Muchos ya nos hemos acostumbrado a ver a los canaries en Premier League. Difícil no hacerlo con sus chillonas equipaciones. Sin embargo, el Norwich City no es precisamente un habitual en la élite inglesa. En siglo actual, solo han participado en cinco de las últimas diecinueve Premier League que se han disputado, siendo cuatro de las mismas de 2011 en adelante.
Pues bien, esta próxima será su sexta participación en la Premier League en el S.XXI, una oportunidad que llega al Norwich con todo merecimiento después de alzarse campeón de Championship la temporada pasada. Tras de haber acabado en la mitad baja de la tabla en la 2017/18, nadie esperaba que los canaries quedaran primeros en liga. Menos aún que lo hicieran con 94 puntos y siendo el equipo más goleador de segunda con 93 tantos a favor. Pero lo hicieron.
Sin embargo, pese a lo que pueda parecer, su vuelta a la élite queda lejos de ser una mera casualidad o una irrupción fortuita. Más bien, se trata de un paciente y elaborado plan que se comenzó a urdir en la 2017/18 con la llegada del gran artífice del ascenso: Daniel Farke. El técnico alemán llegó procedente del filial del Borussia Dortmund y, como mencionábamos anteriormente, su decimocuarto puesto en su temporada de estreno no fue precisamente halagüeño.
Lo mostrado por Farke bastó, sin embargo, para convencer a los responsables del Norwich, que decidieron, pacientes, confiar en el técnico. Tenían para ello, más allá de la palabra de su entrenador, un interesante precedente en el fútbol inglés de la mano del Huddersfield y David Wagner.
Además de compartir origen y club formador, Farke aplicó una estrategia de captación de jugadores muy similar a la que empleó su compatriota en el norte de Inglaterra. Ambos obtuvieron el éxito con clubes modestos a través de fichajes muy baratos e incluso gratis, muchos de ellos de origen alemán o con un paso por la Bundesliga y manteniendo un necesario equilibrio entre la eficacia de la experiencia y el potencial de la juventud.
En el aspecto práctico, la utilización de esos jugadores fue bien diferente, pues el juego del Norwich la pasada campaña poco tenía que ver con el pragmatismo (véase “a mí el 0-0 me vale”) que caracterizaba al Huddersfield de Wagner. Farke, en cambio, construyó un conjunto cuya vocación ofensiva se demuestra con los cerca de cien goles que marcó la temporada pasada.
Activos importantes de la temporada pasada
Pues bien, una vez introducido el artífice desde los banquillos, toca hablar sobre los jugadores que hicieron posible el ascenso, que en su gran mayoría serán los mismos que tendrán que luchar por la permanencia esta temporada.
Tratándose de un equipo como apuntábamos ofensivo, inevitablemente tenemos que mencionar en primer lugar al gran representante del ataque del Norwich, que no es otro que Teemu Pukki. Este delantero que por nombre, aspecto y actitud bien podría haber pertenecido al reparto de Vikings, fue el pichichi de la pasada edición de Championship con 29 dianas a sus espaldas.
El ariete finlandés llegó a Inglaterra la temporada pasada procedente del Brondy. Lo hizo a coste cero, con 28 años a sus espaldas y con unas cifras goleadoras aceptables, pero todas ellas en ligas menores. Con este currículum, su irrupción goleadora fue toda una sorpresa. Finalmente, ha conseguido por derecho propio ser uno de los grandes valores de este equipo.
Queda pendiente, sin embargo, ver si es capaz de dar el salto de nivel necesario para seguir siendo un delantero fiable en Premier o si, por el contrario, se convierte esta temporada en una suerte de Dwight Gayle nórdico al que Championship se le queda pequeña y la élite demasiado grande.
En el centro del campo, hay que abrirse paso entre el extraño cóctel de nacionalidades para dilucidar a los jugadores más válidos del Norwich. En primer lugar, destaca un hispanoargentino llamado Emiliano Buendía. El joven canterano del Getafe llegó el pasado curso por apenas un millón y medio de euros, una cantidad que ha resultado irrisoria tras su gran aportación.

El futbolista, que incluso llegó a jugar como lateral derecho en su debut con el club madrileño, se ha prodigado este año como un jugador de banda con una gran producción ofensiva. Así lo demuestran los ocho goles y 12 asistencias que cosechó la pasada campaña. Con 22 años, puede ser uno de los grandes activos para los canaries no solo esta temporada, sino en otras muchas venideras si el equipo consigue mantenerse en Premier.
A Buendía se suman una cantidad ingente de futbolistas con raíces o algún tipo de conexión con Alemania y su fútbol. Desde su llegada, Farke abogó por aquel dicho de ‘mejor malo conocido que bueno por conocer’. Al final, la mayoría resultaron ser buenos y conocidos.
La temporada pasada, coparon muchos minutos del centro del campo hombres como Onel Hernández, por banda izquierda, Stiepermann y Leitner, siempre desde tres cuartos de campo, o Trybull y Vrancic, como centrocampistas puros. También fue importante la sangre alemana en defensa con la aportación de Zimmermann, titular habitual en el eje de la zaga.
En cuanto a la defensa, más allá de la experiencia aportada por hombres como Grant Hanley o Timm Klose, lo más destacable llega desde su juventud. La vuelta a la Premier será interesante para ver cómo se desenvuelven futuras promesas del fútbol inglés como los profundos laterales Max Aarons (19 años) y Jamal Lewis (21) o el central Ben Godfrey (21). De nuevo, esperemos que la élite no les quede demasiado grande.
Un mercado de fichajes sin novedades
La portería ha quedado sin mencionar en el repaso de aquellos que ya formaban parte del proyecto, pues en un verano más que tranquilo para el Norwich en cuanto a altas y bajas, un portero ha sido la incorporación de mayor renombre. Se trata de Ralf Fährmann, que llega cedido del Schalke 04 dispuesto a hacer competencia a quien hasta ahora era el dueño indiscutible de la portería canarie, Tim Krul.
El portero (alemán, por supuesto) llega por un coste de unos tres millones de euros tras haber pasado la mayor parte de la temporada pasada lesionado. Tiene ya 30 años y aun así será el más joven de los tres porteros en plantilla. Se trata, sin embargo, de un guardameta contrastado que ha capitaneado a su equipo en Alemania durante las últimas temporadas, habiendo disputado partidos de Champions en numerosas ocasiones.
La pregunta es… ¿necesitaba realmente el Norwich realizar su mayor desembolso en un portero cuando ya tenía uno de garantías como demostró ser la temporada pasada Krul? El tiempo dictará sentencia.
Las otras tres grandes incorporaciones canaries hasta el momento han sido aún más crípticas e imposibles de analizar que la de su portería. El Norwich ha decidido fichar no a uno, sino a tres de esos jugadores que ‘parecía que sí’, pero ya son más bien ‘pues parece que no’. Sam Byram, Josip Drmic y Patrick Roberts, llegan a cambio de algo menos de un millón de euros, libre y cedido, respectivamente.
Los tres son una completa incógnita, pues todos en algún punto de su carrera han demostrado tener las capacidades necesarias para poder jugar en Premier League a buen nivel. Sin embargo, todo parece indicar a que llegan como fichajes baratos para ser el recambio de los presuntos titulares en sus posiciones: Aarons, Pukki y Buendía, respectivamente.
En el capítulo de bajas aún hay menos novedades, siendo todas más bien testimoniales. Se van gratis algunas de las apuestas fallidas como Nélson Oliveira o Yanic Wildschut, cuyas incorporaciones llegaron de reinvertir parte del dinero recaudado en las importantes ventas de Maddison y los hermanos Murphy. En ninguno de los dos casos dicha reinversión demostró merecer la pena.
A estas bajas se unen otras que duelen más por lo sentimental que por lo propiamente futbolístico. Es el caso de Matt Jarvis y Steven Naismith, dos jugadores que quedan libres tras no renovar con el club después de dos carreras notables en Premier.

Pues bien, con estas mimbres y una plantilla con más alemanes que un verano mallorquín, el Norwich se ha enfrentado a la pretemporada de manera irregular. Ha alternado victorias, derrotas y empates ante una críptica lista de rivales de entidades dispares: Atalanta, Luton, Brentfod, Shalke…
Sin embargo, lo importante de esta pretemporada no reside tanto en los resultados como en la forma en la que el equipo llegue al arranque de la temporada, este año más temprano. Por su bien, más les vale que dicho estado de forma sea bueno, pues el calendario le ha deparado un inicio difícil. En los primeros cinco partidos, tendrán que visitar al Liverpool en Anfield y recibir en Carrow Road a Chelsea y Manchester City.
Pese a su buen hacer la temporada pasada en Championship, el Norwich va a ser uno de los equipos que previsiblemente pasará toda la temporada debatiéndose entre el descenso y la permanencia. Al no poder competir en el mercado y apenas incorporar grandes fichajes, los canaries tendrán que valerse de sus bastiones del año pasado para competir en la élite. Por lo tanto, su destino depende excesivamente de la buena adaptación a la categoría de jugadores recién llegados a la misma como Pukki, Buendía, Aarons, Lewis o Godfrey. El Norwich se juega gran parte de su proyecto esta temporada, pues con la cantidad de talento joven que acumula, un descenso sería casi el sinónimo del desmantelamiento inmediato del club.