En la costa sur de Inglaterra ha nacido una estrella. Por el momento no hay planes de película, pero Netflix ya pondrá remedio a eso si el AFC Bournemouth consigue mantener el ritmo brioso con el que ha comenzado la temporada. El discurso de Eddie Howe ha calado en la psique de sus jugadores, que al alcanzar la sexta plaza han conseguido la mejor marca de los Cherries en Premier League. Tienen a cuatro puntos el quinto puesto que da acceso a la Europa League, ocupado por el Tottenham, así como el tercero y cuarto, que permiten participar en la Champions League y en los que están instalados Chelsea y Arsenal respectivamente.
Las personas sentimos predilección por los débiles. Como ya hicimos con el Leicester en 2016 y el año posterior en su primera andanza en la Champions League. Y si alguien quiere que los poderosos mantengan su hegemonía ya puede mudarse a otro planeta de otra galaxia. Aquí queremos creer que el Bournemouth será capaz seguir en la pelea con los otros cinco mejores equipos ingleses. Porque los Cherries están ahí arriba, al rebufo de los grandes al mismo tiempo que resiste el asedio de Watford, Everton, Wolverhampton e incluso Manchester United.
No nos engañemos: va a ser muy complicado que el Bournemouth pueda defender hasta mayo su sexto puesto, pero de momento está ahí por méritos propios. A un punto por partido que iba la tropa de Howe hace un año, sin embargo, los Cherries han conseguido doblar en la presente temporada su capacidad de sumar unidades para sentarse a comer en la mesa de los grandes equipos de Inglaterra aprovechando que el Manchester United está sumido en un torbellino de incertidumbre.
Si algo ha caracterizado al Bournemouth en este primer tramo de curso ha sido la regularidad. Ha llegado a estar quinto, pero también octavo. Los sureños comenzaron la temporada pasando por encima del Cardiff y del West Ham y consiguieron un empate que supo a gloria contra el Everton, a quien le igualaron un 0-2 con ambos equipos con un hombre menos. La primera derrota, entendible, llegó en la visita a Stamford Bridge, aunque el Chelsea no abrió el marcador a falta de diez minutos para el final.
Estos buenos resultados han salido del laboratorio de Eddie Howe. Un tipo que ha desempeñado el 87,5% de su carrera como jugador y entrenador defendiendo los intereses de los Cherries. Un entrenador de 40 años que ya ha vivido desde el banquillo cerca de 500 partidos y que ha llevado al Bournemouth desde la League Two — en una primera etapa en la que el equipo estaba en situación de insolvencia — hasta la Premier League, donde ya se ha mantenido cuatro temporadas. Durante este trayecto relativamente rápido por las categorías profesionales del fútbol inglés, Howe consiguió ganar la Championship 2014/2015. En resumen, uno de los preparadores mejor valorados y con mayor proyección de Inglaterra.
A lo largo de estas tres temporadas en la élite los Cherries han conseguido echar raíces, instalarse en la intrascendencia de la media tabla y solamente temer al descenso en su primer curso en la Premier League. Vista la precocidad del Bournemouth en esta década para conseguir objetivos no sería extraño que la lucha por los puestos europeos sea realmente un propósito realizable. Teniendo en cuenta que Manchester City, Liverpool y Chelsea son claros candidatos a ocupar tres de las seis primeras plazas, quedan Arsenal, Tottenham y Manchester United como rivales a batir. Despejar la X en esta ecuación también resulta sencillo: el Arsenal de Unai Emery, con un fútbol estético que sí da resultados, peleará por la cuarta plaza; el Tottenham está pecando de irregularidad pero tiene una plantilla sobradamente capacitada para mantenerle el pulso a sus semejantes; por lo tanto queda el Manchester United como el principal candidato a perder su puesto entre los seis primeros. Aunque con este United tan loco no se puede pronosticar con precisión.
En este contexto, el Bournemouth, más por fútbol que por nombres, se sitúa como un férreo candidato a ocupar la única plaza en venta de la parte alta de la clasificación. El 4-4-2 de los Cherries esconde más matices de los que se pudiera esperar en un equipo sin apenas experiencia en la máxima categoría del fútbol inglés. Y eso es por la extensión en el tiempo del trabajo de Howe, que lleva moldeando la plantilla sureña pese a las inevitables altas y bajas durante seis años.
public://video_embed_field_thumbnails/youtube/zvXtg7LwvTo.jpg
a:1:{s:7:»handler»;s:7:»youtube»;}
Los sureños pretenden crear ocasiones por las bandas a un ritmo constante gracias a la velocidad y versatilidad de Ryan Fraser y David Brooks. El doble pivote; joven, sólido y rocoso, es uno de los ejes centrales que hacen funcionar al equipo. Jefferson Lerma, que llegó procedente del Levante el pasado verano por 30 millones, y Lewis Cook son la chispa que enciende al Bournemouth. Si ellos recuperan balones, la fase ofensiva comienza ya en terreno rival. La línea defensiva da un paso al frente para apoyar las labores de construcción. En fase defensiva los Cherries también han mejorado sus prestaciones. Mientras que la temporada pasada la acabaron con dieciséis goles de déficit, en el presente curso han conseguido marcar más goles que los que han encajado. A la hora de replegarse, los Cherries han empezado a sentirse mucho más cómodos gracias a las ayudas de los jugadores ofensivos.
Dado que el Bournemouth solamente domina este registro, puede resultar un equipo predecible. Ahí los sureños se quedan cortos en argumentos. Sin embargo, poseen jugadores técnicamente capaces de desencallar un encuentro. Y si así tampoco sale, Howe transforma el sistema en un 3-5-3 para aprovechar todavía más la profundidad de las bandas y tener un refuerzo en la distribución del juego. En esto del fútbol, desde luego, hay modas.
En su día fueron los logros de André Villas-Boas o la increíble gesta del Leicester. Por el momento, ni Bournemouth ni Howe están de moda, pero no tardarán en estarlo si siguen cosechando estos resultados. Eso sí, están viviendo un cuento de hadas y cerezas que no se sabe cómo acabará. Al menos, y ya es algo histórico para la entidad, están entre los seis mejores equipos de Inglaterra.