, Fonte, Reid y Cresswell en defensa, Obiang y Kouyaté en el centro del campo, Antonio y Arnautovic en bandas, y Lanzini por detrás de Chicharito. Eso significa que el capitán Mark Noble podría quedar fuera del once, una posibilidad que lleva varios veranos musitándose pero que jamás acaba de hacerse realidad.

Y, por último, si hablamos de lo que debería de lograr el West Ham durante la temporada que comienza, este año no se puede tener dudas. En Premier League, el conjunto londinense no puede permitirse finalizar la campaña por debajo del décimo puesto. Su historia, su masa social, su presupuesto, la capacidad de su nuevo estadio y las expectativas de los propietarios, así lo exigen. Y en las copas, dependiendo siempre del rival y las circunstancias, la afición espera que el equipo sea capaz de dar la sorpresa y llegar lejos en la FA Cup o la Copa de la Liga.


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Pablo Bueno