Ilie Oleart

10 reflexiones tras el fin de semana

El Chelsea dio un paso de gigante para alzarse con la Premier League. El Liverpool se estrelló en Wembley ante el sorprendente Aston Villa de Tim Sherwood y no podrá brindar a Steven Gerrard la despedida que esperaba. Mientras, el Leicester prosigue con su imparable recuperación.

 

Christian Benteke ha marcado más goles en liga en abril (5) que Falcao en toda la temporada (4). Reflexionemos sobre eso un instante.

— La media inglesa (@LaMediaInglesa) abril 19, 2015

 
1. El protagonista inesperado
Las miradas de la inmensa mayoría de las personas congregadas en Wembley el domingo con motivo de la segunda semifinal de la FA Cup entre Liverpool y Aston Villa estaban centradas en la figura de Steven Gerrard. Quizás algunos aguardaban atentamente el resurgir de Mario Balotelli. Tal vez los aficionados del Villa depositaron sus esperanzas en Christian Benteke. Pero el protagonista no fue ninguno de ellos sino un joven semidesconocido de 19 años que desquició a la defensa del Liverpool hasta dejarles al borde del nido del cuco de Jack Nicholson. Impulsado por la lesión de Gabby Agbonlahor, Tim Sherwood ha confiado en el joven Grealish y este se ha convertido en un fijo en las alineaciones del Villa. Con su estilo aparentemente desgarbado y su apariencia flacucha, Jack es un media punta creativo, que desborda desparpajo y no parece impresionarse con nada. Esperamos con impaciencia verle en la final.
 
2. Una despedida aciaga
Llevamos meses escuchando que la final de FA Cup se disputará el día del 35º cumpleaños de Steven Gerrard. Bueno, pues ahora podrá celebrarlo con los suyos y la tranquilidad que un aniversario así merece. Gerrard se despedidrá del club de toda su vida en Stoke-on-Trent, un escenario acorde a sus prestaciones de las dos últimas temporadas. Su resbalón le costó una liga al Liverpool la temporada pasada y en esta ha estado lejos del nivel al que nos tenía acostumbrados. Baste la semifinal de Wembley, por donde deambuló sin sentido durante hora y media, como ejemplo. Pero sería injusto quedarse con eso. Gerrard debe ser recordado como el autor del gol del «Yeaaah beauty» ante el Olympiakos, como el autor espiritual (y material) de la remontada de Estambul y como el corazón del Liverpool de la última década. Pero, por trágico que sea (que lo es, porque nos recuerda a todos el inexorable paso del tiempo y los estragos que causa), el momento del adiós ha llegado. ¿Debió haber llegado hace meses?
 
3. ¿Final de trayecto para Rodgers?
Con Gerrard subiendo la escalerilla a un vuelo con destino Estados Unidos, todas las miradas se centran en el banquillo. ¿Debería el Liverpool haber quedado más arriba que el quinto lugar que presumiblemente lograrán en liga? ¿Es una deshonra perder ante el Villa de Sherwood en FA Cup? ¿Y la eliminación en fase de grupos de la Champions? La realidad es esta: existe una relación directa demostrada entre sueldos y posición en liga. En esa clasificación, el Liverpool es quinto, lejos de Manchester United, Manchester City, Chelsea y Arsenal. La competencia en Inglaterra es feroz. Las épocas en que los Reds ganaban la liga sin despeinarse se han marchado para no volver. Con un estadio para 45.000 personas (en proceso de ampliación) es prácticamente imposible competir con los gigantes ingleses. Cuanto antes lo comprendan los aficionados del Liverpool, más disgustos se ahorrarán.
 
4. El inesperado aliado del Arsenal…
Durante las últimas temporadas nos hemos acostumbrado a utilizar al Arsenal como objeto de burla. La cesión de Kim Kallstrom. Los errores de Yaya Sanogo. Los amoríos de Olivier Giroud. Las pifias defensivas. Las incontables lesiones con Abou Diaby a la cabeza. Los fichajes fallidos (mañana llega Higuaín, ¿os acordáis?). Y, de repente, tiramos a la basura el calendario de 2014 y ¿qué nos encontramos? Con que el Arsenal se ha convertido en un equipo ganador (con un Mónaco de diferencia arriba o abajo), la plantilla al completo y, tachán, tachán… ¡fortuna! El Arsenal de antaño habría encontrado la forma de suicidarse en la prórroga ante el Reading. El actual se encontró con un regalo del portero Adam Federici que le dio el pase a la final de la FA Cup por segundo año consecutivo. Son tiempo extraños en el Emirates.
 
5. … pero todo tiene un límite
 
Suerte, sí. Milagros, no. Algunos aficionados Gooners soñaban con la liga a pesar de que los números decían (gritaban, más bien) que era imposible. La victoria del Chelsea sella el triunfo Blue en la presente edición de la Premier League. Los de José Mourinho solo necesitaron el 29% de posesión para derrotar al Manchester United por 1-0. Si ganan en el Emirates, pueden ser campeones dentro de diez días cuando disputen su partido aplazado ante el Leicester. En todo caso, sea una semana o la otra, serán campeones. Eso sí, su 2015, en cuanto a juego, ha dejado mucho que desear. Si esperan revalidar el título en 2015-16 y competir por la Champions League, Mourinho necesitará más profundidad de plantilla y algunos retoques.
 
6. Regreso al futuro
El Manchester United que vimos en Stamford Bridge es posiblemente la versión más cercana al producto final que Louis van Gaal tenía en mente cuando aterrizó en Old Trafford con su cabeza cuadrada, su bloc de notas y sus extraños acentos. A base de prueba y error, el holandés ha acabado hallando lo que buscaba: un equipo equilibrado, fiel a sus principios futbolísticos de toda la vida, ofensivo, entretenido y ambicioso. Van Gaal no tendrá piedad en verano a la hora de quitarse de encima todos los ladrillos que no le sirvan para construir su casa. Malas noticias para Robin van Persie y Falcao, sobre todo, dos delanteros en el ocaso de sus carreras que cobran como si estuvieran en su apogeo.
 
7. La escapada final
El Leicester ha vivido toda la temporada en la cola de la clasificación de la liga. Nadie esperaba que saliera de ahí hasta la última jornada. Y, sin embargo, he aquí que los Foxes se resisten a morir sin luchar. Solo Chelsea y Arsenal han logrado ganar sus tres últimos partidos de liga. Aparte del Leicester, claro. Esos nueve puntos han permitido al equipo de Nigel Pearson escalar hasta la 18ª posición. De hecho, solo un gol les mantiene en descenso en favor del Hull City. Los dos próximos duelos serán claves. El fin de semana, el Leicester viaja al campo del Burnley. El perdedor puede darse por descendido. Y entre semana, los Foxes recibirán al Chelsea en partido aplazado. Es posible que para entonces al Chelsea le basten tres puntos para ser campeón y quizás prefiera lograrlos en casa el fin de semana siguiente ante el Crystal Palace. La permanencia del Leicester no es ninguna utopía.
 
8. Un pozo sin fondo
El Newcastle cada día se parece más al Titanic. Con la diferencia que en el barco inglés se salvaron unos cuantos pasajeros y acabó tocando fondo, aunque fuera el del mar. En el caso de las «urracas», no parece que el fondo esté cerca. Y el barco sigue hundiéndose. Ante el Tottenham, los aficionados organizaron un boicot que tuvo una repercusión relativa. Unas 40.000 personas acudieron a St James’ Park en comparación con los 50.000 habituales, es decir, un seguimiento aproximado del 20%. Tras haber logrado echar a Alan Pardew, los aficionados protestaron contra el dueño Mike Ashley. Al dueño de Sports Direct le entran las quejas por una oreja, le salen por la otra, se suena la nariz con ellas y las lanza a la basura. Donde son trituradas. Ashley es un tirano que descuida el equipo y ningunea a los aficionados. Pero estos también deben asumir su responsabilidad. No les oimos cuando Pardew tenía al equipo luchando por Champions League.
 
9. ¿Klopp? ¿Alguien?
Jürgen Klopp, un hipster disfrazado de entrenador (o viceversa) que conquista con sus ocurrencias y sus risas, está disponible. Lo cual parece significar que todos los clubes de la Europa occidental deben dar una patada en el trasero a sus entrenadores actuales y aposentar el de Klopp. ¿Dónde podría encajar Klopp en Inglaterra? Manchester United, Chelsea y Arsenal ya tienen entrenador para la próxima temporada. El Manchester City quiere cambiar pero Txiki y Soriano fueron contratados para implementar un fútbol de estilo asociativo, con posesiones largas, no para apostar por los contraataques fugaces y las transiciones rápidas. Quizás si Rodgers no sigue, Klopp podría encajar bien en Liverpool. Y su estilo. Los Reds no tienen herramientas para competir de tú a tú con los grandes. Quizás el estilo kloppiano (¿kloppista?) permitiría al deprimido club de Anfield ganar una liga. O clasificar para la Champions, que parece un objetivo más realista.
 
10. Una sugerencia personal
Y si el señor Henry decide seguir apostando por Rodgers, desde aquí me permito una sugerencia personal para Klopp. Un tipo cosmopolita como él debe vivir en una urbe que le ofrezca los pasatiempos que un ser con inquietudes culturales necesita satisfacer. Como Londres. ¿He dicho Londres? Precisamente en la capital inglesa hay un club histórico con un poder financiero no desdeñable que está buscando entrenador para la próxima temporada. Un club que viste hermosos colores, posee un pegadizo himno y cuyos sueños se pinchan como burbujas en el aire. ¿No sería bonito ver a Klopp dirigir a Andy Carroll, Kevin Nolan, Carlton Cole, James Collins y Mark Noble? Imaginen eso. Ya se me está haciendo la boca agua.
 

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Ilie Oleart