Cuando decidí lanzarme a por esta previa de la vuelta de semifinales entre Ajax y Tottenham se me sugirió hablar de la posible vuelta de Harry Kane. Los medios rumoreaban sobre su regreso argumentando que la evolución de su lesión le permitiría saltar al terreno de juego y ayudar, así, a su equipo a remontar la eliminatoria. Y a ello que me puse, todo me iba de cara. Hablar bien de un delantero que me encanta, hablar de su ímpetu, de su amor por el club, dándole epicidad a una recuperación casi milagrosa que acercaría a los Spurs a la tan ansiada Champions League.
De hecho, ya había redactado una oda de más de 700 palabras al delantero inglés que empezaba con un “Hip, hip, Harry” y terminaba con un “Kane ríe último, ríe mejor”. No me podéis negar que el texto tenía buena pinta (de hecho, ya he colado los dos chascarrillos para que no se pierdan en la papelera de reciclaje de mi ordenador). Pero el destino ha decidido que tenga que volver a empezar. Porque sí, Kane se perderá la vuelta de las semifinales de Champions League.
Esta ausencia se suma a las innumerables que se han ido repitiendo durante toda la temporada. Sin duda, que el Tottenham esté donde está parece todo un milagro si revisamos la cantidad de contratiempos que se ha ido encontrando por el camino. Desde la demora del estreno del nuevo estadio, pasando por la falta de fichajes para acabar en, como no, todas y cada una de las lesiones que han sufrido sus jugadores. Muchos de esas bajas eran clave para el equipo. Mauricio Pochettino y los suplentes y reservas han estado a la altura de un club que, con los años y pese a las dificultades, crece a pasos agigantados.
Uno de los pasos definitivos y hacia la gloria que pueden dar los del norte de Londres se puede dar mañana en el Johan Cruyff Stadium. Allí deberan remontar el 0-1 que el Ajax consiguió en el nuevo Tottenham Stadium. Un conjunto holandés que está crecido, que ya se ha confirmado como el “matagigantes” de esta temporada en Europa, que sigue liderando la Eredivisie y que este fin de semana ha conseguido alzarse con el título de Copa.
A ver, no quiero ser pesimista para los ingleses, pero si nos tuviéramos que fiar de las dinámicas, el Tottenham no tiene ninguna posibilidad de pasar la eliminatoria. Éste no está siendo el mejor final de temporada para los de Pochettino. De sus cinco últimos partidos, sólo han conseguido ganar dos, y de sus últimas 10 salidas ha perdido en 9 ocasiones. La situación es decepcionante, a la par que ilusionante. El partido de mañana marcará el devenir del club: su futuro más próximo y, también, el futuro que les emplaza a futuras temporadas. La nota positiva es que la situación en el campeonato regular favorece a los de Pochettino. En Premier League, el empate del Arsenal ha provocado que los Spurs estén matemáticamente en Champions la temporada que viene, así que la única preocupación para el club en estos momentos pasa por remontar en Amsterdam y llegar a Madrid con la posibilidad de coronarse como campeón de Europa por primera vez en su historia.
La ida de esta semifinal estuvo marcada por la ausencia de los dos pilares fundamentales del equipo: el ya mencionado Kane y Heung Min Son, que volverá a ser el líder del equipo en ataque. En ésta, sin duda alguna, el conjunto holandés fue superior a los ingleses en el nuevo Tottenham Stadium. Dominaron y en algunos momentos sometieron a los locales que, hasta el forzado cambio de Jan Vertonghen por Moussa Sissoko y su consiguiente cambio de sistema, no consiguieron enlazar sus jugadas de ataque. Mañana, poco que perder tienen los de Pochettino que a buen seguro saldrán a por todas en lo que se prevé como uno de los partidos más divertidos de esta temporada. De lo que no cabe duda es que, de este duelo, saldrá el finalista sorpresa de la actual Champions League y es que ¿quién nos iba a decir que veríamos a Ajax o Tottenham en la final de Madrid?