Tras tocar el cielo y teñir Inglaterra de un brillante azul celeste, el Manchester City afronta la nueva temporada con el objetivo de establecer una nueva hegemonía en la Premier League. Ningún club ha logrado encadenar dos campeonatos de forma consecutiva desde que lo hizo el Manchester United hace prácticamente una década, pero el rival conciudadano de los Red Devils se encuentra en una posición ventajosa para conseguirlo.
Los de Pep Guardiola son el candidato número uno para reeditar su incontestable triunfo de la pasada campaña. Tras un año de adaptación, el Manchester City encontró lo que anhelaba cuando eligió al técnico catalán: un entrenador capaz no solo de conseguir títulos, sino también de elevar a los Sky Blues a un nuevo nivel. El de Santpedor aprendió de los errores del primer año y aportó nuevos matices a su ideario balompédico, a fin de lograr adaptar su concepción futbolística a la naturaleza entrópica del fútbol inglés. Los resultados atestiguan que dicha adaptación culminó en éxito: cien puntos, treinta y dos victorias en treinta y ocho partidos y más de un centenar de goles anotados, unos guarismos de récord en la Premier League.
Una vez terminada la revolución que comenzó con la llegada de Guardiola, comienza un período de calma con el objetivo de dar continuidad al éxito de la temporada pasada. Así, el Manchester City ha decidido mantener el bloque del año pasado y solo ha realizado una incorporación: la del argelino Riyad Mahrez, que llega para aportar calidad y desequilibrio a un equipo que ya de por sí ostentaba el mayor potencial ofensivo de la competición. A diferencia de algunos de sus rivales por el título, el City ya es un equipo hecho, con una identidad meridianamente reconocible, y se encuentra inmerso de lleno en un proceso de estabilidad y bonanza. Resulta imposible eludir el favoritismo.

De este modo, la plantilla citizen es prácticamente calcada a la de la 2017-18. La portería seguirá siendo defendida por Ederson Moraes, asentado como titular indiscutible tras una campaña excelente. Además de poseer grandes cualidades como guardameta, su atrevimiento y su buen manejo del balón le convierten en un jugador muy útil para el estilo de juego del Manchester City, y sus 24 años le aseguran —siempre y cuando no baje su rendimiento— un futuro prolífico en la entidad mancuniana. Claudio Bravo repetirá un año más como portero suplente.
En el centro de la zaga, Guardiola cuenta con cuatro futbolistas de perfiles diferentes, y todos ellos de alto nivel: Vincent Kompany, Nicolás Otamendi, John Stones y Aymeric Laporte. La disputa de cuatro competiciones y la predilección del técnico citizen por las rotaciones invitan a pensar que todos ellos tendrán una notable cuota de minutos a lo largo de la temporada, pero la pareja formada por Stones y Otamendi se postula como titular para los encuentros más importantes, aunque parece lógico que, con vistas al futuro, Laporte vaya participando cada vez en más envites de categoría.
La potencia física de Kyle Walker seguirá exhibiéndose por el carril derecho del Etihad, con Danilo como sustituto. En el flanco izquierdo estará Benjamin Mendy, que se perdió prácticamente toda la temporada pasada por una rotura del cruzado y regresa con ganas de reafirmarse como uno de los laterales más prometedores del panorama internacional. Su capacidad para llegar hasta línea de fondo y su notable nivel técnico a la hora de centrar o asociarse —compartirá banda con Leroy Sané— lo convierten en un futbolista proclive a brillar en el esquema de Guardiola.
En el centro del campo, el trío formado por Fernandinho, Kevin De Bruyne y David Silva es el encargado de darle al Manchester City la identidad que le llevó a alzarse con el título el año pasado. El ex del Shakhtar, mediapunta reconvertido, colabora con los centrales en salida, organiza el juego y distribuye con criterio. Su cambio de posición limita su disparo desde media distancia, pero potencia las cualidades de sus acompañantes en la medular. A su lado derecho se prodiga Kevin de Bruyne. El belga tiene calidad para combinar, unas excelsas cualidades físicas y un golpeo demoledor, pero a todo ello ha agregado un entendimiento del juego cada vez mayor que ha hecho de él el gran líder de este equipo, un futbolista capaz de ser diferencial en distintas zonas del campo. Por su parte, en el sector izquierdo se mueve David Silva, vital a la hora de ejercer como catalizador para activar a la gente de ataque. El canario ha perdido velocidad, pero se ha adaptado excepcionalmente a su posición de interior en el 4-3-3 del City. Contribuye en la creación, controla el ritmo del juego y mantiene una visión privilegiada que le permite encontrar huecos entre bosques de piernas.
A mayores, Pep Guardiola cuenta con otras piezas para componer su centro del campo. El sustituto natural de Fernandinho sería İlkay Gündoğan, que tiene una mayor sensibilidad con el esférico en los pies pero no ha terminado de adaptarse a esa posición de ‘cinco’ y, en principio, parte en desventaja con respecto al brasileño. En los puestos de interiores nos encontramos a dos futbolistas versátiles: el dinámico Fabian Delph y el joven Oleksandr Zinchenko. El ucraniano es un jugador técnicamente virtuoso, desequilibrante y con habilidad para asociarse con fluidez, pero la elevadísima competencia complica su encaje en el City actual. Otro al que podríamos ver en posiciones centrales es Bernardo Silva. El portugués, que viene de hacer una campaña un tanto decepcionante, tiene una segunda oportunidad para demostrar que puede ser importante en un equipo de élite.
Por último, en posiciones ofensivas, los Sky Blues han sumado a Riyad Mahrez, que se une a Raheem Sterling, Leroy Sané, Sergio Agüero y Gabriel Jesús para conformar el mejor frente de ataque de la Premier League. Todos ellos comparten una característica: atesoran tanta calidad que pueden decantar un partido con una genialidad individual, pero además han integrado una serie de automatismos que multiplican su capacidad para ser letales. Un dato lo ejemplifica a la perfección: la pasada campaña, seis futbolistas del City (Sterling, Agüero, De Bruyne, Sané, Silva y Gabriel Jesús) llegaron a sumar al menos veinte participaciones en tantos, es decir, goles más asistencias.

No hay otra conclusión posible: el conjunto de Pep Guardiola es el máximo candidato a levantar la Premier League 2018-19, y la evolución natural del proceso lleva a los citizens a seguir creciendo. El siguiente paso está claro: intentar extrapolar su dominio en Inglaterra a las competiciones internacionales, el gran lunar, hasta el momento, del proyecto del técnico barcelonés en Mánchester. Por eso, el City afronta la nueva temporada con el mejor equipo de su historia, pero también con el nivel de exigencia más alto al que se ha enfrentado nunca.