Ilie Oleart

Se acabó la fiesta

En una etapa con más sombras que luces, la irrupción de varios canteranos en el primer equipo del Manchester United ha constituido el principal mérito de Louis van Gaal. La llegada de José Mourinho pone en tela de juicio su continuidad.

Tanto en el fútbol como en otros ámbitos de la vida, las grandes figuras acostumbran a generar tal ruido a su alrededor que, en ocasiones, tiende a la distorsión. Una de las ideas preconcebidas sobre José Mourinho, nuevo entrenador del Manchester United, es que sus equipos practican un fútbol defensivo y negativo. Otra es que no acostumbra a dar oportunidades a los canteranos. La primera es falsa. La segunda no tanto.

Un análisis preliminar de los canteranos utilizados por el técnico portugués permite entrever que su confianza en los jóvenes de la casa es, cuando menos, limitada. En su primera etapa en el Chelsea, John Terry fue el único estandarte de la academia del club. Aunque otros jugadores formados en la casa como Carlton Cole también disputaron algunos partidos, sus presencias fueron más anecdóticas que otra cosa.

En el Inter sucedió exactamente lo mismo. El lateral Davide Santon (que acabaría recalando en el Newcastle) fue el único canterano que tuvo cierta continuidad en un equipo formado por estrellas internacionales que dejaban poco lugar a los jóvenes.

En el Real Madrid, la cuota de canteranos del equipo de Mourinho ascendió levemente. Además de Casillas en la portería (o al menos hasta que fue relegado a mitad de la tercera temporada del técnico portugués), Álvaro Arbeloa y José Manuel Callejón disputaron una cuota considerable de partidos de liga. Más reducida fue la participación de Álvaro Morata y Esteban Granero, que acabaron dejando el club poco después.

Y de regreso al Chelsea, Mourinho siguió contando con John Terry como único canterano, a pesar de que la academia del club se había convertido en su ausencia en uno de los mayores centros de producción de talento del país: Ruben Loftus-Cheek, Dominic Solanke, Charly Musonda, Nathaniel Chalobah, etc.


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Canteranos de Mourinho (Fuente: elaboración propia)


Al optar por José Mourinho, el Manchester United demuestra que su prioridad actual es recuperar su maltrecho prestigio deportivo. Han transcurrido tres temporadas desde que se marchó Sir Alex Ferguson y el club solo se ha clasificado para la Champions League en una. El botín de estos tres años se reduce a la FA Cup conquistada recientemente bajo la batuta de Van Gaal. En este momento, la producción de canteranos ha dejado de ser una prioridad.

Una sombra de duda se cierne sobre el futuro de los canteranos que han jugado esta temporada en el primer equipo: Timothy Fosu-Mensah, Andreas Pereira, Cameron Borthwick-Jackson, Paddy McNair, James Wilson, Adnan Januzaj, Donald Love, Jesse Lingard y la joya de la corona, Marcus Rashford.

Uno de los principales motivos por los cuales Sir Alex Ferguson y Sir Bobby Charlton eran reacios al fichaje de José Mourinho estriba en este punto. El primero auspició la irrupción de la «clase del 92» del Manchester United, con Paul Scholes, Ryan Giggs y David Beckham a la cabeza. El segundo fue uno de los «Busby Babes», quizás la generación más famosa de la historia del club.

El Manchester United tiene una idiosincrasia muy marcada como club: el equipo debe practicar un fútbol ofensivo y entretenido pero, además, debe contener algunos canteranos. El club ostenta un récord muy especial para el aficionado medio: todos los equipos del Manchester United han contenido al menos un canterano en su once inicial desde 1937. Son más de 75 años de tradición y confianza ininterrumpida en la cantera,

Ed Woodward y la familia Glazer han contratado a Mourinho para ganar. Eso posiblemente implique el fichaje de varios jugadores de talla internacional como Zlatan Ibrahimovic. Pero el portugués, tipo astuto como pocos, conoce las particularidades del club. Y, ambicioso como es, aspira a algo más que clasificar al equipo para la Champions League. Su objetivo último es ser querido por los aficionados de un club que, hasta hace no mucho, le despreciaban. Y para lograrlo, integrar a algunos canteranos en su equipo, puede resultar un movimiento inteligente. Además, ese tal Rashford no tiene mala pinta, ¿no?

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