La Premier League ya ha consumido cuatro de las treinta y ocho jornadas y nos ha dejado varias sorpresas. Una de ellas es el inicio sorprendente del Hull City. Un conjunto que empezó con trece profesionales en el banquillo pero vistos en el terreno de juego son como tigres, entiéndase la metáfora. El Manchester City, el favorito para alzarse con el título de campeón, sigue sin conocer la derrota y, además, venció al Manchester United. El Arsenal y el Leicester han dejado muchas dudas. Sobre todo el vigente campeón.Y por último el Stoke City, el colista de la liga.
Nadie se podía imaginar este comienzo tan desastroso. Es sabido por los aficionados al fútbol inglés, que el conjunto que viste de blanco y con rayas rojas no suele tener brillantes inicios ligueros, sólo hay que mirar las dos temporadas anteriores. Lo asombroso es ocupar la vigésima posición, al borde del abismo que lleva a Championship. Tres derrotas y solo un empate, dos goles a favor y diez en contra. Hay que decir que las derrotas son con tres equipos difíciles y que optan por el título o por meterse en puestos europeos. Pero a pesar de eso, la imagen mostrada hasta ahora no es acorde a un equipo de esta categoría.
El arranque de temporada de los Potters es el peor que se ha visto en Staffordshire en el último lustro. Se han visto dos goleadas antes dos rivales de renombre, primero fue el Manchester City de Pep Guardiola y luego el Tottenham de Mauricio Pochettino.Y ambas como local. Los Sky Blues conquistaron el antiguo Britannia, hoy conocido como el Bet365 Stadium, de una manera fácil y sencilla, desplegando un juego vistoso en la primera mitad. Por lo general es un estadio complicado pero Kun Agüero, Nolito, David Silva y compañía se pasearon como si fuese el salón de su casa. De nada valió el gol de Bojan Krkic. Lo mismo ocurrió con los Spurs consiguiendo traspasar la red del decadente Shay Given en cuatro ocasiones.
La mala imagen vista en casa también les ha acompañado en sus dos visitas. La primera fue en el partido inaugural de la Premier League y el rival fue el recién ascendido Middlesbrough. En el enfrentamiento en Riverside rascaron un punto, el único hasta ahora, y cuando fueron a Liverpool para jugar ante el Everton no obtuvieron ningún premio. Al salir de Goodison Park se llevaron un gol en contra por cortesía del sustituto de Jack Butland.
El principal problema radica en la defensa, una zona fuerte en las anteriores temporadas ya que era de las menos goleadas del campeonato con una media de 45-50 goles en contra. Si se compara con este año, donde ya lleva 10 en cuatro partidos, se observa un cambio de 360 grados. Sobre todo en sus partidos en casa, siendo un campo difícil como se ha citado anteriormente. Tottenham y Manchester City se pasearon por el Britannia. La defensa formada por Ryan Shawcross, Erik Pieters, Philipp Wollscheid y Geoff Cameron era de las más duras del torneo y de las más difíciles de batir. En el curso anterior, el Manchester City recibió nueve goles menos y quedó en cuarto lugar y el Stoke en novena posición. Este año se cedió a Wollscheid al VfL Wolfsburgo y su posición la ocupa Bruno Martins Indi. Por si fuera poco, la prolongada lesión de Butland ha resultado demoledora desde la primavera de la pasada campaña. Las opciones europeas del último curso se disiparon sin el fiero guardameta en la portería de Stoke-on-Trent.
Mark Hughes llegó hace cuatro temporadas y desde entonces ha dotado de mucha seguridad defensiva a los Potters, y también de dureza por la acumulación de tarjetas recibidas. Siempre ha sido lo más importante para el entrenador galés, de una buena defensa surge un buen ataque. Visto lo visto esta temporada se podría decir que no está funcionando ninguna de las dos zonas. El juego en largo no funciona y cuando deciden crear desde atrás no tiene las armas necesarias, se fichó a Joe Allen para dotar de equilibrio al equipo y Wilfried Bony para que aportase los goles. Sin olvidar a Bojan, Peter Crouch, Marko Arnautovic y a Xherdan Shaqiri. Cualquier equipo de mitad de tabla para abajo desearía tener a ese tándem de delanteros.
En las últimas tres temporadas acabó en el top 10, todavía queda mucha liga por disputar pero en lo que llevamos de torneo sólo ha marcado dos goles en tres partidos, tiene un punto y son el colista de la Premier League. El viento de Stoke-on-Trent está vez corre en contra.