Ilie Oleart

¿Volverá un club inglés a ganar la Champions League algún día?

A pesar de participar en la liga más popular y lucrativa del mundo, los clubes de la Premier League fracasan año tras año en la Champions League.

El hecho de que la Premier League sea la liga de fútbol más popular, mejor organizada y más lucrativa del mundo ha provocado la sensación general de que sus integrantes están poco menos que obligado a conquistar la Champions League temporada tras temporada. Pero esa falsa creencia obvia la dura realidad que se esconde detrás: que un club inglés conquiste el trofeo continental más importante es una anomalía, no la regla.

Desde que el Liverpool conquistó la Copa de Europa de 1984 en el estadio olímpico de Roma frente al equipo local y los clubes ingleses fueron inhabilitados para competir en Europa tras la tragedia de Heysel del año siguiente, solo cuatro clubes ingleses han levantado la orejona: el Manchester United tras remontar en el tiempo de descuento con dos saques de esquina ante el Bayern de Múnich en el Camp Nou en 1999, el Liverpool tras igualar un 0-3 adverso y vencer en los penaltis al Milan en Estambul en 2005, el Manchester United tras derrotar al Chelsea en Moscú en 2008, y el propio Chelsea en 2012 tras unos agónicos e inesperados triunfos ante Barcelona y Bayern en la semifinal y final. Cuatro triunfos en 34 años. En ese tiempo, los clubes italianos suman el doble de triunfos. Solo el Real Madrid acumula siete.

¿Qué club inglés podría convertirse en el quinto desde 1984? Todas las miradas apuntan al Manchester City. Desde que el jeque Mansour compró el club en septiembre de 2008, el club ha progresado año tras año hasta convertirse en el rival a batir. La temporada pasada arrasó a todos sus rivales en su camino hacia el título y media docena de récords. Pero el equipo, un lobo feroz dentro de sus fronteras, se transforma en un inofensivo borreguito cuando compite en Europa. El club participó por primera vez en su historia en la Champions League en 2011-12 y su mejor participación hasta ahora fueron las semifinales de 2015-16 cuando Manuel Pellegrini era todavía el entrenador. Después de eso, los cuartos de final del año pasado son su mejor resultado en la competición.

Una vez conquistado el escenario local, el club tiene sus miras puestas en Europa, tal y como hizo el Chelsea en su día. Pero los Blues necesitaron nueve años para conquistar su única Champions League y, lo que es más importante, arrastran una historia europea mucho más longeva y laureada. Antes de ser campeones, fueron cuartofinalistas en 1999-00 y 2010-11, semifinalistas en 2003-04, 2004-05, 2006-07 y 2008-09, y finalistas en 2007-08. El City todavía está lejos de exhibir un palmarés de ese tipo.

Tampoco es que el Chelsea actual esté más cerca de revalidar el cetro europeo de 2012. El equipo de Maurizio Sarri está actualmente fuera de la Champions League y, aunque regresara el año que viene, sus opciones se antojan muy reducidas. Desde su triunfo en Múnich, ha logrado unas semifinales y tres octavos de final. En las últimas tres temporadas ha sido superado en dos ocasiones por el Paris Saint-Germain y por el Barça el año pasado. El Chelsea está actualmente un escalafón por debajo de gigantes europeos como esos dos clubes o Real Madrid y Bayern de Múnich.

También el Manchester United se encuentra en ese escalafón inferior a pesar de sus excelentes resultados financieros, que le permiten codearse con los más grandes del mundo. Al menos, en lo que a la cuenta de resultados se refiere. Porque los resultados deportivos indican otra cosa. Desde la final de 2011 que el United perdió ante el Barcelona, el mejor resultado fueron los cuartos de final de 2013-14 con David Moyes. Por el camino, humillaciones como las eliminaciones en la fase de grupos de 2011-12 (en un grupo con Basilea, Otelul Galati y Benfica) y en 2015-16 (PSV, Wolfsburgo y CSKA de Moscú). La preocupación principal en Old Trafford es recuperar el dominio doméstico antes de aventurarse por otros derroteros.

El Tottenham rinde por encima de sus posibilidades financieras de forma constante desde que llegó Mauricio Pochettino y la construcción del nuevo White Hart Lane vaticina una era de esplendor para los Lilywhites. Pero para un equipo cuyo último título fue la Copa de la Liga de 2008, pensar en entorchados europeos se antoja un sueño irrealizable. La inexperiencia del club y del equipo en estas lides quedó patente la temporada pasada, cuando el equipo cayó eliminado ante una Juventus menor a pesar de haber sido superior en el global de la eliminatoria y cuando más cerca parecía del triunfo.

Para su rival del norte de Londres, el Arsenal, se avecinan épocas de cambio. Tras más de dos décadas con Arsène Wenger, el club afronta un difícil relevo con Unai Emery. El Arsenal ha encadenado dos años consecutivos sin clasificar para la Champions League, una competición que no ha ganado nunca. Desde los cuartos de final de 2010, el club no ha pasado nunca de los octavos de final de la Champions League. Y no parece que esa frontera vaya a ser fácil de franquear en un futuro próximo.

El Liverpool es, junto con el Manchester City, el otro club inglés con posibilidades reales de triunfar en Europa. No solo por su historia pasada (cinco Copas de Europa engalanan sus vitrinas) sino también por la reciente. Tras el ya mencionado triunfo de Estambul de 2005, los Reds han participado en otras dos finales, en 2007 y 2018. Esta última fue la segunda final de Champions League para Jürgen Klopp, que también condujo al equipo a la final de la Europa League en 2016 y que, a pesar de sus nefastos resultados en finales (solo ha ganado una de las siete finales que ha dirigido en Dortmund y Liverpool), ha demostrado inteligencia y conocimientos para competir en Europa.

Además, la inversión realizada este verano en Alisson Becker, Naby Keita, Fabinho y Shaqiri, sitúan al Liverpool casi en el mismo escalón que el Manchester City, con el que aspira a luchar por la liga esta temporada. El club se encuentra en una fase de progreso desde que Klopp llegó a Anfield y aspirar a otra final continental a corto plazo no se antoja como un imposible.

Aunque Arsenal y Chelsea puedan regresar en breve a la Champions League, el Tottenham siga progresando gracias al impulso generado por su nuevo estadio y el Manchester United se recomponga de los males ocasionados por la marcha de Sir Alex Ferguson, Manchester City y Liverpool se posicionan como los únicos clubes ingleses que podrían competir por la Champions League. Lo cual no quiere decir que lo hagan. Cuatro títulos en 34 años permiten asegurar que, de hecho, lo más probable es que no lo hagan.

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Ilie Oleart