Mr. Gerrard. Qué capitán.
— La media inglesa (@LaMediaInglesa) April 13, 2014
1.- Tristes celebraciones justificadas (I)
Alguien se debió preguntar qué demonios estaban haciendo Danny Welbeck, Tom Cleverley y Ashley Young de fiesta por Manchester la madrugada del jueves al viernes. ¿Eran conscientes de que su equipo acababa de ser eliminado de la Champions League? ¿Eran conscientes de que su equipo no jugará la Champions League la próxima temporada tras 18 participaciones consecutivas?
Evidentemente que eran conscientes. De hecho, la eliminatoria de los Red Devils frente al Bayern de Munich podría haber sido el motivo de celebración. De hecho, a mí lo que me extraña es que no estuviera David Moyes a su lado. Gracias a los dos partidos frente al Bayern de Munich, es posible que Moyes siga en el banquillo de Old Trafford la temporada que viene. A pesar de que en los 180 minutos de la eliminatoria el Bayern disparó 41 veces, 29 más que los Red Devils, los de David Moyes estuvieron clasificados en el partido de vuelta… ¡durante 73 segundos! No es moco de pavo considerando que pocos daban la más mínima oportunidad a los de Manchester. David Moyes alineó su 50ª alineación en otros tantos partidos. Inexplicablemente, Ryan Giggs y Adnan Januzaj se quedaron en la banca mientras Fletcher y Welbeck ocuparon sus lugares. La defensa estuvo formada por Evra, Vidic, Smalling y Phil Jones. El partido tenía mala pinta. Tristemente, el 3-1 final es un motivo de celebración para el Manchester United.
2.- Tristes celebraciones justificadas (II)
Cuando Santi Cazorla anotó el penalti definitvo en la tanda frente al Wigan, los Gunners celebraron su pase a la final de la FA Cup como si hubieran ganado la Champions League. «Pero si solo han ganado a un equipo de segunda división y ni siquiera han ganado el título», decían algunos. «¿Por qué lo celebran tanto?», se preguntaban.
El Arsenal tenía motivos para celebrar la victoria. De entrada, tuvieron un rival magnífico. El Wigan de Uwe Rösler ha llevado a cabo una defensa de la FA Cup loable, derrotando en su camino hacia Wembley a Crystal Palace, Cardiff y Manchester City (en el Etihad). Y ahora que se han librado de la molesta Europa League, quizá incluso vuelvan a la Premier League. Ganar a un buen rival siempre es motivo de celebración. El segundo motivo es que el Arsenal es un equipo cuyas aspiraciones suelen estar por encima de sus posibilidades. Yaya Sanogo, delantero titular frente al Wigan, es un chaval de 21 años que anotó su último gol oficial (es decir, sin contar los entrenamientos, donde se supone que habrá marcado algún gol, aunque no está confirmado) el 24 de mayo de 2013 (con el Auxerre ante el Nîmes en la 2ª división francesa). En toda su carrera ha marcado 11 goles. Cuando los Gunners necesitaban un gol a toda costa, Wenger recurrió a toda su artillería pesada. O sea, OlivierGiroud (los otros dos cambios fueron Kim Källström en la prórroga y Kieran Gibbs por el lesionado Monreal). The Ox, Cazorla, Mertesacker (a pesar de su clamoroso penalti) y Ramsey son los únicos jugadores del Arsenal que competirían a día de hoy por un puesto en el once titular de Chelsea, Manchester City o Liverpool. Tristemente, levantar la FA Cup sería un gran éxito para el Arsenal. Sería el primer trofeo en nueve temporadas.
3.- Tristes celebración justificadas (III)
La victoria por 0-2 frente al Crewe Alexandra supuso la confirmación del ascenso del Wolverhampton… al Championship. Lo cierto es que los últimos años de los Wolves han sido una montaña rusa. Mick McCarthy se hizo cargo del equipo en 2006 y se proclamó campeón de Championship en 2008-09. En febrero de 2012, el dueño Steve Morgan le despidió. Ése fue el punto de inflexión. Comenzó uno de esos espeluznantes descensos a toda velocidad que uno puede vivir (¿sufrir?) en una montaña rusa. Terry Connor, como era de esperar, descendió al equipo al Championship tras no ser capaz de sumar una sola victoria en los 13 partidos que dirigió (aunque, eso sí, se convirtió en una leyenda de La Media Inglesa, como se puede comprobar en este ejemplo. O en este). Stâle Solbakken fue contratado en el verano de 2012. El noruego duró poco. En enero de 2013 fue reemplazado por Dean Saunders, que hizo un Terry Connor: confirmó el descenso del equipo a League One. Kenny Jackett llegó en mayo de 2013 para devolver al equipo al Championship y eso es exactamente lo que ha logrado. Sin embargo, los Wolves nunca hubieran llegado a League One de no haber sido por el ridículo despido de Mick McCarthy y su subsecuente sustitución por Terry Connor. En poco más de dos años han pasado cinco entrenadores por Molineux. A menos que la política de contratación y despido de entrenadores cambie y se tenga paciencia con un técnico, será pan para hoy, hambre para mañana.
4.- ¿La suerte del cuarto clasificado?
John Stones fue el mejor del Everton frente al Sunderland. Junto a varios de sus compañeros (Gareth Barry, Leighton Baines y Ross Barkley), merece un billete para Brasil. Sin embargo, que él fuera el mejor del partido deja al resto del equipo en entredicho. Efectivamente, el Everton hizo un partido mediocre. Sin embargo, la velocidad de Gerard Deulofeu y la torpeza de Wes Brown (que, combinada con la agilidad de John O’Shea convierte a la defensa del Sunderland en un espectáculo circense) permitieron que, como hace dos semanas frente al Fulham, el Everton sacara el partido adelante. Y ya son siete las victorias consecutivas en liga. Se trata de la mejor racha del Everton desde abril de 1987. ¡1987! Parece que el viento les sopla a favor. Ya cuartos (con dos puntos de ventaja sobre el Arsenal) y con el viento a favor, parecen tener la suerte… del cuarto clasificado.
5.- Al Palace le sobran cinco jornadas
El Crystal Palace era carne de descenso hasta que llegó Tony Pulis. Ian Holloway es un buen entrenador y fue el artífice del ascenso pero carece de la efectividad de Pulis. Con once yogures con bifidus caducados, Pulis sería capaz de dar guerra a cualquier equipo. A ballet, sus equipos no juegan, pero compiten como ningún otro. Contra el Villa, el Palace de Pulis dio otra exhibición, con Mile Jedinak y Jason Puncheon como protagonistas. El segundo anotó el único gol del partido y es autor de tres de los últimos cuatro goles de su equipo. De hecho, está llamando a las puertas de la selección inglesa. Sin duda Hodgson no se equivocaría llevando a Puncheon a Brasil en vez de Ashley Young.
Pulis tomó al Palace cuando éste era colista. Cinco jornadas antes de finalizar la liga, ya ha salvado el equipo. Crack Pulis.
6.- Alan Pardew pierde dos partidos en un día
Tras la derrota por 1-0 frente al Stoke, Alan Pardew acusó a la prensa de Newcastle de instigar los cánticos de los aficionados en su contra. El Sunday Sun respondió con la mejor portada del año hasta ahora, que supuso la segunda derrota de Pardew en un solo día. ¡Récord!
Lo cierto es que Alan Pardew no ha sido inteligente. Al vender a Yohan Cabaye, las «urracas» perdieron toda esperanza de meterse en Europa. Esto no es necesariamente un desastre. Es mejor no jugar la Europa League que jugarla. Y la Champions era un sueño imposible, así que estratégicamente no estaba mal visto. Sin embargo, el cabezazo a David Meyler (por el cual también se ha excusado el Sunday Sun) y las críticas contra todo el mundo salvo él mismo sobraban. La autocrítica suele ser útil. Sin ella, el Newcastle tiene mala pinta para el año que viene.
7.- Tim Sherwood y Pepe Mel firman la tragicomedia del año
Ni Tim Sherwood ni mucho menos Pepe Mel podían imaginar hace un año que se enfrentarían como entrenadores de Tottenham y West Bromwich Albion. El primero nunca había sido el primer entrenador de un primer equipo (y mucho menos en la Premier League), mientras que el segundo entrenaba al Real Betis y nunca había dirigido en el extranjero.
Este inesperado duelo se saldó con el cuarto 3-3 de la temporada, tres de los cuales han tenido al West Brom como protagonista. Fue un partido de patio de colegio. Literalmente. Defensas inexistentes (sobre todo por parte de los Spurs), penaltis fallados, muchos goles y emoción hasta el último segundo. La tragicomedia (como todos los partidos de Sherwood) que protagonizaron ambos equipos refleja las pésimas decisiones que los dirigentes de ambos clubes tomaron al despedir a André Villas-Boas y Steve Clarke.
8.- ¿Por qué el City y el Chelsea no ganarán la Premier?
Chelsea y Manchester City eran los claros favoritos a la Premier League 2013-14. Contaban con el mayor poder económico de la liga y, consecuentemente, con una profundidad de plantilla inigualable. Sin embargo, ambos han cometido errores graves a la hora de invertir su dinero.
El City no tiene defensa. Demichelis y Clichy (que inexplicablemente sigue relegando a Kolarov al banquillo) son jugadores mediocres, que nada pueden hacer para detener a Sterling, Suárez y compañía. Para colmo, Kompany, el pilar defensivo de los Citizens, tiene días negros. En Anfield hizo un partido para recordar: erró en la marca a Skrtel y dio la asistencia del gol de la victoria a Coutinho. De ser la defensa del City algo mejor, hubieran podido ganar la liga con facilidad. Los 86 goles anotados hasta ahora por los de Pellegrini demuestran que el equipo funciona en ataque, incluso a pesar de que Edin Dzeko y Álvaro Negredo no han rendido tras la lesión de Agüero.
Algo parecido ha ocurrido con el Chelsea. La diferencia es la posición en la que carecen de jugadores de primer nivel. En el caso de los Blues, es la delantera. Ahora resulta que Demba Ba, el jugador que envió al Chelsea a las semifinales de la Champions, es la solución. El propio Ba anotó el único gol del partido frente al Swansea. Entre los tres delanteros del Chelsea (Ba, Torres y Eto’o) han anotado 16 goles. Suárez lleva 29. Él solo. Por si fuera poco, los Blues apenas tienen soluciones cuando el rival se atrinchera atrás, algo que se ha agravado con la lesión de Eden Hazard, como pudimos comprobar en Swansea. Juan Mata sería útil pero, claro, el mejor jugador del Chelsea en las últimas dos temporadas ya no está. El resultado es que el Chelsea de Mourinho tiene buenas cifras defensivas (es líder, con solo 24 goles en contra), pero horribles ofensivas: 65 goles, 28 menos que el Liverpool y 21 menos que el City. El Liverpool es el favorito indiscutible para ganar la Premier.
9.- Rodgers no es mago, pero poco le falta
Queda poco que decir de este Liverpool. Brendan Rodgers ha sido capaz de crear un equipo en el que juegue quien juegue y sea cual sea el sistema (3-5-2, 4-2-3-1, 4-3-3…), todos rinden. Los únicos a los que no ha sido capaz de hacer rendir han sido Kolo Touré y Cissokho. Pero vaya, es normal. Rodgers no es ni dietista, ni curandero, ni mago.
El resultado es incontestable. Tras ganar por 3-2 a sus máximos rivales por el título, el Manchester City, los Reds llevan ya 93 goles en liga. Son ya 24 los partidos en que los Reds han visto puerta en la primera parte de un partido liguero, récord desde que nació la Premier League. Las jugadas a balón parado funcionan a la perfección, como demuestran las ocho asistencias en liga de Gerrard a balón parado y los siete goles de Martin Skrtel, el defensa más anotador del campeonato. Luis Suárez no solo es el máximo goleador de la Premier y candidato a la bota de oro, sino que también es el máximo asistente (12).
10.- Steve Bruce sí es un mago
Hace tres semanas, avisé de que Steve Bruce había sido hasta ahora el mejor entrenador del año. Tras llevar a su Hull City (no Hull Tigers, afortunadamente) a la final de la FA Cup, se confirma su candidatura. De hecho, podría ser el primer título de la historia de los Tigers. A pesar de llegar al descanso en desventaja frente al Sheffield United en las semifinales (1-2), dos de sus cambios revolucionaron el partido. Matty Fryatt empató el encuentro cuatro minutos después de saltar al campo, mientras que Stephen Quinn puso el 4-2 en el marcador en el minuto 67, tres después de saltar al campo.
De lograr el Liverpool la liga, Brendan Rodgers más que probablemente ganará el premio al técnico del año (Mauricio Pochettino y Roberto Martínez también deberían estar en las quinielas). Sin embargo, la permanencia y una final de FA Cup serían dos logros todavía mayores por parte del Hull City. Sin menospreciar lo más mínimo a Rodgers, Martínez y Pochettino, que son tres fantásticos entrenadores, es más difícil lograr lo conseguido por Bruce esta temporada con el Hull que lo logrado por ellos. Bruce ha exprimido a sus jugadores como si de naranjas valencianas se tratara. De hecho, será una verdadera lástima no ver a Tom Huddlestone y Jake Livermore (los pilares del Hull City) en Brasil, pues se lo han ganado y serían muy útiles para Inglaterra.