Han pasado 24 horas pero Kolo todavía no se puede sentar tras la celebración de Klopp. Y encima ha salido en portada pic.twitter.com/Euez1mpmMk
— La media inglesa (@LaMediaInglesa) enero 24, 2016
El 12 de enero, Newcastle y Manchester United nos depararon un inesperado empate a tres. Aquel partido fue como si el tapón de champagne saltara por los aires y ríos de goles salieran disparados hacia el techo. Desde entonces, el caudal goleador no ha dejado de fluir. Al día siguiente vivimos otro 3-3, un 2-4 y un 2-2 que llevaron el total de la jornada intersemanal hasta los 34 goles. El fin de semana pasado, varias goleadas y otro 3-3 (el tercero en cinco días) elevaron la cifra de la jornada hasta los 28 goles. En este, esa cifra ha vuelto a alcanzar la treintena, en parte gracias a los nueve goles que se marcaron en Carrow Road, en el partido en que más tantos se han visto esta temporada. Y un encuentro que define la actual Premier League: imprevisible, igualada y repleta de giros inesperados. El Liverpool se adelantó 0-1 pero el Norwich le dio la vuelta al encuentro con el 3-1. Sin embargo, los Reds remontaron hasta poner el 3-4. En el minuto 90, Sébastien Bassong igualó con un potente disparo desde la frontal a bote pronto con la zurda (lo sé). Pero todavía habría tiempo para que Adam Lallana pusiera el 4-5 en el descuento y Christian Benteke rompiera las gafas de un enloquecido Jürgen Klopp en la celebración.
Leicester y Spurs han sido los dos únicos equipos entre los seis primeros que han vencido este fin de semana. Y lo han hecho con convicción. Los Foxes derrotaron por 3-0 a un diezmado Stoke que no pudo contar con Mark Arnautovic por lesión y donde Mark Hughes decidió dejar a Bojan en el banquillo los 90 minutos. El Tottenham se repuso al gol inicial de Jan Vertonghen en propia puerta para acabar venciendo por 1-3 en Selhurst Park. Ambos equipos afianzan sus posiciones en puestos de Champions League aunque de refilón sueñan con la liga: el Leicester es líder con tres puntos de ventaja sobre Arsenal y Manchester City mientras que los Spurs están a solo dos puntos de ese dúo perseguidor. Solo un equipo de ese cuarteto no juega competiciones europeas. ¿Estamos ante la mayor sorpresa en la historia de la Premier League?
El Sunderland recibía en el Stadium of Light al Bournemouth en un duelo directo para la salvación. El encuentro acabó en tablas, un resultado que favorece más a los visitantes, que se mantienen fuera de la zona de peligro, mientras los Black Cats continúan en penúltima posición. La suerte de ambos dependerá en buena medida de su acierto en este mercado invernal y, de momento, los Cherries parecen tener la mano ganadora. Benik Afobe fue el autor del gol del Bournemouth y suma ya dos en otros tantos encuentros. Mientras, Jan Kirchhof protagonizó en White Hart Lane la semana pasada el peor debut que se recuerda en la historia reciente de la liga. Esta semana, el central alemán no fue ni convocado. Si lo fue el recién llegado Dame N’Doye pero no disputó ni un minuto. Sam Allardyce tiene una semana para pescar un as en el mercado y ganarle la mano a Eddie Howe.
¿Quién habría imaginado que el derbi de West Midlands entre Aston Villa y West Brom acabaría sin goles? Bueno, hasta un niño daltónico de tres años lo habría imaginado. Por algo son los dos equipos que menos goles han marcado en liga esta temporada (18 y 22 respectivamente, menos de uno por partido). El Aston Villa está a diez puntos de la salvación con 45 por jugar y la perspectiva de jugar en segunda división la próxima temporada se antoja cada vez más como una realidad inevitable. Mientras, el West Brom es un equipo que transpira “pulismo” por todos sus poros: tan difícil de batir como de ver.
El Newcastle no es el equipo que peor juega de la liga. Ni el que tiene peor plantilla. Aunque quizás sea el más impredecible. Esa inconsistencia en su juego y en sus resultados es lo que ha provocado que sea incapaz de huir del descenso. Y el tiempo comienza a apremiar. Mike Ashley ha optado por confiar en Steve McClaren y ha fichado a Jonjo Shelvey y Henri Saivet en este mercado invernal. Y posiblemente no sean los últimos. Eso denota una indudable confianza en el entrenador. Pero Ashley debería preguntarse si un técnico que fracasó la temporada pasada en el Derby County en segunda división y en la presente solo ha sido ha sido capaz de guiar a su equipo a cinco victorias en 23 jornadas es la persona adecuada para guiar al club hacia puerto seguro.
El Chelsea es la peor pesadilla de Arsène Wenger. El Arsenal ha ganado solo cinco de sus últimos treinta enfrentamientos ante el club de Roman Abramovich. El técnico alsaciano jamás logró vencer a José Mourinho cuando comandaba las riendas de los Blues pero la maldición se extiende más allá de la figura del portugués. Este es el peor Chelsea de la era Abramovich y, sin embargo, los Gunners han perdido los dos enfrentamientos de liga esta temporada. Desde abril de 2015, el Chelsea solo ha ganado a domicilio a West Brom, Walsall, Maccabi de Tel Aviv y Crystal Palace. Y Arsenal. Un equipo que aspira al título no puede permitirse tropiezos de este calibre. Leicester y Manchester City vencieron al Chelsea en casa. Los Spurs empataron. Digo, a efectos comparativos.
Ya hemos hablado varias veces del Everton y de su plantilla. Y de su demoledor ataque, con jugadores como Kevin Mirallas, Ross Barkley, Gerard Deulofeu o Romelu Lukaku. Y de su decepcionante navegar por la media tabla. La temporada pasada, los Toffees finalizaron en undécima posición y no parece que en la presente vayan a mejorar en mucho ese puesto. Cuando llegó a Goodison, Roberto Martínez prometió fútbol de Champions League. Casi tres años después, esa promesa está más lejos que nunca. Esta semana, el Everton visita al Manchester City en busca de su pase a la final de la Copa de la Liga. Ese título podría ser la tabla de salvación para el entrenador español. Como la FA Cup con el Wigan fue el pasaporte para conseguir su empleo actual.
El Manchester United tenía ante el Southampton la ocasión de confirmar la victoria cosechada en el clásico inglés la semana anterior. Pero el equipo de Louis van Gaal volvió a cometer antiguos errores que parecían olvidados y cayó ante el Southampton. Por undécimo partido consecutivo en Old Trafford, el equipo se quedó sin marcar en la primera parte (y en esta ocasión también en la segunda) y a los Saints les bastó con un gol del debutante Charlie Austin tras un saque de esquina para llevarse los tres puntos. Hasta ahora, los resultados mantuvieron con vida a Van Gaal pero esta derrota sumada a la victoria de los Spurs supone que los Red Devils se quedan a cinco puntos de los puestos de Champions y por primera vez en la temporada su participación en la máxima competición continental el próximo curso está en riesgo. Solo un milagro permitiría a Van Gaal seguir en el banquillo más allá del verano, la disyuntiva para la directiva del United ahora es qué hacer estos meses. Pep Guardiola es el sueño de los Glazer pero parece estar más cerca del Manchester City. José Mourinho estaría dispuesto a ir de rodillas hasta Old Trafford con tal de conseguir el trabajo pero el club no está convencido. Ryan Giggs sería una solución provisional pero quizás precipitada. Así las cosas, es posible que Van Gaal salve su trabajo una vez más.
Wayne Rooney, Cristiano Ronaldo, Cesc Fàbregas, Ashley Young, James Milner, Jack Wilshere, Kyle Walker, Gareth Bale, Eden Hazard y Harry Kane han sido los últimos diez ganadores del premio a mejor jugador joven de la Premier League. Admitámoslo, una lista cuando menos heterodoxa. La mitad de ellos han acabado convirtiéndose en estrellas mundial mientras que la otra media se han quedado más o menos por el camino. Pocos dudan que el próximo galardón debe recaer en Dele Alli, autor de una obra maestra en Selhurst Park que abrió el camino para la victoria de su equipo. A pesar de sus 19 años, ha sabido gestionar con naturalidad la transición entre la tercera división, y los focos y la exigencia de la Premier League y la selección inglesa. La duda es qué camino emprenderá a partir de aquí, el de los Rooney, Cristiano y compañía o el de los Young, Wilshere y Walker. Por suerte para él y para el futuro de los Three Lions, Mauricio Pochettino está a su lado para asesorarle.