El Manchester City ha ganado la Premier League 2013-14 http://t.co/3kFzp4ARH7
— La media inglesa (@LaMediaInglesa) Mayo 11, 2014
1.- La Premier League 2013-14, un fracaso…
La Premier League 2013-14 ha sido un tostón. ¿Por qué? La desigualdad entre unos y otros es demasiado grande. Desde la temporada 1960-61, nunca dos equipos habían logrado anotar más de 100 goles en la primera división inglesa. Manchester City (con 102) y Liverpool (con 101) lo han logrado este año. Sin embargo, este hito contrasta con los 1.052 goles anotados en toda la Premier League esta temporada, la cifra más baja de goles en liga desde la temporada 2008-09 (942). Ninguno de los tres últimos clasificados ha sobrepasado los 33 puntos, lo cual ha permitido que la permanencia saliera barata. Muchos equipos han llevado a cabo una temporada muy mediocre y se han salvado. El equipo que más dinero ha invertido ha ganado la liga. Y lo ha hecho sin un fútbol brillante, pues por muchos goles que los de Pellegrini hayan anotado, su fútbol ha estado lejos de ser arrollador. El Everton se ha quedado fuera de las plazas de Champions League, lo cual implica que el tradicional «Big Four» (sustituyendo al Manchester United por sus rivales ciudadanos) se ha vuelto a imponer. Poco romanticismo ha habido en la Premier League recién finalizada.
2.- … a medias
No todo es un drama. Afortunadamente, esta Premier League nos ha deleitado con la aparición fulgurante e inesperada de Tony Pulis y Gus Poyet, así como el sobresaliente trabajo de Mauricio Pochettino, Brendan Rodgers, Roberto Martínez y Steve Bruce. Estos seis entrenadores, entre los cuales debiera estar el mejor entrenador del año, han demostrado que no hace falta un presupuesto desorbitado para jugar bien al fútbol y cosechar buenos resultados.
3.- Defensa y Liverpool, dos términos contradictorios
Decía Groucho Marx que «la inteligencia militar es un concepto contradictorio». Si el genial cómico siguiera entre nosotros, podría decir lo mismo sobre la «defensa» del Liverpool. Los Reds han marcado 101 goles, una cifra exorbitada. Sin embargo, han recibido 50. ¡50! Han recibido más goles que Crystal Palace, Southampton o incluso Manchester United. Asimismo, el Liverpool (junto al Sunderland) ha logrado ser líder en la estadística de goles en propia puerta, con 6. Desde el Tottenham en la temporada 1962-63, ningún equipo había logrado en la primera división inglesa marcar más de 100 goles y encajar 50 o más. El Manchester City ha encajado 37 goles, 13 menos. El Chelsea ha encajado 23 menos (27). ¿Por qué el Liverpool no ha ganado la Premier League? La respuesta está en su propia área. Rodgers tiene trabajo. Puede empezar por despedir a Kolo Touré y Aly Cissokho.
4.- «Rácano», «Chelsea» y «Mourinho», términos nada contradictorios
Hay equipos rácanos y aburridos. Luego está el Chelsea. Algunos considerarán que, dado que es una temporada «de transición» (podría decirse lo mismo de la de Pellegrini al frente del City) como afirmó el propio José Mourinho, el Chelsea ha hecho un buen papel: semifinales de Champions League y tercer lugar en la Premier League. Pero lo cierto es que, al frente de los Blues, Mourinho nunca había finalizado una campaña de Premier League con tan pocos puntos (82). Si bien es cierto que el Chelsea ha sido el equipo menos goleado esta temporada (sólo 27 goles encajados), ha anotado solo 71 goles, 31 menos que el City y 30 menos que el Liverpool. Considerando que el Chelsea de 2005, también liderado por Mourinho, logró el récord de goles con 103, son números mediocres. Y claro, luego está lo intangible. Que levante la mano quien no se ha quedado dormido viendo un partido del Chelsea. Antes equipos grandes, las tácticas ultradefensivas de Mourinho han resultado todo un éxito. Sin embargo, ante los equipos modestos que se repliegan cerca de su propia portería, los Blues han sido incapaces de encontrar soluciones. Con un delantero de primer nivel (¿Romelu Lukaku?), probablemente el Chelsea se habría llevado la Premier. Pero aún así, los de Stamford Bridge han aburrido a propios y extraños. Para colmo, las ya habituales salidas de tono de su entrenador y los espectáculos protagonizados por su segundo, Rui Faria, han costado al club unos cuantos miles de libras en sanciones y un duro golpe para su imagen.
5.- Premio (sin lugar a dudas) al falso 9: Martin Skrtel
El Liverpool ha contado en sus filas con los dos máximos goleadores de la Premier League. Pero no debemos olvidar otro hito: uno de los suyos ha sido el defensa que más goles ha anotado en la competición. La temporada de Martin Skrtel, ese futbolista eslovaco del que muchos huiríamos de encontrarlo a medianoche en un estrecho callejón de Liverpool, ha realizado una temporada de ensueño. Ha jugado 36 partidos (todos como titular), no ha sido expulsado ni una vez y ha sido la referencia Red en defensa. Tal vez ahí radique el problema. Skrtel difícilmente puede ser la referencia defensiva de un equipo que aspira a ganar el título de liga. No sólo ha sido el defensa que más goles ha marcado en el área rival, sino también en la suya propia, nada menos que cuatro. Es el récord absoluto en una temporada de Premier League. Skrtel, genio y figura.
6.- Otra temporada mediocre para el Arsenal
Arsène Wenger ha vuelto a hacer un buen trabajo al frente del Arsenal. Como mínimo, un trabajo eficiente. El año que viene jugará la Champions League (y volverá a caer en octavos, claro), quizá logre ganar su primer título en nueve años y ha sumado 79 puntos en liga, la cifra más alta en las últimas seis temporadas. Dicho esto, el Arsenal no es el que era. Su «fútbol total» ha desaparecido. Tras la lesión de Aaron Ramsey, los Gunners perdieron la manija en el centro del campo y tras la baja de Theo Walcott perdieron el poco gol que tienen. Olivier Giroud no es un delantero de primera línea mundial de la talla de Luis Suárez, Sergio Agüero o Robin van Persie. La plantilla ha demostrado ser demasiado corta y los fichajes no han cuajado, desde Mesut Özil hasta Kim Källström, pasando por Yaya Sanogo. El trabajo de Wenger ha sido efectivo, pero los aficionados comienzan a perder la paciencia. La cúpula del club lleva años esgrimiendo la mudanza al Emirates como excusa para la sequía de títulos. Pero eso ya no vale. Si el club aspira a ganar algún título mayor, más allá de alguna Copa cada lustro, tal vez llegó el momento de realizar cambios. Esas transformaciones no afectarán al banquillo, al menos a corto plazo. De todos modos, no sólo se trata de cambiar a una persona. Se trata de cambiar la mentalidad. El club parece conformarse con su ya tradicional cuarta plaza a pesar de tener los recursos financieros para aspirar a más. ¿Lo harán también los aficionados?
7.- El Stoke cambia de estilo… ¿para mejor?
Tony Pulis fue sustituido por Mark Hughes como entrenador del Stoke City porque Peter Coates quería que los Potters cambiaran su estilo de juego. Pretendía que pasaran de jugar fut-rugby a jugar fútbol samba. Difícilmente puede considerarse que los de Hughes hayan logrado el objetivo, pero está claro que el Stoke ha vivido un cambio radical en cuanto a estilo. Nada menos que siete equipos esta temporada han lanzado más balones largos que los Potters, una estadística impensable el año pasado. Además, el Stoke ha sido el club que ha marcado menos goles de cabeza esta temporada.
A pesar de los 50 puntos logrados esta temporada, el futuro del Stoke de la mano de Mark Hughes es una incógnita total. El nivel de los equipos de la mitad baja ha sido tan paupérrimo que es difícil juzgar la transformación de los Potters. A menos que cierren varios fichajes de relumbrón este verano, están entre mis candidatos al descenso la próxima campaña.
8.- ¿Newcastle es el rival en la última jornada? ¡Qué suerte!
Cuando uno mira al calendario de la Premier League y se encuentra que su rival en la última jornada es el Newcastle, la sensación de alivio debe ser impresionante. Al Liverpool le costó ganar, pero finalmente lo hizo con toda la tranquilidad del mundo y con dos jugadores más sobre la cancha. El Newcastle no ha ganado en la última jornada de las últimas siete Premier League (dos empates y cinco derrotas). Es el reflejo de una temporada mediocre, gracias a un dueño mediocre, una plantilla mediocre y un club sin ambiciones deportivas más allá de mantenerse en la Premier League y seguir generando dinero.
9.- La incógnita del Manchester United
El Manchester United lo logró. Los Red Devils han llevado a cabo una proeza digna del mismo Cyrus West Field, la persona que gracias a su espíritu emprendedor, su tiempo libre y su valentía logró colocar un cable a través del océano Atlántico que comunicara Europa y América. ¿Cuántos partidos ha jugado el Manchester United esta temporada? 55. ¿Cuántas alineaciones ha utilizado? 55. Esa estadística constituye la mejor demostración de lo que es el Manchester United en el presente: una incógnita.
10.- ¡Sherwood quédate!
En el encuentro que el Tottenham disputó frente al Aston Villa se vivió un momento cómico. Tim Sherwood prestó su chaleco y su asiento a un aficionado de los Spurs. Al acabar el encuentro, le preguntaron si el afortunado aficionado tenía alguna posibilidad de entrenar al Tottenham. Sherwood respondió: «Ninguna, es inglés».
Lo peor es que la broma de Sherwood encierra una dolorosa verdad. El trato que se brinda a los entrenador británicos en la liga inglesa roza lo discriminatorio. La total libertad económica que se vive en el fútbol de las Islas ha permitido que la mayoría de los propietarios de clubes ingleses sean multimillonarios extranjeros con muy poca idea de fútbol (aunque no es el caso de Daniel Levy, que es inglés y algo sabe de fútbol).
Esta temporada, un fantástico técnico escocés como Malky Mackay fue sustituido por un técnico noruego sin experiencia como Ole-Gunnar Solskaer. Otro buen entrenador escocés como Steve Clarke fue sustituido por un español que no habla inglés como Pepe Mel. La temporada pasada sucedió algo muy similar en el Southampton con Nigel Adkins y Mauricio Pochettino.
Todos queremos que Sherwood siga en su puesto. A excepción de los aficionados del Tottenham, claro. Sus no-tácticas han desembocado en prestaciones defensivas dignas del túnel del terror. Eso sí, nos han regalado unas cuantas carcajadas.