Alvaro Oleart

10 reflexiones tras el Deadline Day

El fin de semana no trajo demasiados goles, pero sí trajo numerosos traspasos y algunas reminiscencias, como la de ver a Mathieu Flamini de nuevo con la camiseta del Arsenal. O ver al Liverpool líder de la Premier League. Ahí van 10 reflexiones posteriores al Deadline Day. 

 
El tweet de la semana:  
 

Rooney jugando para Moyes, Mou en el Chelsea, Redknapp fichando a Kranjcar, Flamini en Arsenal, Liverpool líder…¿esto qué es? ¿2004?

— La media inglesa (@LaMediaInglesa) September 2, 2013

 
1.- Aficionados del Arsenal: las notas, a final de curso
 
«In Arsène we trust» se escuchó durante el Arsenal-Tottenham tras la victoria local en el derbi del Norte de Londres. Si por aquel entonces se hubiera sabido que Mesut Özil jugaría en el Emirates esta temporada, los aficionados ya habrían empezado a construir una estatua de Wenger similar a la de Ferguson en Old Trafford. Sin embargo, con Jack Wilshere, Lukas Podolski, Alex Oxlade-Chamberlain, Mikel Arteta y Thomas Vermaelen lesionados (a Abou Diaby ni se le nombra, pues es su estado natural), hacían falta más llegadas. De hecho, si hubiera que elegir una posición para reforzar, ésta no hubiera sido la de Özil, un media punta. Allí pueden jugar Wilshere, Ramsey, Cazorla y Rosicky, mientras que para las bandas ya están el prometedor Ryo Miyaichi, Podolski (aunque lesionado), Walcott y Oxlade-Chamberlain (también lesionado). ¿No hubiera sido más útil fichar a un delantero con más garantías que Yaya Sanogo como por ejemplo Jordan Rhodes? Giroud lleva tres goles en tres partidos, pero no deja de ser un jugador tosco, lento y que muy probablemente baje su rendimiento pronto. ¿O no habría sido mejor fichar a un medio centro defensivo? ¡No hay ningún jugador en el Arsenal con esa posición más allá de Mathieu Flamini, Emmanuel Frimpong y Diaby! ¿O no habría sido más útil un lateral (tanto izquierdo como derecho)? El rendimiento Bacary Sagna la temporada pasada fue mediocre, Gibbs está permanentemente lesionado, Carl Jenkinson no da el nivel y Nacho Monreal por alguna razón desconocida no convence a Wenger. No nos olvidemos tampoco de la posición de central… y de portero. Sagna ha jugado incluso de central, pues como centrales sólo están Vermaelen, Laurent Koscielny y Per Mertesacker, los cuales también tienen tendencia a las lesiones. Para colmo, Wojciech Szczesny ha cometido numerosos errores, los cuales llevan a la conclusión de que no es un portero de primer nivel (Emiliano Viviano no entra en esa categoría). Con Iker Casillas en el banquillo del Madrid, ¿no era hora de intentar su fichaje?
 
Siendo el club con más solvencia de caja en Inglaterra, era momento de invertir fuerte. El Arsenal lo ha hecho, pero sólo por un jugador y uno que no necesitan tanto como otros. Esta temporada, los de Wenger están condenados a seguir sin ganar títulos y a luchar por la cuarta plaza. Una pena. Existe potencial para ganar la Premier League.
 
2.- ¿Quién? ¿Yo, el gran Paolo Di Canio? ¡Imposible!
 
Echar la culpa de nuestras desgracias a los demás es algo habitual en la vida. El fútbol no es una excepción. Esta manera de afrontar los reveses tuvo especial éxito en la década de 1930, la década fascista por excelencia. La psicología de Paolo Di Canio es, al igual que su ideología, muy parecida a la fascista en este sentido. Según Hitler, los judíos y los comunistas (ya fueran alemanes o no) tenían la culpa de todas las desgracias alemanas. El resto de alemanes eran una «raza superior» y el propio Hitler se consideraba «el elegido». En el caso del Sunderland, según Di Canio, la culpa de su pésimo inicio de temporada (y de la derrota por 3-1 frente al Crystal Palace) no la tiene él, sino sus jugadores, los cuales «tienen el cerebro vacío». Di Canio, como Mussolini y Hitler, es perfecto y busca los errores en los demás sin hacer autocrítica de sí mismo. Poco van a ayudar declaraciones como éstas al reto de Di Canio esta temporada: no ser el primer técnico despedido de la Premier. Al igual que su compatriota Roberto Mancini hizo en el Manchester City, está poniendo a los jugadores en su contra. Ya sabemos cómo acabó Mancini.
 
3.- ¡Queremos más goles!
 
La Premier League es conocida por el alto ritmo que imprimen los equipos. Dicho ritmo frenético provoca que sea una de las ligas de primer nivel en las que hay más goles. Sin embargo, los 13 goles en 9 partidos (16 en 10 si contamos el Chelsea-Aston Villa anticipado) del último fin de semana han supuesto un nuevo récord negativo. Kolo Touré ha sido el central titular del Liverpool, el único equipo que todavía no ha recibido un solo gol en liga. En Inglaterra se instauró por primera vez el sistema de puntuación vigente (3 puntos la victoria, 1 el empate y 0 la derrota; anteriormente se concedían dos puntos por victoria). ¿Ha llegado la hora de eliminar los empates y hacer prórrogas y/o penaltis en liga?
 
4.- El «día horribilis» de Roy Hodgson
 
Tras llegar el domingo a Anfield, a Roy Hodgson le fue denegada una plaza en el palco de los directivos, pues éstos creyeron más productivo tener allí a patrocinadores. Desde luego que esta no debería ser forma de tratar a un seleccionador inglés y a un exentrenador del club, pero la cosa empeoró todavía más para Hodgson, que puede marcharse a Kiev para jugar contra Ucrania sin Wayne Rooney, Daniel Sturridge, Jack Wilshere, Phil Jones y Glen Johnson por lesión. Que la suerte te acompañe, Roy.
 
5.- Se viene la mejor Premier League de la historia
 
La temporada pasada, el Manchester United ganó cómodamente la pasada Premier League. Aventajó en 11 puntos al Manchester City, algo previsible tan pronto como desde febrero. Sin embargo, el United del año pasado fue un equipo mediocre que ganó gracias a la pegada de Robin van Persie y, sobre todo, debido a la mala temporada de sus «ruidosos vecinos», el Chelsea, el Arsenal y el Tottenham. En la presente temporada esto cambiará por completo. Las malas decisiones de la directiva del United han provocado que ahora haya un hueco tremendo en la plantilla. El único centrocampista creativo de la plantilla es Wayne Rooney, un hombre que ha dejado claro que quiere marcharse de Old Trafford. A Shinji Kagawa apenas le hemos visto y Marouane Fellaini, el único fichaje de David Moyes, no es un creador. El no-fichaje de Ander Herrera, Modric u Özil no sólo empeora a los «red devils», sino que permite que el resto de aspirantes se sitúen cerca de su nivel. El Liverpool de Sturridge y Coutinho (un jugador que hubiera sido perfecto para las necesidades del Manchester United) lidera la Premier League. Chelsea, Arsenal y Tottenham ya están por encima de los de David Moyes. Esta liga se podría ganar con 80 puntos y podría haber hasta 5 candidatos. En la Premier League no sólo han mejorado los equipos de arriba, también los de abajo. Veremos pocos 5-0. El único equipo que parece peor es el Sunderland y quizá el Newcastle, pero equipos como West Brom, Norwich, Fulham, Southampton, Cardiff, West Ham, Aston Villa o Stoke se han reforzado de forma que van a ser capaces de competir cada partido. Se viene la mejor Premier League ¿de la historia?
 
6.- ¿Se es antes aficionado al fútbol que persona?
 
Por mucho que nos guste el fútbol, no debemos olvidar la constante inmoralidad que lo acompaña.  El Real Madrid ha invertido nada menos que 86 millones de libras en pagar el traspaso de un futbolista (probablemente sean más, pero podrían haberse maquillado, e incluso el Madrid podría haber impuesto una cláusula de confidencialidad al Tottenham para no revelar las cifras reales), que a su vez tendrá un sueldo superior a los 10 millones de euros. El Arsenal ha pagado 42 millones de libras por Mesut Özil. Los aficionados del Arsenal están encantados, lo cual es lógico porque el alemán es un fantástico futbolista. Sin embargo, muchos de los aficionados del Real Madrid en España y del Arsenal en Inglaterra están sufriendo la crisis y apenas tienen para llegar a fin de mes. Que un multimillonario celebre tales traspasos es comprensible, pero, ¿ocurre lo mismo con un trabajador en paro? ¿No son dos hechos relacionados y contradictorios el hecho de que personas que no llegan a fin de mes celebren tales traspasos? ¿Se es antes aficionado al fútbol que padre de familia? Asimismo, ¿no deberían todas las ONG del mundo criticar el dinero que mueve el fútbol? ¿Cuántos niños hambrientos podrían salvarse con 86 millones de libras? ¿Cuántos empleos podrían crearse con ese dinero? Como ha demostrado Estados Unidos a lo largo de la segunda mitad del siglo XX y lo que llevamos del XXI, el ser humano invierte dinero en matar a personas. Nunca en salvarlas. Mejor invertirlo en Gareth Bale. 
 
7.- Bale (I): ¿Hará un Gascoigne?
 
Cambiar de ciudad y de país es algo difícil para todo el mundo. Clara muestra de ello es Paul Gascoigne. Lo primero que hizo el centrocampista (que curiosamente también procedía del Tottenham) cuando pisó por primera vez el vestuario de la Lazio en 1992 fue repartir 20 copias de Teach Yourself English a cada uno de sus compañeros. No es de extrañar que sus tres temporadas en la Lazio fueran un fracaso. De hecho, su fracaso en Italia no fue únicamente deportivo, sino que allí pronunció una de las más desafortunadas frases de la historia del fútbol. «Fuck off, Norway» fue la respuesta a un periodista noruego cuando éste le preguntó sobre un partido que Inglaterra iba a jugar frente a Noruega.
 
Michael Owen ciertamente no llegó a los extremos de Gascoigne, pero no logró adaptarse a la vida en Madrid. Reconoció ser incapaz de aprender el idioma o de poner una lavadora.
 
8.- Bale (II): ¿O un McManaman?
 
Sin embargo, no a todos los viajeros británicos se les ha dado tan mal cambiar de país. Gascoigne trató de adaptar su entorno a su persona. Craso error. Otros, como Steve McManaman, hicieron un esfuerzo por adaptarse a su nuevo entorno. Aprendieron el idioma, a poner lavadoras y a no mostrar traza alguna de soberbia. No es que ganara un Balón de Oro en el Real Madrid, pero tuvo un éxito incontestable comparado al de Gascoigne en la Lazio y Owen en el Real Madrid. Gareth, ya sabes cuál es el camino a seguir: aprender español, poner lavadoras y hacer lo posible por ser amigo (y no rival) de Cristiano Ronaldo.
 
9.- El Deadline Day, la primera victoria de Roberto Martínez
 
Tres empates en tres partidos es el balance de Roberto Martínez al frente del Everton. En el terreno de juego. Sin embargo, en el Deadline Day, uno de los partidos más importantes de la temporada, supuso su primera victoria. Los 13 millones de libras invertidos en James McCarthy (procedente del Wigan) y las cesiones de Gareth Barry (Manchester City) y Romelu Lukaku (Chelsea), así como la venta por 27,5 millones de libras de Fellaini al United son un movimiento perfecto. Para el juego combinativo que pretende instaurar Martínez en el Everton, Fellaini no es un jugador demasiado útil. McCarthy y Barry sí lo son. Y qué decir de Lukaku. Digamos que se notará la diferencia entre jugar con el joven delantero belga de 20 y Jelavic. Si a ello añadimos la continuidad del genial Leighton Baines, el Everton tiene muchos números para acabar en la zona noble de la Premier League.
 
10.- El West Bromwich Albion no descenderá
 
Los de Steve Clarke son colistas de la Premier League. Han cosechado sólo un punto en tres partidos. Han saltado las alarmas y las voces que señalan a Clarke como un entrenador novato incapaz de llevar con éxito un equipo de la Premier League han empezado a oírse. Pero nada más lejos de la realidad. Los fichajes de Stephane Sessegnon, Nicolas Anelka (que afortunadamente todavía no se ha retirado), Diego Lugano, Morgan Amalfitano, Matej Vydra y Scott Sinclair, entre otros, ayudarán a los «baggies» a realizar otra buena temporada, como la pasada. No sufrirán para mantener la categoría. Tienen una plantilla en condiciones y un fantástico entrenador.  
 

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