Pol Estrada Plans

San Pellegrino da el primer paso para ascender a los cielos

El entrenador argentino se ha comprometido con el club de Hampshire para las tres próximas temporadas. Un terreno fértil para debutar en el fútbol inglés.

El Southampton oficializó el pasado viernes 23 de junio la llegada de Mauricio Pellegrino al club como nuevo director técnico. El argentino cogerá las riendas del conjunto Saint tras realizar una excelente campaña dirigiendo al Alavés, con el que finalizó en un merecidísimo noveno puesto en liga y llegó a disputar la final de la Copa del Rey ante el Barcelona. El Southampton, por su parte, sigue creyendo en un prototipo de club que le ha dado unos resultados magníficos desde su último ascenso a la categoría de oro del fútbol inglés en 2012. Después de jugársela con Mauricio Pochettino, Ronald Koeman y Claude Puel en sus primeras experiencias en el fútbol inglés, el club buscaba un entrenador de un perfil similar capacitado para dar, de una vez por todas, ese salto de calidad tan buscado en el St Mary’s Stadium. Y Pellegrino reunía todas las habilidades requeridas, desde el liderazgo hasta los conocimientos tácticos.

En una época en la que el fútbol se rige por proyectos personales y modelos de club identitarios, Pellegrino prefiere apostar por la polivalencia y la adaptación de sus conocimientos en el momento y en la plantilla presente. Ciertamente, en la memoria de muchos está aún el fracaso de su primera temporada como entrenador, al frente del Valencia CF, donde fue destituido a principios de diciembre tras dirigir poco más de veinte encuentros. Fue un revés anímico en toda regla, pero Mauricio no tenía pensado rendirse. Poco después decidió aceptar una oferta para entrenar a Estudiantes de la Plata y así volver a su país natal. Consiguió encadenar dos temporadas seguidas dirigiendo al conjunto argentino y, a pesar de que el rendimiento fue de más a menos, dejó un buen sabor de boca entre la afición. Su siguiente destino fue Avellaneda, para dirigir al Club Atlético Independiente. Allí estuvo sólo una temporada, pero los engranajes que habían fallado en Valencia ya comenzaban a funcionar. Sin embargo, su filosofía seguía siendo la misma; adaptar sus conocimientos a las circunstancias del momento.

Una vez finalizado el campeonato de primera división 2016 en Argentina, a Pellegrino le surgió una nueva oportunidad para entrenar en la élite europea. El Deportivo Alavés había ascendido a Primera División ese mismo año y, tras una profunda remodelación de la plantilla encabezada por el director deportivo Sergio Fernández, se había quedado sin entrenador. Mauricio aceptó sin pensárselo dos veces y consiguió constituir un equipo talentoso y amoldable pese a tener un presupuesto económico muy limitado. Podían salir tanto a presionar en el área rival como replegarse y quedarse resguardados en campo propio. Podían decantarse tanto por un juego combinativo como apostar por el contragolpe. Así lo contaba en una entrevista en el rotativo español ABC el propio Pellegrino: “Entiendo que primero me tengo que adaptar yo a los jugadores y los futbolistas a mí. Dirijo a personas diferentes, con distintas costumbres, que vienen de distintos lados y tienen diferentes lenguas». «Hay un término medio. Yo les puedo enseñar algún camino, pero muchas veces las jugadas las descubren ellos” sentenciaba Pellegrino en La Nación de su país.

Pellegrino no ha podido tener mejores maestros en esto del fútbol. Como jugador, fue dirigido por gigantes como Marcelo Bielsa, Louis van Gaal o Rafa Benítez. De hecho, junto al último dio sus primeros pasos en el ámbito de la dirección técnica, lo cual le permitió trabajar en grandes clubes europeos como Liverpool o Inter de Milán. Posiblemente, son todas esas influencias las que han hecho de Pellegrino un técnico pragmático, capaz de entender el juego de posición de corte holandés pero también de aplicar un estilo más variado, en especial cuando dirige clubes con menos posibilidades presupuestarias o el entorno le exige otro tipo de estilo. La temporada pasada, el Alavés fue solo el 15º equipo de la liga española en términos de posesión.

Finalmente, una vez consagrado como técnico de élite, el Southampton llamó a su puerta. Y no lo hizo por casualidad. Llamó porqué Pellegrino era el técnico más adecuado de los técnicos más accesibles. El estilo que el club viene practicando durante al menos los últimos siete años, cuando Nigel Adkins tomó las riendas del club en tercera división, es el ideal para él. Los Saints mezclan el juego asociativo y la movilidad con la verticalidad y la pegada. Todos los jugadores tienen la polivalencia necesaria para variar su juego según el rival y el resultado. Los centrales saben cerrarse a cal y canto y también sacar el balón jugando. Los laterales se caracterizan por su profundidad, pero no les tiemblan las piernas cuando se trata de defender. Los centrocampistas entienden cuándo deben esconder el balón y cuándo acelerar el partido. Y los delanteros pueden jugar de espaldas a portería para dar profundidad al equipo pero también son capaces de rematar lavadoras con la cabeza si el encuentro se lo exige.

Además de la inmensa capacidad de adaptación, el Southampton también se caracteriza por su meticuloso trabajo de cantera, así como por fichar bien y vender mejor. Apostar por este prototipo de club fue casi una necesidad. Cuando el empresario suizo Markus Liebherr compró el club en 2009 por 17 millones de euros, estaba sumido en graves problemas económicos y compitiendo en tercera división, donde permanecieron en 2009-10 y 2010-11. La única manera de volver a la máxima categoría inglesa era jugársela ciegamente con el talento que tenían en casa. Para saldar la deuda se vieron obligados a traspasar a canteranos con madera de futuras estrellas como Gareth Bale (15 millones de euros), Alex Oxlade-Chamberlain (14) o Theo Walcott (10,5). Liebherr impulsó la confección de una plantilla de garantías con muchos jugadores jóvenes y desconocidos por aquel entonces. Morgan Schneiderlin, Adam Lallana, Rickie Lambert o José Fonte eran algunos de los integrantes de aquel Southampton de Nigel Akins que batallaba en la tercera división inglesa. La política del club fue un éxito rotundo y los Saints lograron ascender dos categorías de forma consecutiva y volver a competir en la Premier League.

En 2012, el Southampton ya competía contra los mejores conjuntos del fútbol inglés. La idea de los mandatarios era prolongar el proyecto de club que les había devuelto su lugar. Y así lo han hecho. Es por ello que las categorías inferiores han seguido gozando del mismo protagonismo. Canteranos como Luke Shaw, James Ward-Prowse o Calum Chambers han debutado y se han consolidado en la élite. Asimismo, la política de fichajes empleada también ha seguido el mismo sendero. Sadio Mané, Dusan Tadic, Vigil Van Dijk, Dejan Lovren o Manolo Gabbiadini son claros ejemplos. Pellegrino llega a un club bien organizado, con un modelo trazado al milímetro y donde encontrará tierra fértil para sus ideas. El Southampton cambia de entrenador pero no se aparta del camino.

Sobre el autor

Pol Estrada Plans