Alvaro Oleart

10 reflexiones tras el Boxing Day

Este año, el Boxing Day se ha cobrado como víctima a toda una ciudad: Liverpool. Los dos equipos de la ciudad de los Beatles no sólo perdieron sus partidos, sino que probablemente también la liga. Por otro lado, Wayne Rooney sigue manteniendo a David Moyes en su cargo y Daniel Levy ha perdido como local: en los despachos.

 

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— La media inglesa (@LaMediaInglesa) diciembre 27, 2013

 
1.- No todo es oro lo que reluce
 
Todo parecen buenas noticias en este 26 de diciembre. Como es tradición, han habido goles, buen fútbol y emoción. Sin embargo, el Boxing Day también nos ha permitido comprobar todos los puntos negros del fútbol inglés. Y no me refiero a la cogorza que más de un aficionado al fútbol habrá cogido. Los aficionados de Hull City y Cardiff organizaron protestas antes de los partidos de sus respectivos equipos para mostrar su descontento ante la falta de respeto de sus dueños, el egipcio Assem Allam y el malasio Vincent Tan, por las señas de identidad de sus clubes. El primero pretende cambiar el nombre del club, el segundo ya ha cambiado los colores. ¿Esto es respeto por la tradición? 
 
2.- Triste Boxing Day en Liverpool (1): Toffees
 
La Premier League no se puede ganar en Navidad. Pero sí se puede perder. En diez días, al Everton (como al resto de equipos de la Premier) se le acumulan cuatro jornadas de Premier League, un grave inconveniente para equipos con plantillas cortas cuyo banquillo tiene un nivel muy inferior al once titular. Para colmo, Roberto Martínez tuvo la pésima idea de rotar a Ross Barkley (tarde o temprano tenía que rotar, pero ahora que estaba en su momento álgido quizá no era el momento más oportuno), el jugador más en forma de su equipo. Si el joven inglés hubiera salido de inicio, lo más probable es que los Toffees se hubieran llevado los tres puntos. Sobre todo teniendo en cuenta que hubiera jugado en el lugar de Leon Osman, que vivió los peores 24 minutos de su carrera (fue sustituido por Joel Robles tras la expulsión de Tim Howard, que él mismo provocó).
 
En 9 de cada 10 partidos como el jugado en Goodison Park, el Everton se habría llevado la victoria. Fue la mejor actuación de Vito Mannone en toda su carrera (y difícilmente la igualará). De cualquier forma, un buen revulsivo (es decir, no Jelavic) además de Barkley hubiera mantenido los 3 puntos en Goodison Park. Estos tres puntos pueden resultar claves a final de año para entrar en la Champions League. Cierto es que sólo le separan cinco puntos del líder y dos del cuarto. Pero en los próximos seis días le esperan otras dos jornadas de Premier League contra el Southampton en casa y el Stoke en el Britannia. Les deseo suerte. La necesitarán.
 
3.- Triste Boxing Day en Liverpool (2): Reds
 
Los vecinos del Everton también sufrieron las consecuencias de un banquillo mediocre. Si bien es cierto sufrieron un mal arbitraje, también lo es que un descarte del Chelsea (Victor Moses) y un jugador que podría marcharse cedido en enero (Iago Aspas) fueron los «revulsivos» cuando el partido se puso feo. El Liverpool puede ganar a cualquier equipo a un partido, pero difícilmente ganará una liga sin la profundidad de banquillo de otros equipos, como Chelsea o Manchester City. Ni siquiera teniendo a Luis Suárez, el mejor jugador en lo que llevamos de Premier League. Frente a los Citizens, los Reds han perdido más que tres puntos. Otra derrota con el Chelsea el domingo y pueden ir despidiéndose de la liga. 
 
4.- Pellegrini y Mourinho (al unísono): «¡Gracias, FA!»
 
Esta acumulación de cuatro jornadas de liga en 10 días no es perjudicial para todos. Los equipos con más fondo de armario (es decir, los que más dinero tienen para pagar sueldos más altos a un mayor número de jugadores y los que mejor han planificado la plantilla) tienen una ventaja evidente. Si sólo se jugara un partido a la semana, apenas haría falta rotar a los jugadores. Contar con Álvaro Negredo, Sergio Agüero y Edin Dzeko (por no mencionar al siempre convaleciente Stevan Jovetic) en la misma plantilla no tendría sentido. Pero no es el caso en la Premier League.
 
Incluso sin su mejor jugador (Agüero), el Manchester City es una máquina. Todavía no es líder de la Premier League, pero es de largo el gran favorito. El segundo delantero de los Citizens, Negredo, ha marcado en los últimos nueve partidos de su equipo en el Etihad (11 goles en total), es decir, todos los que ha disputado desde octubre. Cuantos más partidos se acumulan, más ventaja tienen los de Pellegrini. Gozando de un fondo de armario envidiable, los suplentes son casi igual de buenos que los titulares y mucho mejores que los suplentes del resto de equipos.
 
Algo muy parecido sucede en Stamford Bridge. Con unos suplentes de lujo, los Blues sólo echan de menos haber regalado a Daniel Sturridge y Romelu Lukaku. De contar con uno de ellos, serían ya líderes. Pero aún sin ellos, su fondo de armario (Willian, Frank Lampard y André Schürrle salieron desde el banquillo frente al Swansea) les permitirá estar arriba en la tabla.
 
5.- Hull 2-Todoterreno Rooney 3
 
Luis Suárez ha marcado casi la mitad de los goles del Liverpool en lo que llevamos de temporada (19 de 43). Y eso que empezó la temporada con cinco partidos de retraso. Sin embargo, no es el jugador del que más depende un equipo de la Premier League. Como ya comenté la semana pasada, este Manchester United es más bien un Rooney United o un Manchester Rooney. De no ser por su contribución al juego de los Red Devils, quién sabe donde estarían los de Moyes, ahora a «sólo» 8 puntos del líder. Habría que rescatarlos de un pozo.  Frente al Hull, Rooney dio la asistencia del primer gol, marcó el segundo y provocó el tercero. Además de eso, como siempre, hizo de todoterreno. Un día de estos le veremos como portero. Una pena que el resto de sus compañeros no den pie con bola. 
 
6.- Alan «Fourier» Pardew
 
Fundar una colonia francesa en Newcastle no parecía una buena idea. De hecho, se me ocurrían pocas peores. Con el frío que hace allí y la completa ausencia de glamour (Newcastle no es la capital de la moda precisamente), no parecía el lugar adecuado para un falansterio futbolístico francés. Sin embargo, parece funcionar. De los 29 goles que el Newcastle ha anotado en la presente Premier League, 27 de ellos han tenido un autor franco-parlante y 26 de ellos han sido obra de jugadores franceses. El resultado es una sexta plaza, a tan sólo seis puntos del líder. El Nouveau Château acabará estrellándose tarde o temprano y cayendo a la mitad de la tabla, pero por ahora el sueño sigue vivo. 
 
7.- No te acostumbres, Olivier
 
Busquemos una palabra para definir a Giroud, el delantero titular del líder de la Premier League. «Tronco, pero de madera noble», como lo definió en su día Juan Antonio Parejo, se ajusta bastante bien al delantero francés. La pregunta es, ¿sirve un «tronco» (aunque sea de madera noble) como delantero titular de un equipo que aspira a ganar títulos? Depende de quién tenga detrás. El francés se ha quedado sin anotar en 13 de los últimos 14 encuentros que ha jugado, incluyendo partidos con su selección. Sin embargo, un «tronco» puede ser muy útil si tiene goleadores por detrás. En este Arsenal, con Santi Cazorla, Theo Walcott, Mesut Özil, Aaron Ramsey y el recuperado Lukas Podolski como complemento del francés, no sería de extrañar que los Gunners lucharan por títulos. Al fin y al cabo, incluso con semejante pésima racha goleadora, los de Arsène Wenger son líderes de la Premier League y están en octavos de la Champions. La aportación del francés, titular en todos los partidos del Arsenal en liga y Champions esta temporada salvo en uno, va más allá de sus 9 goles (7 en liga y 2 en Champions) y 6 asistencias (5 en liga y 1 en Champions), que de por sí no son cifras terribles. Se podría decir que es exactamente lo contrario a Mesut Özil. Magia, poca. Pero actitud, mucha. El Balón de Oro no lo ganará nunca, pero el francés merece algún elogio de vez en cuando. Eso sí, no te acostumbres, Olivier. 
 
8.- El fut-rugby: la exitosa religión protestante de Pulis
 
Con Tony Pulis en el banquillo, uno no puede esperar ver fútbol samba. Lo suyo es más el fut-rugby. Sin embargo, sus resultados son impecables. Su Stoke (equipo al que dirigió entre el verano de 2006 y mayo de 2013) era muy difícil de ver, pero también muy difícil de ganar. Con el Crystal Palace ha logrado ya 9 puntos de 18 posibles. Frente al Aston Villa vimos una actuación al más puro estilo Pulis: muy poca posesión (65% del Aston Villa), mucho contacto físico y balones aéreos y, sobre todo, muy pocos goles. «¿Para qué marcar más de un gol si con uno es suficiente?», debe pensar Pulis. Hay muchas maneras de jugar bien al fútbol. En un mundo futbolístico que tiene el «tiki-taka» como el ideal, Pulis ha creado una religión protestante cuyos éxitos son notables. Bien por Pulis y su Crystal Palace, cuyo objetivo de mantenerse en la Premier League está al alcance de la mano. Sobre todo si a su clásica solidez defensiva suma golazos como el de Dwight Gayle.
 
9.- Hay gatos que gestionarían mejor los clubes ingleses. Incluso perros (1): pobres Mackay y Clarke.
 
Parece ser que Pepe Mel es el máximo favorito para dirigir al West Bromwich Albion. El ecuador de la temporada y la acumulación de partidos es un buen momento para que un entrenador español de 50 años sin experiencia en el extranjero se adapte al fútbol y a la cultura inglesa. Y al idioma, claro. Es simplemente absurdo destituir a un entrenador fantástico como Steve Clarke por un completo interrogante como Pepe Mel. En caso de querer cambiar de técnico, deberían haber esperado a que finalizara la temporada. Clarke seguro habría llevado a este equipo a mitad de tabla, y en mayo Pepe Mel habría tenido tres meses para preparar su salto a Inglaterra. Una pena que el fútbol en Inglaterra esté gobernado en muchos casos por gente que no tiene la más remota idea de fútbol. Lo mismo que ha sucedido en el West Brom con Clarke sucederá en Cardiff con Malky Mackay. Lo dicho, una pena.
 
10.- Hay gatos que gestionarían mejor los clubes ingleses. Incluso perros (2): ¡Levy pierde en los despachos!
 
No contento como técnico permanente, Daniel Levy renovó a Tim Sherwood por una temporada más. Es decir, Sherwood ha pasado de miembro del staff técnico del Tottenham y comentarista de la Premier League en Al-Jazeera a técnico hasta el final de la temporada 2014-15. Hasta ahora, acumula una victoria, un empate y una derrota, un balance difícilmente calificable como «positivo» para un equipo que aspira a entrar en la Champions League. En cualquier caso, Daniel Levy ha perdido en los despachos frente a un Sherwood que, pase lo que pase, tiene su futuro económico asegurado hasta mayo de 2015. Y posiblemente más allá. 
 

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Alvaro Oleart