La andadura de Lampard en la Premier League comenzó a contra corriente a causa de dos trágicos desenlaces. La primera gran piedra en la mochila del nuevo entrenador inglés fue la sanción de la FIFA que impedía al conjunto Blue contratar jugadores en los siguientes mercados de fichajes. Esto provocó que la inevitable salida de la estrella del equipo, Eden Hazard, fuera el doble de dolorosa.
Sin embargo, el Chelsea anduvo astuto y se anticipó a la sanción fichando a Pulisic por 64 millones en invierno y reforzándose con Kovacic por 45 kilos, ya que al estar cedido en el equipo y al tener la licencia de la Federación Inglesa, su contratación era legalmente posible. David Luiz, Cahill e Higuaín (cesión) también salieron, mientras que Reece James, Mason Mount, Tammy Abraham, Tomori, Batshuayi, Hudson-Odoi (desde enero del 2019) y Kurt Zouma eran las caras nuevas del primer equipo.
En un primer instante, Frankie se debía enfrentar a varios problemas de plantilla. Con la lesión de Rüdiger, solo Christensen, Zouma y Tomori estaban disponibles en la posición de central. A priori, una línea defensiva bastante débil. Tampoco quedaba mucho rastro de aquel Marcos Alonso que brilló con Conte, y Emerson no se postulaba como la alternativa más fiable. En un mediocampo escaso de efectivos, una de las tareas claves era recuperar la importancia que tuvo Jorginho en el inicio de la etapa de Sarri, ya que Barkley no convencía y Loftus-Cheek se había lesionado gravemente. Pero el zénit de los problemas tenía sus focos en la delantera, donde Giroud, Batshuayi y un joven inexperto como Abraham eran opciones pobres para competir con los grandes de Inglaterra.
No obstante, donde todos veían problemas Lampard vio soluciones. Les dio la confianza necesaria para rendir a futbolistas como Emerson o Zouma, e incluso le ha dado la continuidad que tuvo en el Leeds a Tomori, una de las sorpresas de este año. Pese a ello, la fragilidad defensiva sigue siendo uno de los principales hándicaps del equipo. Ante esta situación, el entrenador inglés ha mostrado una más que grata versatilidad táctica, jugando con un 4-2-3-1 con Mount en mediapunta, con un 4-3-3 más clásico armado con Kovacic, Jorginho y Kanté, y tras la vuelta de Rüdiger ha probado suerte con 3 centrales y dos carrileros. Esto deja en evidencia la gran personalidad y el atrevimiento del inglés, que muestra como ha hecho del Chelsea un equipo con infinidad de variantes y una gran capacidad de adaptación.

Todo ello no hubiera sido posible sin la motivación y la ilusión que dotan los jóvenes talentos al proyecto, otro gran motivo de aplauso para el técnico inglés. Esta nueva etapa rejuvenecida Blue no sería entendida sin el desparpajo de Tomori, Mount o Abraham, quienes han sido las revelaciones y las sorpresas más gratas de la temporada. Esto no ha pasado desapercibido para Southgate, quien ya ha hecho debutar a los tres con la selección.
El defensa central es un fijo en el once, pero el caso de Mount es algo más irregular. Lampard ya conocía su potencial desde su cesión en el Derby County y su irrupción en la Premier League fue estelar. En sus primeros 10 partidos, el mediapunta marcó 4 goles y asistió en dos ocasiones. En los siguientes 10 encuentros, solo ha logrado sumar uno en cada apartado y en Champions no ha conseguido mantener la buena racha. Willian parece insustituible en el flanco derecho y el mayor rompecabezas del equipo es cómo encajar a Mount con Pulisic, que ha dejado brotes verdes en distintos partidos. El 4-2-3-1 parece ser la opción más valiente para meter a los jugadores de mayor calidad, pero la defensa de cinco puede ayudar en la fragilidad defensiva comentada.
El otro gran punto positivo del Chelsea tiene nombre y apellido, Tammy Abraham. Después de marcar 25 goles en Championship y deslumbrar en el Villa Park, la situación obligó al conjunto londinense a tener que dar galones a un jugador sin experiencia en la élite. Sin embargo, Frank Lampard supo crear el ecosistema perfecto donde la calidad de los Willian, Pulisic o Mount potenciaba las facultades goleadoras del delantero inglés. Las estadísticas hablan por sí solas. 14 goles y 5 asistencias en esta temporada. 12 de ellos en liga, donde dobla la cantidad del segundo goleador (Mount y Pulisic con 5). Su juego de espaldas, su poderío aéreo y sobre todo su gran remate hacen que a sus 22 años haya sido uno de los delanteros más notables de la primera mitad de la temporada.
Otra clave que resalta el mérito del técnico es la competitividad que ha sabido implantar al equipo en los grandes partidos. Pese a que fueran derrotados por 4-0 en su debut frente al Manchester United, el equipo mostró mucha personalidad en la primera parte del encuentro. Lo mismo ocurrió en las derrotas por 2-1 y 1-2 frente a los dos todopoderosos de la liga, el Manchester City y el Liverpool, o en la supercopa europea ante los Reds. Actuaciones memorables que no se tradujeron en puntos ni en victorias. Pero esto ha cambiado en los partidos más recientes, ya que el conjunto Blue se ha alzado con la victoria en sus últimas dos salidas frente a sus vecinos Arsenal y Tottenham, mostrando que el equipo se crece ante los más grandes. Otras exhiciones memorables fueron el 2-5 frente al Wolves o el 4-4 frente al Ajax, en el que se remontó un 1-4 adverso.

Pero lo más importante que ha logrado Frankie en su vuelta al Chelsea es que más allá de un equipo, ha formado un proyecto y un camino a seguir. Lo más duro que puede experimentar un club de fútbol es el carecer de una identidad propia, de no tener objetivos claros en relación directa con los recursos disponibles. Uno de los grandes bienes meritorios es la creación de un vestuario unido, con un ecosistema donde cualquiera que en él convive se potencia al máximo. Esto hace que los jóvenes sean los más beneficiados.
Todo este trabajo es la simple explicación de lo que podemos ver en la tabla. En una fauna de depredadores donde cada equipo se refuerza cada verano con las mejores piezas del mercado, la temporada del Chelsea se antojaba muy complicada. Por ello, asaltar la zona Champions de la tabla es un objetivo con un valor añadido mayúsculo. A mitad de temporada, el conjunto londinense se encuentra en la cuarta plaza, a 5 puntos de su perseguidor, el Manchester United. Además, ha logrado clasificarse para los octavos de final de la Champions en el grupo de la muerte. El Bayern Munich será el rival.
Sin duda alguna, son épocas bonitas para apoyar al Chelsea. Frankie se jubiló habiéndolo ganado prácticamente todo, y ha vuelto para volver a repetirlo desde el banquillo. Pero lo grueso de la temporada está por llegar, y conviene estar preparado para no atragantarse y masticar y saborear la gloria.