A esto se le llama ser fiel a tu palabra pic.twitter.com/OMevwNekUC
— La media inglesa (@LaMediaInglesa) agosto 30, 2015
1. Mejor jugar de visitante
En los 40 encuentros de Premier League disputados hasta ahora, solo se han producido 7 victorias locales. Un mero 17,5%. Se trata de una muestra suficiente como para sospechar que existe una tendencia. ¿A qué se debe este aumento de las victorias visitantes? Quizás los arbitrajes tengan cierta responsabilidad. Siempre se ha dicho que lo mejor es tener un árbitro malo como local y uno bueno como visitante, entendiendo por malo aquel que se deja influir por el entorno y por bueno aquel que mantiene su criterio a pesar de la presión externa. Sin ir más lejos, el sábado Michael Oliver mostró dos tarjetas rojas directas al Stoke en cuestión de seis minutos (entre el 25 que fue expulsado Afellay y el 31 en que se fue Charlie Adam). El aumento del nivel de los árbitros posiblemente ha contribuido a equiparar las condiciones entre locales y visitantes. Otra causa podría ser el declive en la animación local. El fútbol cada vez está más cerca del ballet que de un espectáculo deportiva. La presión rival cada día se percibe menos. Ahí están los resultados.
2. Tarjetas, tarjetas, tarjetas
Aleksandr Mitrovic ha tardado 128 minutos de Premier League en ver dos tarjetas amarillas y una roja. Recuerda el caso de James Perch, el exjugador del Newcastle, que ostenta otro curioso récord: vio cinco amarillas en sus cinco primeros partidos con las «urracas». El sexto, lógicamente, no lo pudo jugar por sanción. Lo cierto es que Steve McClaren deberá controlar el ímpetu de sus muchachos, que vieron seis amarillas ante el Arsenal además de la roja de Mitrovic. Las «urracas» no van sobradas precisamente de jugadores como para sufrir bajas por sanción. De momento, Mitrovic se perderá los tres próximos partidos.
3. Comienzan a percibirse los efectos del contrato televisivo
El contrato televisivo 2013-16 supuso una lluvia de millones para los equipos de la Premier League. Gracias a la equitatividad de la distribución, incluso los equipos modestos disponen de recursos para atraer a algunos de los mejores jugadores del mundo y para retener a sus piezas más importantes. Este verano hemos visto ejemplos de ambos casos. El Crystal Palace y el Stoke, dos equipos de la zona media-baja de la tabla, han logrado incorporar a jugadores de primer nivel europeo como Yohan Cabaye (procedente del PSG) y Xherdan Shaqiri (Inter de Milán), respectivamente. El West Brom y el Everton han resistido los cantos de sirena de Tottenham y Chelsea por Saido Berahino y John Stones. Las consecuencias se comienzan a percibir en los resultados: el West Ham ha ganado en el Emirates y Anfield, el Crystal Palace lo hizo en Stamford Bridge (donde el Swansea también arrancó un punto) y el Newcastle empató en Old Trafford. Tras cuatro jornadas, el Crystal Palace está segundo y el Leicester, tercero. Por supuesto, esas no serán sus posiciones a final de temporada pero es evidente que las distancias entre la aristocracia y la clase media de la Premier League son más pequeñas que nunca antes.
4. El regreso de Scott Sinclair
¿Se acuerdan de Scott Sinclair? El inglés fue la estrella del Swansea en el ascenso de los galeses a la Premier League con su hat-trick en la final del play-off de ascenso de Wembley. Tras una buena temporada de debut en la máxima división inglesa con los galeses, fichó por el Manchester City. Y se convirtió en poco más que el novio de Helen Flanagan. Las nulas oportunidades en el Etihad y una improductiva cesión al West Brom amenazaron con acabar antes de tiempo con la carrera del jugador de Bath. Sin embargo, Tim Sherwood, ese resucitador de delanteros con la pólvora mojada (véase los casos de Emmanuel Adebayor o Christian Benteke), lo ha vuelto a hacer. Sinclair anotó un hat-trick en la victoria del Villa por 5-3 ante el Notts County entre semana y un doblete en liga ante el Sunderland. Con 26 años, todavía no es tarde para enderezar su carrera.
5. Mourinho comienza a quedarse sin excusas… ni fichajes
Tras los árbitros, Sky Sports, el calendario, Unicef o la UEFA, llegó el turno de mirar hacia dentro. En el primer partido de temporada, la culpa fue de los médicos y, tras la derrota en casa ante el Crystal Palace, ha llegado el turno de sus propios jugadores. Mourinho dijo tras el encuentro que «no puede afirmar que mis once jugadores rindieran al mismo tiempo en ningún momento. Las actuaciones de dos o tres de ellos distaron mucho de ser aceptables. Es culpa mía por no cambiarles. Mantuve a uno en el campo los 90 minutos pero después de hacer el tercer cambio me di cuenta que debería haberle cambiado». El técnico portugués se negó a revelar a qué jugador se refería. Y lo más preocupante para el Chelsea, es que es difícil adivinarla: Branislav Ivanovic volvió a ser un juguete roto en manos de su oponente (en este caso el magnífico Bakary Sako), Cesc Fàbregas fue sobrepasado una y otra vez en el centro del campo, Eden Hazard no fue capaz de echarse el equipo al hombro cuando hizo falta y Diego Costa volvió a exhibir su preocupante falta de puntería. Mourinho acabó diciendo que no habría más fichajes y remató con una amenaza velada: «Si un jugador no funciona, hay dos vías: confiar en él hasta que mejore o cambiarle directamente. Soy capaz de utilizar ambas vías». Ahí queda eso.
6. «Super Slav» hace historia
La última vez que el West Ham ganó en Anfield fue en septiembre de 1963. En aquel equipo estaban Bobby Moore, Eric Peters y Geoff Hurst, que tres años más tarde se proclamarían campeones del mundo. Aquella temporada, sin embargo, el Liverpool acabó conquistando la liga y el West Ham acabó en 14ª posición aunque los Hammers se alzaron con la FA Cup. A buen seguro, «Super Slav», como bautizaron los aficionados del West Ham al técnico Slaven Bilic, firmaría una temporada como aquella. Máxime considerando los vaivenes que está dando su equipo en este inicio de temporada, capaz de caer ante Birkirkara, Astra Giurgiu, Leicester o Bournemouth, y de ganar en el Emirates y en Anfield.
7. Un huracán apagado
Harry Kane fue prácticamente la única buena noticia para el Tottenham la temporada pasada. El gran temor de sus aficionados este verano es que un grande inglés se hiciera con sus servicios. No fue así pero alguno ya comienza a lamentarlo. Entre club y selección, Kane ha marcado dos goles en sus últimos 16 partidos. Sus goles ocultaron muchas de las carencias del equipo de Pochettino el curso pasado. Sin ellos, el Tottenham se encuentra en 16ª posición, sin una sola victoria en su casillero y solo tres goles a favor. El técnico argentino tiene las horas contadas para encontrar un delantero de garantías… o recuperar a Kane.
8. ¿Cuándo debería cerrarse el mercado de fichajes?
Roberto Martínez y Tony Pulis han sido los dos técnicos más críticos con el plazo del mercado de fichajes. Argumentan que este plazo debería cerrarse con el comienzo de la liga, so pena de desvirtuar la competición. Un par de ejemplos para respaldar su teoría: Tony Pulis y Louis van Gaal han tenido que dejar fuera de sus equipos a Saido Berahino y David De Gea, respectivamente, a causa de la desconcentración provocada por los cantos de sirena procedentes de otros lares. Y otro: imaginemos que Berahino acaba fichando por el Tottenham. Los equipos que se hayan enfrentado al West Brom con Berahino habrán partido en desventaja respecto a aquellos que lo hagan después. La competición acaba en mayo y el mercado se abre oficialmente en junio. ¿No es suficiente con dos meses y medio para incorporar a los jugadores que cada club necesita?
9. Hasta siempre, juego limpio financiero
Entre semana, Arsène Wenger lamentó el fracaso del experimento del juego limpio financiero, introducido en 2009 por la UEFA para obligar a los clubes a no gastar más de lo que ingresan. «Se acabó. Los clubes amenazaron con acudir a la justicia civil, no deportiva, y eso provocó inseguridad en la UEFA. Por eso comenzaron a suavizar las normas. En febrero de 2014, la UEFA sancionó al Manchester City con una multa económica y restricciones en la inscripción de jugadores en la Champions League. Algo más de un año después, el club de Manchester ha invertido unos 100 millones de libras en Raheem Sterling y Kevin De Bruyne. Buenas noticias para aquellos clubes que pueden hundir la mano en los bolsillos de sus dueños para financiarse, como el Manchester City o el Chelsea, y malas para aquellos que se autofinancian, como el Arsenal.
10. Garry Monk 2-Louis van Gaal 1
Louis van Gaal es un tipo que suele caer mal. En parte por su carácter autoritario, en parte por sus excentricidades. Pero pocos le negarán su sapiencia táctica. Y sin embargo, en Gales, un aprendiz le superó en su propio terreno. Con 0-1 en el marcador tras el gol de Juan Mata, Garry Monk hizo un cambio táctico. Dio entrada al surcoreano Ki en lugar de Wayne Routledge y pasó del 4-2-3-1 inicial a un 4-3-3 con Gylfi Sigurdsson abierto en banda. Con el cambio, Monk igualó la partido por dentro, abrió el campo y generó oportunidades en banda. En ocho minutos, el Swansea remontó el encuentro. Primero, con una combinación entre los dos hombres de banda, Sigurdsson y Ayew, y posteriormente con un balón en profundidad a Gomis, que aprovechó los pasillos laterales creados por Monk. El propio Van Gaal reconoció que el Manchester United no había sido capaz de responder al cambio de sistema de Monk. Con la victoria, los galeses vivirán el parón de selecciones en puestos Champions. Por delante del Manchester United.